𝟏.𝟎𝟕

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C A P I T U L O   7
07. Segunda clave

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Charlotte comía plácidamente su desayuno en el comedor de su casa. Miraba su teléfono desinteresada, mientras esperaba la hora para irse a la escuela.

El sonido del timbre la alertó y pudo reconocer ese olor enseguida. Nate por su parte, bajo corriendo las escaleras para poder abrir la puerta, encontrándose con un muy apuesto oficial.

— ¡Jordan! — exclamó el niño feliz, abrazándolo por la cintura.

— ¡Hey, pequeño! — saluda el oficial revolviéndole el pelo.

La rubia se atraganta casi con su comida, limpiando lo que se le había tirado, se limpia ella misma antes de voltear a ver su hermano, quien estaba siendo cargado por el policía, entraban ambos por la puerta del comedor muy sonrientes.

— Señorita Charlotte — saludó sorprendido y al mismo tiempo feliz el oficial.

"No te desmayes, no te desmayes"

— Oficial Parrish — tartamudeó nerviosa la chica — ¿Que lo trae por aquí?

Algo sonrojado el oficial respondió — Nate ayer me pidió llevarlo a la escuela. No podía negarme.

— Me aferre a él como si fuera un koala, hasta que me dijo que si — contestó feliz el niño — Voy a ser la envidia de todos en la escuela, al verme llegar en la patrulla de un policía.

Charlotte quería rodar los ojos ante su respuesta. Pero lo única que mantenía en su cara, era una sonrisa nerviosa ante la mirada del oficial. Y el castaño no de quedaba atrás, pues de igual manera tenía una sonrisa increíblemente atractiva, al parecer de la rubia, ambos tenían ligeramente sus mejillas sonrojadas por sus miradas.

— ¿Hola? Voy a llegar tarde a la escuela — interrumpió confundido el niño.

Ni siquiera la voz del chico, podía separar sus miradas nerviosas. El niño tuvo que ir hasta su hermana y sacudirla varias veces para que reaccionara.

La rubia soltó un suspiro sonrojada y se volteó a su hermano esta vez enojada.

— Distraes a mi amigo — reclamó enojado.

Ambos mayores empezaron a tartamudear en busca de una respuesta para el castaño.

— Puedo llevarla a usted también — ofreció el oficial caballeroso.

— No quiero ser una moles-

— No es ninguna molestia, señorita Charlotte.

Eso hizo que la chica se sonrojara más.

Después de una insistencia mayor por parte de Nate por llegar temprano a la escuela, se subieron a la patrulla del oficial. Jordan y Charlotte se miraban cada cierto tiempo nerviosos ante su gran acercamiento.

La chica no sabía si tenía suerte o no, pues después de que le dijera la ubicación de su escuela, el castaño la había dejado primero a ella. Por una parte lo agradecía, pues no quería estar sola con el, por el momento.

𝙏𝙃𝙀 𝙏𝙍𝙐𝙀 ▱ 𝙹𝙾𝚁𝙳𝙰𝙽 𝙿𝙰𝚁𝚁𝙸𝚂𝙷Where stories live. Discover now