2. ZACK

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Zack

Estoy no ha sido llevadero, hoy es 15 de julio, estoy esperando para visitar a  Agnes.

Ella sufrió, bastante, la mayoria no lo recuerda.

Ahora tengo sus diarios, diecinueve en total, el de este año es interesante, pero los anteriores son desgarradores, todo lo que sufrió, lo que sintió, todo lo que olvidó está aquí. Los salvé.

Están en mis manos, pero pronto se los entregaré, tengo la esperanza que me recuerde, no me olvidé y aún me ame como yo a ella.

Estoy en Londres, he estado buscando una cura, ella necesita no olvidar, quiero que recuerde todo, lo bueno y lo malo, que aprenda y superé.

Estoy escribiendo una carta para ella, me tendré que ir, por su seguridad.

Dependo de ella, mi fuerza de voluntad aún resiste, necesito alejarme para sanar.


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La ame, eso pensó ella.

Necesitaba soltar mi ancla, ser libre y para eso ella no debe estar.

Ella no es la víctima.

Más de lo que sufrió hizo sufrir a los demás.

No recuerda y eso es mejor para ella.

Es una desquiciada, no se conoce ni a ella misma.

En el laboratorio la conocí, Olife, dulce, tranquila, amable. Eso era hasta que intentaban lastimarla, se convertía en una bestia a la que no deseas acercarte.

Éramos amigos, casi hermanos por nuestra cercanía ¿porque si estaba loca?

Bueno pasa que yo soy peor.

Éramos los dos niños que no estaban bien, nos trataron en el laboratorio, ataques de ira, memoria a corto plazo, impulsos incontrolables, dependientes, nos apegamos el uno al otro.

"Los loquitos del quinto piso" nos llamaban, ese piso era especial, no por que allí sucedían todos los suicidios ya que se lanzaban, no, era por que ahí estábamos nosotros. Nadie se acercaba, nadie nos hablaba, solo éramos los dos.

Cuando intentaban lastimarla ahí estaba yo, la defendía a capa y espada, si moríamos lo haríamos los dos, juntos siempre. Esa es la razón de mi primera cicatriz, intentaba salvarla, me estaban reteniendo, yo quería llegara a ella, estaba atado, mis manos juntas frente a mi cuerpo, unas extrañas esposas, ahi llego mi idea, mi vida, puse el filo en mi cuello, yo moriría si no la soltaban, casi pasa.

Cuando me lastimaban ella actuaba, se volvió incontrolable, una vez rompió su nariz, golpeó el vidrio con su cabeza, su cara impactaba varias veces, no se detuvo, para ella era necesario que yo estuviera a salvo, la sangre decoró su cara, sus ojos estaban rojos, su nariz estaba rota, ese dia no me inyectaron. Ella fue a enfermería, hubo algo bueno de eso, cuando regresó me dio una paleta azul, se las regalaron cuando le curaban el rostro, una azul para mi y una roja para ella, la enfermera antonia era muy amable, nunca nos visitaba pero varias veces nos envió paletas.

El problema fue cuando se marchó, se la llevaron. Le inyectaron una gran cantidad de ese líquido azul, intenté salvarla, gritaba, golpeaba el vidrio, mis manitas estaban llenas de sangre, mis nudillos estaban lastimados, mi garganta dolía. No pude detenerlos. Ella se fue.

Mi poca cordura se perdió, ella no estaba, una mitad faltaba, mi mitad. Mi compañera, confidente, cómplice ya no estaba.

Mis días cambiaron, solo veía a Fernanda, nadie más, fue la una persona que escuche durante un año, no conocía a nadie más, no hablaba con nadie más, no necesitaba a nadie mas solo a ella, necesitaba encontrarla.

SOLO ME VIOWhere stories live. Discover now