-te dejé ir.

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Diciembre 29.

¿Es una historia que llegó a su fin?. Es una historia que por ahora no se sabe si existirá una segunda parte.
Tal vez esta historia estaba llena de fantasías románticas y acaba con la cruda realidad donde todo termina y la pareja que se amaba con tanta pasión e intensidad, se separa para siempre.

—Quiero quererte, incluso y a pesar de saber que esto dolerá.— lo tomó de sus mejillas —Quiero quererte, amarte y aunque arriesgarnos signifique doler, quiero que me duelas entonces— suspiro —Déjame ser yo el que decida, por una sola vez, quiero descubrir y perder el miedo, quiero estar contigo. Y si eso va a provocar una cadena de sucesos destructivos, y esto se convierte en un caos. Solo dí que sí, ya habrá tiempo para recoger del suelo lo que quede de nosotros.

Tristemente, no mentía. Pero llevaría esas palabras en su corazón para siempre.

«—Con mucho gusto rompería mi corazón por ti». Recordó haberle dicho.

Pero, a estas alturas, ya nada podía hacer. No lo veía desde hace meses y solo pudo sentir, cómo realmente rompió su corazón por él.

Quería que supiera. Quería que supiera que lo vió. Estaba tan hermoso, tan feliz y puro, cómo la primera vez. Solo sintió que ya lo olvidó. Sintió que su conexión desapareció; su sonrisa se lo había dicho todo, él ya lo superó.

Por el contrario, lo que al principio amó de él, al final había por terminado lastimar su alma.
Costó más de lo que debió, pero todos los corazones sanan con el tiempo y amor debido.

«—Haz sonreír a alguien todos los días— pasó su mano para retirar sus hebras rubias y susurrar en su oído —Pero nunca olvides que tú también eres alguien».

Fue la última oración que le dijo antes de irse para siempre, pues ya no aparecía en sueños ni en realidades conjuntas. Solo sintió que el peso de su corazón fue liberado y entonces entendió. Se había ido.

No había justificación. Había sido una nube gris en su cielo, una ventana sin paisaje, un árbol sin raíz, el silencio de sus insomnios, una tormenta para sus días de risa, una brújula sin dirección.

Ahora, merecía lo mejor del universo. Aunque para él nunca fue una hoja en blanco, siempre fue la mejor historia.

"—Cometí errores, hice daño a la persona que juré amar toda la vida. Me di cuenta demasiado tarde y es que el tiempo nunca regresa. Mi amor, no debí lastimarte. Quiero darte las gracias por todos esos momentos en los que me hiciste llorar de felicidad. Discúlpame por todas las lágrimas que en ti provoqué, por esos golpes al alma que tardaran meses o tal vez años en sanar.
Sé paciente y lee esto el veintinueve de Diciembre cuando el crepúsculo se ponga en nuestra ventana y entonces, sal al balcón. Te estaré viendo entonces,
con amor, Obito."

Entregó su última sonrisa y suspiro para convertirse en una estrella más en el cielo.






































Agradezco todo el apoyo que le dieron a este pedazo de mi alma.
Sin duda, la historia más transparente que pude escribir.
Discúlpame tus lagrimas y es que también llore a medida que iba escribiendo.
Una lagrima por otra.
No siempre será así, ellos merecen el universo entero y es lo que prometo darles en la siguiente obra.

Muchas gracias a vos, por estar del otro lado siempre.

Cami🍃.

heavenly - t/obideiWhere stories live. Discover now