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Tras un largo día de trabajo, Taehyung decidió dar todo por culminado y partir al lugar de trabajo de su amigo Seokjin. Fundador del orfanato Moon Child.

Por alguna extraña razón le pareció bien ir allá.

Para nadie era un secreto que Taehyung no era muy fan de los niños, o más bien, los niños no eran muy cercanos a él. Por lo tanto, la única razón lógica para esa repentina decisión de su parte era que su mente le exigía un momento de distracción, de descanso. No hace más de cinco horas que había llegado de un viaje de negocios, nada más que para fundirse otra vez en el mismo.

A medida que se acercaba al lugar, extrañamente, ese algo dentro de él se fue apaciguando. A tal punto de ya no decir o saltar de aquí para allá tratando de llamar la atención de su humano. Ese tipo de cosas no le pasaban muy a menudo, ya se estaba convirtiendo en algo preocupante.

Una vez llegó, andando por las instalaciones del orfanato en su camino dió con algunos niños jugando y corriendo en los salones y fuera de ellos. En vez de irritarse como normalmente ocurría, solo se encontró así mismo con una media sonrisa.

Esa actitud de su parte de le hizo aún mas extraña.

Aún así, lo dejó pasar.

Cuando entró al salón, repentinamente se sintió impaciente.

También lo dejó pasar.

Para Taehyung este día parecía ser "El día de lo extrañamente extraño".

¿Es que acaso no podía ocurrirle a otra persona? Tenía demasiadas cosas que hacer como para buscar entender cosas sin sentido.

"Hey, Taehyung" lo saludó Hoseok alegremente desde el otro extremo del salón "Pasa, pasa" lo invitó con un ademán "¿Qué te trae por aquí?" le preguntó el chico, acercándose con una de sus radiantes sonrisas.

"Hoseok ¿Cómo te ha ido?" respondió al saludo "Solo aproveché el tiempo libre y venir a ver cómo va todo" se excusó, metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón. "Y de paso saludar a hyung".

"Oh, claro. Espera un momento y lo llamo" le avisó. Fue a tocar la puerta de la oficina que daba a un corto pasillo.

Breve silencio...

Volvió a tocar.

Otro silencio.

"Por favor, no de nuevo" se quejó al aire "Seguramente andan profanando el aire de la oficina"

"No creo que a estás alturas cambien" le dijo.

"Están tan cerca y no toman eso en cuenta. Ni siquiera porque tan solo nos separa una mínima pared de pocos milímetros de ancho son disimulados" argumentó, señalado la puerta de al final del pasillo "Voy a buscarlos" avisó al mayor " Dios, proteje mis bellos y sanos ojos marrones" oró mirando hacia arriba "Lo que menos quiero es llevarme a casa una perturbadora imagen de dos amigos que parecen mis padres" murmuró para sí mismo, mientras de dirigía a la oficina nuevamente, siendo escuchado por Taehyung a la distancia, el cual no pudo contener una corta carcajada.

Hoseok era un chico lo suficientemente alegre como para que una de sus sonrisas y alto ánimos te mejoren un mal día. Definitivamente lo que una persona necesita en su vida diaria para librarse de un mal día.

Hoseok es la vitamina que todos necesitan para ser felices.

Mientras se hallaba en sus pensamientos, un aroma algo peculiar llegó a él.

Olfateó un poco más el aire y le dió descripción a este.

Bebé y leche materna.

Todos los cachorros tienen tienen ese característico aroma a leche materna. Pero ¿bebé?.

No podía ser unos de los niños con los que se cruzó. Teniendo en cuenta lo bastante grandes que estaban, y que, ese aroma lo pierden a los tres años de edad. Aún así, el que percibía era un poco fuerte, diferente de alguna manera que no lograba explicar.

¿Dulce? No lo sabe. Tal vez....

Lo cierto fué, que el tierno aroma lo calmó cuando ni siquiera sabía que había algo que calmar.

Había otro más, algo tenúe, pero ahí estaba.

Agudizó un poco más su olfato, arrugando el entrecejo en el proceso. Cuando dió con este, su mirada fué hasta un niño, muy tierno a sus ojos, sentado en el suelo, frente a la TV pero viendo a su dirección. El pequeño no apartó la mirada de la propia aún cuando tenía expresión de ser poco sociable.

Era una de las pocas veces que alguien le sostenía la mirada por tanto tiempo, por no decir que la única vez. Y un niño.

Taehyung de sintió curioso.

Mientras se acercaba de manera lenta y tranquila, esos ojitos tan brillantes causaron algo en él.

Ya a un metro de distancia del menor, pudo deleitarse un poco más con tan exquisito aroma. ¿Cómo es que podía detectarlo a esa distancia?

Muchas preguntas y pocas respuestas.

Olía a bebé. Por supuesto, el típico aroma a leche materna que le indicó que aún era un cachorro. Aún así, había algo más. Ese aroma a bebé era un tanto diferente, más.... más qué?.

Podía jurar que el casi inexistente aroma de una flor venía en ese chico.

Tan dulce y delicado. Alejado de todo lo empalagoso que le desagradaba a un nivel de aturdimiento y dolor de cabeza. Éste solo lo llamaba y calmaba, era todo lo contrario.

"¿Quién es usted?" preguntó el menor.

Taehyung no supo el porqué no respondió de inmediato.

O tal vez si.

En ese instante que parecía eterno para él solo pudo escuchar de nuevo esa voz que anteriormente lo tenía de mal humor, ahora, afirmando algo que ni el mismo creía posible.

"Soy tu Alfa"

Tres palabras, salieron de su boca sin su consentimiento. Siendo dominado por un corto segundo por su alfa interior solo para decir aquello que hasta a él lo dejo desconcertado.

Algo que no tuvo que dejar pasar...


















Vamos bien?

Not So Little Omega •Taekook•حيث تعيش القصص. اكتشف الآن