0019.

167 26 11
                                    

Dylan miró la prueba y cerró los ojos llenos de impotencia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Dylan miró la prueba y cerró los ojos llenos de impotencia.

—¿Qué dice?— le preguntó Kaya sintiéndose culpable por orillar a Dylan a esta situación.

—Dio positivo— Kaya se llevó las manos a la boca.

Dylan temblaba abrazándose a sí mismo.

—¿Y tú cómo te sientes?

—¿Qué cómo me siento?— Dylan se dijo a sí mismo —. ¿Tu cómo crees? Me siento como la mierda. ¡¿Por qué estas cosas me pasan a mí?!— gritó golpeando la pared—. ¡Todo me sale jodidamente mal!

—Tranquilizante Dylan, no es tan malo, siempre quisiste tener un bebe.

Él la fulminó con la mirada—. ¡Quería un hijo de Thomas, no de un hombre que no conozco!— la tomó por los hombros—. ¿Qué voy a hacer ahora? Yo no lo quiero.

—No digas eso.

—No sé quién de todos los que me acosté es su padre— lloró —. Ni siquiera recuerdo sus rostros o nombres, ¿qué le voy a decir cuándo pregunte?

—Eso quiere decir que tendrás al bebé.

Dylan asintió—. ¿Qué me queda?— se apartó para ponerse su saco—. Iré a hacerme unos análisis que me saquen de la duda y sean certeros.

—Te acompañó.

—Prefiero ir solo esta vez, pero gracias Kaya, no lo hubiera sabido si no me lo decías.

Dylan tenía ganas de estrellar su cara contra la pared. ¿Cómo pudo ser tan idiota y dejarse embarazar por cualquier hombre? Pero todo esto era culpa de Thomas, de nadie más. Todo era culpa de Thomas, porque él lo engaño.

Tres días después sólo le afirmaron lo que ya sabía, tenía casi un mes de embarazo, lo más probable es que fuera de su tercer amante, deseaba que fuera así y no de ninguno de los hombres casados con los que se había revolcado.

¿Acaso era un dejavú?

Miró a la secretaria de Thomas caminar con una tarta y se le hizo agua la boca, los antojos venían fuertes

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Miró a la secretaria de Thomas caminar con una tarta y se le hizo agua la boca, los antojos venían fuertes.

—Buenos días, señor Dylan— dijo ella haciendo una reverencia y pasando a su lado.

—Buen día— respondió él—. ¿Es para Thomas?

—No precisamente, es para el pequeño Ethan.

—¿Trajo a su hijo aquí?— Dylan le preguntó indignado.

—Si, tal parece que los señores Sangster quieren conocer a su nieto. Ambos están en la oficina con Taehyung y el señor Seokjin.

Dylan apretó los puños "Maldito infeliz, estúpido Thomas"  gruño para sus adentros. "Que se pudran todos"

Caminó hasta su oficina y dejo su portafolio en la mesa, realmente odiaba esto, nunca le había gustado inmiscuirse en asuntos de la empresa, por eso había cedido todo a Thomas, pero también había arruinado eso el infeliz.

Porque eso era lo único que era Thomas para Dylan.

Un infeliz, un maldito idiota, un desgraciado, una escoria, una mierda, una porquería sin valor y muchas cosas más. Entre ellas, el amor de su vida.

Las arqueadas lo invadieron de nuevo y tuvo que correr al retrete por segunda vez en el día.

Estar embarazado era horrible, no saber quién era el padre de su hijo era aún peor.

TRAICIÓN  적응! ー dylmas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora