*Vacío*

17 1 0
                                    


Por hoy ya era suficiente, las clases habían acabado, el uniforme me empezaba a incomodar y ¡Dios!  los zapatos quería mandarlos a volar. Aún así, tenía unos minutos más para perder el tiempo y una o dos horas de viaje de regreso a casa.

Ya saben como es eso, algún compañero dice:

-¿Quién se anima a comer unos churros? ¡Vamos!, que aún es temprano para irse-

Y de un momento a otro estas en camino, siguiéndolo y tras de ti un grupo de tus amigos.

De seguro no me negaría a una invitación a comer y menos si se tratan de churros, esa masa frita en forma de círculo, rellena de bocadillo y azúcar por encima...

¡Mhmm! ¡Se me hace agua a la boca de sólo pensar en ello!


En fin, por más cansada que estuviera llegamos a la panadería a unas cuadras del instituto.

-Bien, serían 1,2,3...7 churros-

-¡Gracias! ¡CHICOS! aquí están los churros, vengan o me los acabo todos jajajaja-

-¡Hey! Eso ni de broma- le respondí a Diego con una mirada fulminante de esas que le das a tus amigos cuando hacen malas bromas.

Nos sentamos a comer 4 en una mesa y 3 en la otra, en esa mesa estaba yo, no tenía muchas ganas de participar en una gran conversación y mis parpados luchaban contra mi.


Brrrr Brrrr Brrrr Brrrr Brrrr Brrrr

PriiiruPriiiru TraraanTraraan

DaaranDaaran MrantutuMrantutu

Todos los celulares de mis amigos sonaron y vibraron a la vez, claro que el mío no, no tenía uno y nunca tuve un gran interés en tener un celular. Pero ellos con su dependencia tecnológica en aumento, se apresuraron y leyeron los mensajes:

"Si lo vas a leer, léelo todo, porque a partir de aquí no hay vuelta atrás..."

No prestaba atenciòn, pero si, era una de esas cadenas ¿les han tocado? nunca creí en ellas la verdad, mandarle un mismo mensaje a 8, 10, 15...contactos para tener suerte o evitar que algo malo te pase suena absurdo si lo piensas. Claro que mis amigos no pensaban lo mismo y para "prevenir solamente" empezaron a enviar el mensaje rápidamente a todos los correos de su bandeja.

-Pienso que también te llegó, de todas formas te lo he enviado a ti también- Andrea me dijo sonriendo de forma natural, sin malicia, sólo por simple hilo del juego.

-¡Ah?...Aa si, vale- Le respondí.


-Bien, ¡adiós a tooodoos!- me despedí y camine hasta la parada de transporte. Luego de esperar 15 minutos, aborde y me senté, demasiado cansancio hicieron que mis párpados cedieran hasta el profundo sueño.

¡Crash! ¡Pum!

-Pero qu..qué, ahhg ¡que susto!- Desperté gracias al conductor y su "ingeniosa" maniobra para esquivar un hueco, todavía tenía media hora de viaje pero no dormiría de nuevo, en cambio para ocupar mi mente, vería el paisaje urbano por la ventana. Esos tonos de grises que eran difíciles de divisar entre la bruma, anunciaban la lluvia torrencial que empezaba a caer.

No había mucho espacio para respirar, la cantidad de gente que iba abordando se incrementaba y de igual forma la pesadez del aire. De nuevo el sueño que sentía quería vencerme, sin dejar que eso pasará, logré bajarme en la parada y caminar hasta la casa, 10 minutos de caminata bajo la lluvia.

En Mis PesadillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora