Once

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Maratón 1/3.

Harry se estaba riendo de Severus y este no estaba haciendo nada por hacerlo callar, era la primera risa sincera que escuchaban del menor, tanto Pomfey como Severus estaban de acuerdo en que el menor era muy callado y solitario, los pocos Slytherin's que se le acercaban eran solo compañeros con los que hablaba por compromiso y los dos Gryffindor's que pululaban alrededor de Harry solo eran una molestia para él. Harry no tenía amigos debido a que se había concentrado más en desterrar los poseídos que había encontado desde que ingresó al mundo magico. Claro que esa razón sus profesores no la conocían y solo pensaban que el chico era muy callado y tímido, aunque Severus tenía sospechas de que la carita tierna y santa era solo una máscara que usaba y debajo había un pequeño demonio manipulador. Tan lejos de la realidad no estaba.

Harry seco una lágrima que se le había escapado por la risa y pareció darse cuenta de quien se estaba riendo porque se quedó callado y serio. Severus lo miro divertido y se paso la mano en la razón por la cual Harry había empezado a reír. Severus en un principio no se había dado cuenta de que tenía el cabello cortado porque aún conservaba sus mechones largos adelante, un poco más cortos que de costumbre pero estaban, sin embargo, mientras ibas avanzando hacia atrás comenzaba el desastre. Su cabello tajeado y en la zona donde estaba la herida estaba muy mal recortada, Severus no quería ni mirarse en un espejo.

Simón, el sobrino mitad británico mitad estadounidense de Madame Pomfey, había prometido hacer todo su esfuerzo por dejar presentable a Severus pero este siempre tenia poca fe en esas cosas, así que se despreocupo cuando Simón comenzó a cortar su cabello, estaban en la comodidad del despacho de Pomfey para más privacidad y para no llenar de pelos la enfermeria, Severus tenía una especie de capa que le tapaba todo el cuerpo y que le tocaran la cabeza estaba empezando a relajarlo. Aunque Severus le atribuia ese hecho a la pocion que había tomado luego de desayunar que a que le relajaba que le tocaran el cabello y la cabeza. Severus se sobresaltó cuando Simon puso un espejo frente a él y se sorprendió por el reflejo que le miraba sorprendido, se veía... bien. No podía aun usar el termino atractivo sobre si mismo, porque para él no lo era, pero con su nuevo corte de cabello se veía decente. Mucho mejor que antes sin duda.

Simon sonrio cuando Severus le agradeció, si bien había sido seco y con su rostro imperturbable, era un agradecimiento a fin de cuentas.

Harry no pudo evitar abrir su boca al ver a su profesor, el cabello corto lo cambiaba completamente y si bien antes no se veía mal, ahora realmente estaba increíble. Harry pensó divertido si ahora su profesor sería acosado por la población femenina de Hogwarts, sería gracioso verlo escapar de insinuaciones y miradas coquetas de mujeres. El ojiverde se sobresaltó sobresaltó y cerro su boca cuando el mayor volteó a verlo y se acercó a su cama. Harry y Severus se quedaron en silencio unos segundos, con Severus mirando intensamente a Harry y con Harry evadiendo la mirada del ojinegro.

Severus se fue de la enfermeria sin haber sido dado de alta y sin importarle los retos de Madame Pomfey, el estaba de pie, entero y sin mareos así que no tenía nada más que hacer en ese lugar y Pomfey solo pudo resignarse a "dar de alta" a su paciente en el registro y limpiar la zona que Severus había usado. Harry quiso refunfurrar al ver que Pomfey no tenía intenciones de dejarlo ir, pero no se vería del todo bien para su imagen así que solo que quedo tranquilo el resto de la mañana y después de almorzar fue libre de irse con su latita de ungüento por si le dolía la muñeca en el bolsillo. Al salir el primero que lo jalo a su despacho fue el Director, no literalmente, pero se apareció de la nada en el vestíbulo y le dijo que tenían que hablar del incidente en su despacho.

Evidentemente la noticia había volado y todo el castillo estaba enterado de la situación e incluso ya la Junta escolar y el ministerio sabía de ello. Por eso, Harry tuvo que dar su declaración a un Auror bajo el ojo del Director, su registro médico del incidente se presentó como prueba y las escaleras se encantaron para que no se movieran durante todo el día hasta que los Aurores descartaran la posibilidad de que estas hubieran sido hechizadas. Por consecuente, y para alegría de los alumnos, las clases se cancelaron por el resto del día. Harry luego de salir del despacho del Director fue abordado por Granger y Weasley que preguntaron uno encima del otro como estaba, que seguro había sido Snape mismo quien había hecho eso y no sabía que más idioteces que salían de la boca de los dos Gryffindor's.

ExorcistaWhere stories live. Discover now