Nuestra noche

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Este capítulo será narrado por ambas, disfrútenlo.:)

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Natasha POV.

Habían pasados dos semanas desde que Wanda despertó, desde entonces no había ido a visitarla, no porque no quisiera, sino porque no podía verla a la cara, sentía pena, sin embargo no iba a dejar que ella volviera a su departamento sola, esta misma tarde la darían de alta, pero ella iba a venir conmigo a New York, necesitaba un empujón para hablar con ella y este iba a ser ese empujón.

Me encontraba en camino hacia la sala de reuniones antes de irnos a New York, Maria y Fury me habían citado a una reunión antes de partir.

-¿Qué sucede?- Pregunté.

-En New York se encuentra otro de los edificios de S.H.I.E.L.D, ambas estarán a salvo, les daremos un mes y después todos y cada uno de ustedes se reunirá conmigo allá, necesito platicar con ustedes antes de desmantelar a Hydra.- Dijo Fury, yo simplemente asentí, no tenía ganas de reprochar nada.

-Cuídate Nat, cuídense, sus papeles están arreglados, Natasha Romanoff no existe más para terceros.- Terminó Maria.

-Nos vemos luego.- Le ofrecí una sonrisa a Maria y salí de ahí, me encaminé hacia la habitación de Wanda, ella ya estaba lista, no me sentía capaz ni de levantar la mirada en su presencia, me sentía una mierda de persona, ha pasado casi un año desde lo que sucedió.

Estábamos a punto de llegar a New York, tuvimos que ser transportadas en uno de los quinjets de S.H.I.E.L.D para evitar que me vieran, teñí mi cabello a rubio antes de llegar New York, así yo pasaría más desapercibida. Al llegar a New York fuimos llevadas a mi Nuevo departamento, quedaba alejado del centro pero lo vista era preciosa y seguía teniendo un enorme ventanal, guié a Wanda hacia mi habitación, dejé que se acomodara mientras yo reunía el valor para hablar con ella, pasaron al menos 20 minutos cuando me encontraba frente a la puerta cerrada de nuestra habitación, que por ahora era solamente de ella; abrí la puerta y la vi sentada en el borde de la cama en dirección a la puerta, me recargué en el marco de la puerta levantando la mirada para ver aquellos ojos verdes que tan loca me volvían.

-Soy una ex-espía asesina soviética, mi verdadero nombre es Natalia Alianovna Romanova, nací en Moscú, cuando era pequeña mis padres fueron asesinados, después de eso fui reclutada, bueno más bien secuestrada diría yo...- Tomé aire bajo su atenta mirada.-Fui entrenada en la Habitación Roja, una organización encargada de entrenar y crear espías y soldados leales junto con Hydra, el proyecto en el que me involucraban era la base principal de la organización, su única función era crear a las mejores Viudas Negras, fui torturada, abusada y sometida a diferentes entrenamientos con el único propósito de convertirme en una esclava asesina perfecta para ellos y eso pasó, durante mi estancia y entrenamiento conocí a Ekaterina Petrov, ella era, era mi novia, la habitación roja prohibía cualquier acercamiento amistoso o romántico entre las reclutadas, para ellos eso era una distracción, una debilidad, cuando la líder se enteró, Madame organizó un combate entre ella y yo, no sabíamos que ese combate iba a terminar con la muerte de una de nosotras...- 

Caminé hacia ella sentándome a su lado, sentí como su mano tomaba la mía, a este punto tenía lágrimas acumuladas y un nudo en la garganta.

-Contuvimos nuestros golpes, yo gané, pero Madame esperaba más, Ekaterina dio su vida por las dos, fui obligada a matarla, si yo no lo hacía la iban a torturar debido a que de esa manera podían torturarme a mi. Le arrebaté la vida a la mujer que amaba, Wanda, arrebate vidas inocentes, estaba bajo el control de la habitación roja, cuando me gradué aparte de la esterilización a la que fui sometida, fui sometida a una especie de bloqueo mental, gracias eso tomé cientos de vidas, me convertí en una asesina a sangre fría; fui una de las culpables de la muerte de tus padres...- 

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