Amor de psicópatas© [Completa✔️] #PGP2023

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“Tienes razón, no valgo para nada, ¡Soy lo peor!”

-Marcus Miller

Mis piernas arden; mi pecho sube y baja de manera agitada; siento mi cabeza doler.

Ya casi amanece; no tengo idea de que hora es; solo puedo observar el sol saliendo.

—Creo que los perdimos.— habla Daniela con su respiración también agitada como la mía.

—Sí; por ahora.

Siento rabia en mi cuerpo; rabia por haber traído a ese tipo Matthew con nosotros; rabia por qué dejé a Rebekah ahí en manos de esos hijos de puta.

Sí; estoy muy enojado con Daniela; sé que no quería que fuéramos atrapados pero joder; me siento impotente.

Debo hacer algo; quiero fumar; matar a alguien; golpear algo; no lo sé; solo debo sacar toda esta rabia que siento dentro de mí.

Comienzo a caminar no sé a dónde.

—¿Dónde vas?

Ignoro a Daniela completamente y sigo mi camino; no quiero hablar con nadie.

Me siento una mierda ahora mismo por haber dejado a Rebekah ahí; siento ganas de ir a buscar a Edward y asesinarlo lentamente y que sufra.

—¡Marcus!— grita nuevamente Daniela

—¡Mar..!— el grito no terminó; me volteo lentamente y no encuentro a Daniela por ningún lado.

Puedo escuchar pisadas; sí; pero no cerca; se sienten lejos.

No lo puedo creer; estoy seguro que fue algo de esos idiotas.

—¿Buscas a tu noviecita?— Oh; Matthew.

Una sonrisa sale de mis labios —No; pero tenía ganas de matar a alguien hoy; no creo que hoy se tu día de suerte.

—Eso si puedes lograrlo Marcus.— espeta mi nombre como si fuese basura.

—Sería gracioso; ver tu cara mientras pierdes tu vida en mis manos; pero ¿sabes que sería más gracioso? Verte sufrir.— me acerco lentamente y el está como un animal al acecho pero soy más rápido que él y lo cojo del cuello.

—No eres capaz.

—¿Me estás retando?

—No; estoy diciendo que no eres capaz de matarme.

Ok; eso me ha enfadado mucho; en un movimiento se voltea y yo tengo la navaja en mi mano.

Se acerca para darme un golpe pero soy más rápido y clavo el arma en su costado.

—¡Aaah!— su grito me causa placer.

Puedo ver el líquido rojo corriendo de su costado; siento algo que no había sentido hace mucho tiempo.

El olor metálico de la sangre y el color carmesí hacen una combinación perfecta en el verde césped.

—Pensé que no te dolería.— me río sarcástico.

—No duele.— hace un intento por levantarse pero me acerco y lo agarro de la mandíbula.

—Me gustan tus ojos.— los observo fijamente mientras paso la navaja por su mejilla.

—¿Sabes dónde se verían hermosos? En mis manos.

Sin pensarlo dos veces y sin previo aviso encajo mi dedo pulgar en la cuenca de sus ojos sacando un grito desgarrador de la garganta de Matthew.