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—Marcus; por favor no lo hagas

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—Marcus; por favor no lo hagas.— me suplicó Allison con sus ojos cristalizados.

No lo quiero hacer Allison; no me puedo controlar.— grité con la cabeza entre mis manos.

—Sé que no quieres hacerlo Marcus, yo te amo; te puedo ayudar a superar esto.— sollozó, yo no quería pero; no me podía controlar. Es algo más fuerte que yo. Siento que puede conmigo.

Lo siento.— dije y luego jalé el gatillo del arma en mi mano, su cuerpo calló al suelo y noté como se esparcía la sangre por todo el lugar. Me acerqué a ella a abrazarla, arrepentido de lo que  había hecho.

-Lo siento.- las lágrimas salían de mis ojos sin control. -Lo siento- repetí nuevamente. 

En un instante dejé de llorar, hasta que todo dejó de doler y no podía sentir nada.

Presente:

Un día más de vida, debería estar muerto, debería estar con ella. ¿Por qué cada vez que trataba de suicidarme no podía? No lo sé.

Otro día en que debía ir a la preparatoria y aguantar a todas esas personas felices de la vida, con sus parejas, personas normales. Con una vida normal, solo llena de felicidad.

En cambio yo; tenía una vida vacía. Vivía solo con mi abuelo que es un hijo de puta. A veces tenía ganas de golpearlo hasta que estuviese muerto pero luego recordaba que me llevarían a un internado hasta los dieciocho.

No podía encontrar una razón para ser feliz, simplemente no podía, todo a veces se volvía difícil, la depresión, la ansiedad, sentía que todo eso iba matándome lentamente.

Mi camino hacia la preparatoria era aburridísimo, ni siquiera pensaba si podría aguantar un día más allí.

Deseché la colilla de mi cigarrillo en un cesto de basura y luego entré. Como siempre todas las miradas se posaron en mí, ya se había vuelto una costumbre que eso pasara. Siempre tenía que escuchar los típicos comentarios de que soy rarito y toda esa mierda.

Muchas veces sentía ganas de prenderle fuego a todo para que no molestaran tanto y  escucharles  rogar por sus vidas.

-Hola Marcus.-  saludó alguien a mi lado, específicamente Klaus, que me caía de la mierda siempre con sus intentos fallidos de querer ser mi amigo o algo por el estilo.

-Vete.- espeté cortante sin mirarle la cara y poniendo toda mi atención en mi cuaderno.

-Quiero estar aquí, ¿no quieres un amigo?- preguntó y no podía creer que lo debía en serio, ¿de verdad esperaba que alguien como yo fuera su "amigo"? A veces las personas tan básicas me resultaban graciosas, hasta pensé que fue sarcasmo.

-No.- fue mi única respuesta y al parecer se cansó y se fue dejándome solo.

Las clases siempre pasaban lentas como de costumbre, yo no atendía ni una, me dedicaba a hacer dibujos en mi cuaderno.

Preferiblemente dibujaba a lápiz, ya que mis dibujos siempre tenían una tonalidad oscura, si usaba otro color era rojo, para la sangre.

Cuando terminaron las clases me dirigí hacia casa, como era una maldita costumbre de todos  los días, al llegar encontré a Rodolfo, mi abuelo por desgracia, dormido en el sillón con el televisor encendido y una botella de aguardiente a su lado, obviamente estaba borracho, siempre pasaba.

En realidad a él le daba igual si lo veía así o no, igual que no le importaba traer prostitutas a la casa, en realidad vivir con él era un infierno,

A veces me pregunto que se sentiría matarlo. Un ser tan vil y desagradable como él no debería existir.

Apagué la televisión y me dirigí hacia a mi habitación en completo silencio; dejé mi mochila a un lado y me senté en mi escritorio a terminar mis dibujos que comencé en clases.

Me podía pasar días dibujando o describiendo las maneras que existían en mi mente para asesinar a todos esos seres que solo le hacían daño a los demás; como yo.

Terminé de realizar los dibujos y me dirigí hacia el baño para darme una ducha.

Cuando terminé me cambié, cogí mi teléfono con mis audífonos y me dirigí hacia mi lugar favorito.

Iba caminando con la capucha y mis audífonos puestos, mis manos en mis bolsillos y mi cabeza gacha. Me dirigía al lugar donde me sentía en paz y tranquilo.

Donde no había nadie que me juzgara o alguien tratando de ser mi amigo.

Llegué al bosque que no estaba muy lejos del pueblo, que conste que vivía en un pequeño pueblo a las afueras de Suecia, el frío mataba pero me gustaba, me senté bajo un roble viejo mientras seguía escuchando música.

Saqué mi cajetilla de cigarros y saqué uno, lo puse en mis labios y lo prendí.

Di una larga calada y deje que el humo llegara a mis pulmones y luego lo expulsé.

Estaba tan metido en mis pensamientos que no podía escuchar nada a mí al rededor; decidí quitarme los auriculares y pude oír a la entrada del bosque algunas voces.

Me levanté y sacudí mi ropa y me dispuse a seguir de dónde provenía el ruido.

Al llegar vi un auto muy lujoso con muchas cajas al rededor, al parecer alguien llegaba nuevo al vecindario.

Había un hombre de unos cuarenta y tantos años acompañado con una mujer que parecía menor que él. Y una chica como de mi edad.

Pelinegra y de facciones finas según lo que vi de perfil.

No me importaba tener nuevos vecinos, la verdad no hablaba con nadie.

Pero al parecer alguien llegaría nuevo al colegio mañana.

Salí de allí y me dirigí a mi casa, mientras iba por el camino iba pateando rocas.

-¡¿Estas son horas de llegar?!- genial, que buen recibimiento me daban.

-¡Te estoy hablando!- gritó nuevamente cuando vio que lo ignoré y yo seguí subiendo las escaleras hasta qué sentí una mano en mi hombro que me detuvo.

Me giré y sentí un puño en mi cara; no me causaba dolor así que no me quejé, ya estaba acostumbrado a esto.

-¡Vete a tu habitación niño!- ordenó y yo me dirigí a mi cuarto, no porque el me obligó o me había pegado; sino porque no tenía ganas de discutir.

Se supone que no debería vivir así, en realidad nadie debe, pero ya se había hecho una maldita costumbre.

Siempre deseaba que mis padres estuviesen vivos pero obviamente era imposible.

Me recosté en mi cama y crucé los brazos tras mi cabeza, me quedé observando el echo mientras pensaba en la chica pelinegra que mañana llegaría a calses, esperaba que no fuera como los demás de insoportables

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Nota de la autora: COMO QUE YA SON 27K VISTAS Y 3K VOTOS? AÚN ESTOY EN SHOCK.

 Hola bonitos, pasp por aquí a decirles que estoy editando amor de psicópatas <3 yeeei.

Besitos para todos.

Amor de psicópatas© [Completa✔️] #PGP2023Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ