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—Dyl, mi amor, no hagas esto— Dylan le ignoró y siguió metiendo algunas de sus prendas a la maleta sin dejar de caminar de un lado a otro—

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—Dyl, mi amor, no hagas esto— Dylan le ignoró y siguió metiendo algunas de sus prendas a la maleta sin dejar de caminar de un lado a otro—. Dame la oportunidad de explicarte, tú sabes lo difícil que fue para nosotros hace casi seis años.

—Y no por eso yo te fui infiel, Thomas. En cambio tú a mi si.

—Estaba muy cabreado, sólo fue una vez.

—¡¿Y le hiciste un puto hijo por una vez?!— gritó aventando las cosas a la cama—. A otro idiota con ese cuento— regresó a su armario por más cosas.

—Dylan no arruines diez años de casados.

—¿Que no lo arruine? No soy yo el que tiene otro hijo, si ese niño tan sólo fuera mayor de diez años lo entendería, pero lo tuviste mientras estabas casado conmigo, me besaste después de besarlo a él, me hacías el amor después de habérselo hecho a él.

—No llores, mi amor. Nunca he querido lastimarte, vamos a arreglar esto, lo prometo.

—No vamos a arreglar nada, volveré a casa de mis padres y luego tendrás noticias mías.

—Dyl...

—Ya déjame— le dijo con todo el rencor que se acumulaba en su cuerpo—. No puedo ni verte porque me dan muchas ganas de golpearte, y no quiero hacer eso.

—Pégame, Dyl. Pégame si eso es lo que necesitas.

—Podría golpearte mil veces y las cosas no van a cambiar, tu traición va a seguir ahí, ese niño va a seguir ahí— cerró como pudo las dos maletas y tomó cada una en sus manos—. Mandaré a alguien para que recoja el resto de mis cosas.

Thomas tomó una de sus maletas—. No voy a dejar que te vayas.

—No hagas que te pierda el respeto, si de verdad me quieres dejarás que me vaya.

—¡Y una mierda! No hay lógica en eso, si te vas entonces no podremos hablar, no podremos arreglar todo esto y vas a dejarme y no Dylan, no voy a perderte— aunque no estaba gritando aún había desesperación en su tono—. No amo a Jacob, ni al niño ese. Solo te amo a ti. Ni siquiera sabía de su existencia hasta hace una semana, esto también ha sido una sorpresa para mi.

Dylan jaló su maleta como pudo—. No me importa, quiero irme.

—¡No!— Thomas volvió a aferrarse a ambas maletas impidiéndole salir, el castaño forcejeó con él y estaba empezando a molestarse.

—¡Quédate con las malditas maletas, llegué sin nada, me voy sin nada!— soltó las maletas y salió despavorido con Thomas detrás de él, las muchachas del servicio se apartaron nerviosamente y no dijeron nada ni se metieron, era normal enterarse de muchas cosas como esas, pero eran asuntos que no les correspondían.

Dylan miró a Tyler y a su propio chofer platicar.

—Dex, llévame a la casa de mis padres ahora.

—Mi señor acabo de recibir un mensaje del jefe en donde me ha prohibido llevarlo a cualquier parte.

Dylan se acercó al hombre y palmeó su pecho poniéndole nervioso, sonrió cuando sintió las llaves del coche, había corrido dejando a Thomas atrás pero no tardaría en encontrarlo.

—Dile a tu jefe que se joda.

TRAICIÓN  적응! ー dylmas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora