- Sheriff, ¿no me quiere pasar el número de ese lindo oficial?
- Charlotte, ¡CONCÉNTRATE!
• Hija de Peter Hale y Tamara Nichols, Charlotte Hale. Vuelve a Beacon Hills para unirse a la manada McCall. Encontrándose en el camino al apuesto oficial, J...
Al llegar a México la manada tuvo que dividirse para lograr su objetivo. Charlotte junto a Scott, Malia y Kira, entraron primero al punto de reunión de las calaveras, que sorpresivamente resultó ser un bar. Mientras que Lydia y Stiles negociarían de forma "amistosa" con la líder de los calaveras, para recuperar a Derek.
El Alfa fue el primero en dividirse del grupo, buscando por las habitaciones, dejando a las chicas en la pista de baile. Al cabo de varios minutos la Kitsune se pudo alerta de varios cazadores que las rodeaban, camino hacia sus amigas quienes parecían disfrutar mucho de la fiesta.
— Algo pasa — asegura la asiática asustada.
— Lo se — se limita a contestar la rubia observando a todos lados.
— ¿Y que hacemos?
— ¡Mezclarnos!
Al parecer la única que entendió fue la coyote. Kira se miraba a los lados nerviosa como estatua.
— Baila con nosotras tonta — le habló Malia con burla, al ver notar que no se movía.
De forma graciosa la Kitsune se empezó a mover su torso de atrás hacia delante con la espalda recta. Intentando contener una carcajada por parte de la rubia, está toma de su cintura y la empieza a guiar al ritmo de la música, la coyote se les une de inmediato.
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Rápidamente empezaron a llamar la atención de las demás personas a su alrededor. Incluyendo la de los cazadores.
Tres de ellos se les acercan, posicionándose detrás de cada una de ellas. La primera en atacar fue Charlotte, golpeándolo en las costillas para así nuevamente golpearlo en la nuca y que quedará inconciente. Kira saco disimuladamente su nunkachu girando a su oponente, de una rápido movimiento la golpeó en la cabeza. Malia se las arreglo para dejar a su oponente en el piso con una pierna rota y un ojo muy hinchado.
— Chars... — murmuró el moreno a unos metros de ellas. La rubia tomó del brazo de las dos chicas junto a ella y se dedicó a llegar junto a su amigos
Caminaban entre los pasillos del lugar alertas de cualquier cazador.
— Esperen — las detuvo el Alfa haciendo una seña con sus dedos.
Los ruidos de las paredes aumentaron de manera en que sus oídos ya no lo soportaban, una nube de humo blanco se esparció en el suelo llenando la habitación .