❛ s e v e n t e e n ❜

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Seok woo caminaba de un lado a otro jugando con un vaso de plástico entre las manos, todos estaban reunidos en el salón que se usaba como bodega de arte, pero faltaba Sun y ya pasaban de las siete. Romi entró al salón y se acercó a su novio.

— Ya la busqué por todos lados y nada. – Comentó la pelirroja.

— ¿En dónde pudo haberse metido?

— Tal vez necesita un momento a solas.

Seok asintió no muy convencido.

Romi le dio un beso en la mejilla para calmarlo un poco y se acercó a Valery en cuanto la vio sentada cerca de la ventana.

— ¿Crees que está...?

Valery de inmediato asintió.

— ¿En dónde más si no es con él?

— Cierto. – Dijo Romi en un susurro. – Será mejor que tenga una excusa, no entiendo por qué tarda tanto si está lloviendo horrible.

— La lluvia no es un impedimento para el sexo. – Dijo Valery con una pequeña risita.

— Que romántico debe ser hacerlo en el lodo. – Se burló Romi y ambas rieron por ese comentario.

— Lo tomarías en serio si fuera Seok.

— Tal vez, entonces si tendría sentido llamarlo sucio.

Valery volvió a reír y se acercó un poco más a su amiga.

— Imagino que ustedes no sólo lo han hecho en la habitación de él ¿cierto?

— Bueno, en algunos otros lugares.

— ¿Tienes alguno que nos supere a Sun y a mí?

Romi pensó un momento.

— Creo que sí... la cancha de soccer.

Valery contuvo la risa y dejó su vaso a un costado.

— Vaya, tú ganas porque en el bosque es muy poco probable que alguien nos vea, pero en la cancha... ustedes son peores.

Romi comenzó a reír y su rostro enrojeció, sólo le había contado a Sun sobre eso y su reacción había sido casi la misma que la de Valery. La conversación continuó y poco después se acercó Dongwon.

— Valery.

Ambas voltearon a verlo.

— ¿Puedo hablar contigo un momento?

— Hm, bueno.

Ella se puso de pie y acompaño a Dongwon hasta un punto más apartado de los demás, por suerte aquel salón era grande.

— Está con Taeyang ¿verdad?

— ¿Quién?

— No te hagas la tonta, hablo de Sun.

Valery se quedó callada y sonrió sin separar los labios.

— Estoy seguro de que tú tienes que ver en todo esto. – Continuó él.

— ¿Yo por qué?

— Ayer en el bosque me pareció haber visto a una chica de aquí, algo me dice que eras tú.

— Escucha. No sé cuál sea tu problema sobre mi amistad con Sun y tampoco me interesa, pero no te metas conmigo.

Ambos intercambiaron miradas y Dongwon asintió.

— Ni tú ni Sun saben en lo que se están metiendo.

— Oh, cuidado. – Palmeó suavemente su mejilla. – Puede que tú tampoco.

I fell in Love with the devilحيث تعيش القصص. اكتشف الآن