Escaneo el lugar con mirada minuciosa pero no encuentro a nadie que me observe. Que extraño.

—¿Qué pasa? ¿Estás bien?—Pregunta sacándome de mis pensamientos. Niego.

—El otro día salí a la farmacia por...—Me quedo callada para no decir que fui a buscar—Bueno no importa, el chiste es que iba caminando por la calle y sentí que me observaban y ahora siento lo mismo, es extraño. 

—¿Te sentías mal?—Pregunta estirando su mano para acariciar mi mano.

De nuevo esa sensación electrizante...

—Sí—Miento—Nada de qué preocuparse, pero ¿Sí me escuchaste? Siento que nos observan—Él sonríe de lado y me da una mirada arrogante.

—¿Y quién no voltearía a verte en la calle si estás preciosa?—Me sonrojo—Además, ahora estamos los dos, seguramente están envidiando la belleza que emanamos—Se encoge de hombros y me guiña el ojo.

Menudo narcisista.

Comemos en silencio y yo admiro el mar que yace a lo lejos. De verdad que extrañaré la playa.

—Johnson ha publicado el artículo de los hoteles, quiero felicitarte por tu trabajo Mack, esto es genial—Tiene el móvil en la mano y agarra el jugo con la otra dando un trago de éste.

—Muchas gracias—Cuando elogian mi trabajo me hace sentir orgullosa por todo lo que he logrado.

Una vez terminamos el desayuno, me dispongo a ir por mis pertenencias. Él va a hacer el debido check-out.

Entro a la habitación que ahora está sumamente limpia y ordenada y desconecto mi móvil cuando veo que tiene la batería llena. Tomo mi bolso de mano, mi maleta y las rosas.

Salgo del cuarto después de dejar comentarios positivos acerca del servicio a huéspedes y tomo el elevador. Hay una persona dentro, sin embargo no puedo verle el rostro ya que lleva puesto el gorro de una sudadera negra sumamente holgada y lentes oscuros.

"Turbio" 

¿Quién en su sano juicio porta sudadera con la temperatura casi a 38°?

Llegando al lobby veo a Ashton a lo lejos hablando con Harry y recuerdo que debo hacer algo.

Dejo mis cosas en una esquina y marco el número de Dylan.

A los tres pitidos me contesta y yo tengo que aguantar la respiración, pues no quiero llorar con la despedida.

—¿Diga?

—Hola Dylan,  habla...Mack—Tarda un poco en contestar pero luego de unos minutos suelta un suspiro.

—Hola Mack ¿Qué tal todo?

—Todo bien...es decir no hay nada de lo cual preocuparse solo...—No puedo decirlo. Por eso aborrezco las despedidas.

—¿Qué pasa?

Me armo de valor y digo lo que pienso

—Fue muy lindo verte otra vez Dylan, a pesar de no haber congeniado mucho. Espero puedas perdonarme por haberte dejado tirado aquella vez. Ojalá te vaya bien, yo... debo regresar a Madrid.

—¿Tan pronto? Pensé que te quedarías para Navidad y Año Nuevo.

Niego con la cabeza a pesar de que sé que no puede verme—No, en Navidad estaré en México, con mis padres y hermanas y Año Nuevo estaré en Madrid.

—Oh...vaya, bueno espero que todo te salga de maravilla.

—Gracias, igual a ti.

–—Mack.... Cuídate las espaldas, te aprecio mucho y no me gustaría verte sufriendo por alguien que... bueno me reservo los comentarios. Me dio mucho gusto verte otra vez, que tengas excelente viaje—Tan lindo como siempre, preocupándose por todos a su alrededor.

Insaciable Deseo ©Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ