Gulmi había estado evitando a Hoshi durante todo el día.
Todavía no podía creer lo que había pasado.
Pero evitar a un poste de 1.78 metros que te persigue a todos lados es bastante imposible, y más si ese poste es tu compañero de clase.
Ingresó al salón esquivando a Hoshi pasando rápido frente a él.
El mayor la miró frunciendo el ceño pero Gulmi ni lo miró.
Durante el resto de la mañana Gulmi siguió esquivando a Hoshi corriendo en la dirección contraria de él.
Ya cansado de buscar hasta el cansancio a Gulmi espero hasta el receso y antes de que esta corriera fuera del salón la tomó del brazo y la arrinconó.
—Hoshi suéltame. Habló con la mirada baja.
—¿Qué te pasa? Haz estado rara todo el día.
—Nada.
—¿No conseguiste leche de banana hoy?
—No es eso.
—¿Entonces que es? No me digas que es porque te dije que tu me gustabas.
Gulmi lo miró sincera y asintió.
—¿¡Creíste que era verdad!? Hoshi comenzó a reír dejando a Gulmi atónita.
—¿Porqué me dijiste eso?
—Para que dejaras de molestarme. La jovencita sonrió falsamente siguiéndole el juego al mayor.
Pero sentía algo raro un dolor que nunca había sentido, ¿Por qué molestaba que Hoshi haya echo eso? Eran sólo amigos, los amigos bromean entre ellos pero...
¿Y si ella no quería que aquello que Hoshi le había dicho fuese solo una broma para que se quedase callada?
Hoshi se quedó esperando la risa de Gulmi o que le contestara con alguna broma pero pasó todo lo contrario.
—Oh, entiendo.
La pequeña dio media vuelta sobre sus talones y se alejó dejando a Hoshi abrumado y sin comprender que acaba de pasar.
<3
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