-𝐂𝐚𝐦𝐢𝐥𝐞 𝐑𝐚𝐪𝐮𝐢𝐧 𝐈.-

Comenzar desde el principio
                                    

—¡Boo!.—llego detrás de él provocando que se sobresaltara girando asustado, Evanora comenzó a reír.—Hola Camille.

—Hola..¿Evanora cierto?.—Evanora asintió.

—Me puedes decir Eva.—sonrió.—¿Qué haces aquí?.—pregunto.

—Viendo los osos.—giro su mirada.—Me gusta mirarlos.

—Son lindos.—sonrió.

—Si.

—¿Qué haces aquí solo?,

—Oh.. Theresa se sentía mal.

Que inconveniente que Laurent haya salido hace un par de horas.

—Vaya, que mal, seria lindo que estuviera aquí.

—Si.—asintió sin mirarla.

—¿Camille?.—Camille volteo a verla y tenía que admitirlo, la estaba poniendo nerviosa.—Uhm.. ¿Ya comiste?

—Si.—asintió.

—Oh...¿tomaste té?.—Camille asintió.—Vaya.—mordió su labio mirando la jaula, ¿Qué más podría decirle?.

—Tengo que irme, fue un gusto verte Evanora...Eva.—inclino su cabeza y se dio la vuelta caminando, suspiro rendida una vez que lo vio marcharse.

—¿Lo invitaste a comer?.—agrando sus ojos negando.—¡Evanora, Camille está casado!

—Como si eso te importara.—rodo los ojos recargando su cara en su mano.—Aun así, no noto que lo estaba invitando.

—Él es un poco... distraído.

—Por eso te metes con su esposa.

—Es su prima.

—Asco.—hizo una mueca.—No me vería casada contigo.—Laurent rio negando.—Ayúdame.

—¿Te gusta Camille?

—Es lindo.—hizo un puchero.

—Está casado.

—Theresa también, y eso no te impide meterte entre sus piernas..

—Tu...

—Mala idea llevarme a esa noche de "domino" sabes que soy atenta y vi esas miradas.—lo apunto.—Tu lo conoces, tal vez podrías ayudarme a... topármelo de manera inesperada.

—Le diré que venga a casa, el solo, y no estaré.

—Estarás con Theresa.—levanto ambas de sus cejas.

—No te daré detalles tonta.—Evanora rio.

—¡Gracias, Gracias!.—le dio un beso en la mejilla.—Nos ayudaría a los dos.

—Si tú lo dices.

[..]

Tocaron la puerta y Evanora aliso su vestido antes de abrir.

—Hola Camille.—sonrió.

—Eva.—asintió.—Laurent me invito a..

—A comer si.—asintió frenéticamente.—Ven pasa, fue por unas pinturas no debe tardar.—sonrió y Camille volvió a asentir, ambos entraron y Evanora lo llevo a la sala.— ¿Quieres algo para beber?

—¿Té?

—Claro que sí. No tardo.—le sonrió en agradecimiento y Evanora entro a la cocina sirviendo una taza de té, una vez que termino se la entrego y se sentó frente a el.

𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬 𝐱 𝐓.𝐅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora