Verdaderos sentimientos

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¿Qué estaba haciendo? Debió de haberse separado al instante de hacer tremenda imprudencia pero ¡Qué demonios! ¿Era un hombre o un cobarde? ¡Un hombre maldición! Además no es como si fuera algo que no deseara quizás desde hace más tiempo de lo que admitiría o algo de lo que se estuviera arrepintiendo. Pero ese era él, ahora solo debía esperar a las consecuencias de sus actos, fueran las que fueran.

—¿Qué... Qué estamos haciendo? —Naruto se separó un poco. -Solo, no quiero malinterpretar esto Sasuke...

Lo soltó inmediatamente. Ese había sido el golpe de realidad que necesitaba y todo el valor que había reunido anteriormente se fue al carajo. Tenía que acabar con todo eso que el solito causó por dejarse llevar.

—Tengo que irme. Tengo que estar en cualquier otro lugar ahora.

—No, no por favor. —Naruto lo tomó por el brazo y logró detenerlo. —Por favor, solo quiero entender. Saber si esto es real, siempre he tenido algo en mi corazón que me confunde. ¿Eres mi hermano, mi trabajador, mi maestro, mi...?

—No me gustan las palabras cursis...y lo sabes bien... —no era capaz de mirarlo a los ojos y si sentía que titubeaba aunque fuese un segundo en su agarre se iría de ahí —Solo te digo que si me conoces bien sabrías que yo no haría algo así sólo porque sí.

—Entonces si es eso, no te vayas. Porque desde que me fui a estudiar al extranjero, algo dentro de mi, me decía que siempre quise esto. —Lo jaló hacia él y volvió a besarlo demandante. — Además si voy a hacerlo con esa perra, quiero tener algo de que acordarme y algo a que aferrarme mientras me sacrifico.

—Eso fue...simplemente asqueroso no necesitaba recordarlo —se rió apenas —Al menos supongo que no quedé como un imbécil por haber hecho lo que hice.

—Creeme que no lo eres, solo que yo siempre pensé que solo me veías como al niño tonto que entrenaste. —Naruto soltó a Sasuke y apenado se rasco la mejilla. —¿Entonces vamos a tu habitación?

Antes de que todo se sintiera todavía más extraño, si es que eso era posible, prefirió retomar en donde lo habían dejado. Volvió a iniciar un beso y éste incluso se sentía mejor que el primero, posiblemente porque ya no existía esa incertidumbre de si estaba bien o no. Y claro que en la habitación tenían que atender asuntos que habían estado inconclusos por años al parecer.

Entre besos y toqueteos llegaron a la habitación y sin pensarlo mucho se comenzaron a quitarse la camisa. Estando en la cama se refregaban el uno al otro. Naruto tomó la iniciativa y desabotonó el pantalón de Sasuke y comenzó a masturbarlo.

No se hubiera imaginado algo así con el inicio tan accidentado que tuvieron pero estaba complacido de saber que estaban en el mismo canal los dos. Claro no le iba a dar el gusto así que le arrancó el resto de la ropa y se pegó a su cuerpo para provocarlo también. Ya que no era del todo desconocido el cuerpo de Naruto gracias a sus combates cuerpo a cuerpo sabía que un toque en la espalda y un mordisco en su oreja y ya podía verlo temblar. ¿Podría ser mejor todo eso?

—Te aprovechas ¿eh? —Se aferró a sus caderas con ambas piernas y comenzó a moverse, asemejando estocadas. —Vamos, sabemos muy bien que has querido esto desde hace mucho. No me hagas esperar. —Se acercó a su odio y le mordió el lóbulo de la oreja.

Ni siquiera iba a molestarse en responder. ¿Para que darle la razón si ambos sabían que era lo que querían? Siempre guardaba una caja de preservativos cerca de su cama y claro porque no un bote de lubricante, así que no tendrían que ponerle pausa a lo que hacían y ciertamente no iba a detenerse ahora. Le tomó la palabra y se puso rápidamente un condón, luego puso un poco de lubricante en sus dedos para empezar a prepararlo para lo que venía. En el fondo sabia que no lo necesitaba del todo pero se complacía viendo las expresiones que ponía ese niño tonto que tan bien conocía.

El hijo del Hokage Where stories live. Discover now