El silencio.

500 67 18
                                    

"JaeMin."

El pianista melancólico estaba concentrado en la libreta que tenía delante, mientras su mano izquierda anotaba signos, comentarios y cambios de tiempo en medio de la partitura. Apenas le prestaba atención a la vocecita que venía del salón, compitiendo en insistencia con el volumen de la televisión.

"¡JaeMin!" gritó RenJun, alzando más la voz. Estaba sentado de piernas cruzadas en el sofá, viendo cómo una familia desestructuraba se insultaba en la televisión. No quería levantarse pero, a ese paso, jamás conseguiría que le respondiera. Al final, suspiró y así lo hizo, dirigiéndose hacia la mesa del comedor donde había estado sentado desde que él se había levantado, por lo visto, se había tomado la mañana libre del trabajo, aunque aún tenía clientes a los que ver por la tarde, escribiendo una nueva partitura. Tomando una profunda bocanada de aire, se acercó a él y puso su barbilla sobre el hombro del joven "JaeMin" suspiró dramáticamente "tengo hambre."

"¿Ah, sí? Pues come algo" JaeMin conectó unas notas y dibujó una tosca línea para medirlas. Huang se mordió el labio.

"¿Comer qué? Ni siquiera puedo hacer unos huevos revueltos. ¿Sabes lo que quiero? Tortitas. ¿Puedes hacérmelas?" ninguna respuesta "Por favor. ¡Las tuyas están buenísimas! ¿Qué les echas, canela? Qué ricas. Nunca antes había probado tortitas con canela."

JaeMin le miró, irritado.

"Estás empezando a molestarme."

Él le devolvió la mirada, desafiante.

"Pues puedo ponerme aún peor" y, justo después, le rodeó el cuello con sus brazos y empezó a tirarse encima de él, haciendo que su peso le dificultara la tarea de escribir "¡JaeMin! ¡Quiero tortitas!" gritó, empujandose aún más "¡Por favor! ¡No puedo soportar el hambre! ¡Me siento muy débil! ¡El salón está dando vueltas!"

JaeMin suspiró. Sí que era molesto, sí. Después del incidente con sus amigos del instituto, había decidido ignorarlo durante toda una semana como castigo, pero él no le estaba poniendo las cosas fáciles. Desde aquella noche, estaba irritablemente encantador, lo que no era malo, pero estaba empezando a añorar los momentos en los que estaba callado y aislado…

"¡Aah!" al final, el peso del chino hizo que cediera y JaeMin se agarró al borde de la mesa. Sin embargo, sus dedos no pudieron soportarlo mucho más y acabó cayéndose al suelo, con RenJun aún a su espalda.

"¡Tortitas!" pataleó "¡Me muero de hambre!"

"Bien. Te haré tus malditas tortitas" le cogió de las muñecas y lo apartó, liberándose de su abrazo "Pero será mejor que me supervises; tal vez añada veneno cuando tú no mires."

RenJun se sentó y sonrió, satisfecho.

"Muy bien" entonces, se levantó del suelo y lo siguió hasta la cocina. Octubre estaba empezando y le costaba asimilar que llevara allí un mes. Tal vez JaeMin se estuviera cansando de él… y lo cierto era que RenJun no le ponía las cosas fáciles "Y, ¿en qué estás trabajando, si no te importa que te lo pregunte?"

JaeMin abrió la nevera y empezó a coger los ingredientes que necesitaba.

"Una suite" tal vez no hubiera empezado así, pero últimamente siempre veía estampados musicales en cada habitación en la que había estado. Seguramente, en cuanto tuviese todas las notas, tuviera que ordenarlas y, al tocarlas todas juntas, sonarían tan bien que todo su público lloraría de la emoción por el genio que tenían delante. Cerró el frigorífico y abrió uno de los cajones, de donde sacó un bol "Considérate afortunado; hay cientos de personas que morirían por saber en qué estoy trabajando."

"Entonces, ellos también necesitan una vida" comentó RenJun fríamente, sin perder de vista la mezcla de los ingredientes para controlar que no echara algo picante, con maldad "Pero todavía no has tocado la partitura que estás escribiendo, así que, ¿cómo sabes que sonará bien?"

≡ ꒰ 𝐌𝐔𝐒𝐄 ꒱⠀━━» 𝗿𝗲𝗻𝗆𝗂𝗇ꜜꜜWhere stories live. Discover now