🔥 Última oportunidad 🔥

1.4K 146 53
                                    

Era domingo por la mañana. Una semana había transcurrió desde aquel extraño encuentro. Hai había estado bastante ocupado con el trabajó, apenas tenía tiempo de llamar al italiano para saber cómo estaba. Unas horas atrás, había llamado al Gambino para avisarle que saldría de la ciudad por asuntos de trabajo. El italiano se avía despedido. Su hermano estaba con Igor, Anya y Volkov se habían ido a dar una vuelta por hay. Tenía un día bastante aburrido. Su teléfono vibro, haciendolo saber que un mensaje acaba de llegar.

Salinas

Hola Toni 😘
8:45 am
*Foto de un culo grande*
8:45 am

Abogado lechoso
8:46 am
*Foto de un trasero muy muy grande*

¿Estás disponible?
8:47 am

La verdad es que si. Esta muy
aburrido el ambiente por acá.
8:48 am.

¡Genial! Ven al despachó,
que te invito a comer.
8:49 am.

Pasa ubi warro
8:49 am

*

Manda ubicación*
-----------------------------------------------------------

El italiano marco la dirección en el gps. Se arregló lo más rápido que pudo y salió a prisas de su casa. Tomo el Mercedes y empezó su recorrido hasta el despacho del abogado.

Lleno en cuestión de minutos. El abogado ya lo esperaba en la entrada. Vestía un pantalón de vestir con una camisa abotonada a los codos. Toni bajo del auto, encaminándose a dónde estaba Salinas.

—¡Salinas amigo!—exclamo alegre.

—Que pasa Toni, que gusto verte después de mucho tiempo—una sonrisa adornaba su cara, realmente adoraba pasar tiempo con el italiano.

—Me contaron que te comiste una semanita en el hospital, ¿cómo te encuentras ahora?—Salinas abrió la puerta, dando pasó a Toni.

—Mejor. Un loco con un palo de metal comenzó a golpearme después de salir del Vanilla—un escalofrío recorrió su cuerpo al recordar ese gran accidente.

—¿No te dijo porque?—pregunto curioso el italiano.

—No, eso fue lo peor. Solo me golpeó el desgraciado y se fue corriendo.

—Que perro—dijo Toni. En realidad le aliviaba que no supiera que lo habían golpeado por su culpa.

—Valla terrorista ijo'puta—el de lentes camino a la habitación que había mandado a construir hace poco, invitando a pasar al italiano.

—¿Y esto? Valla cuartito, ¿no?—miro atento cada detalle de la habitación.

—El trabajo era demasiado, así que me mande a construir un cuarto para dormir aquí mismo, en la oficina.

—Eso es de gente triste eh. Para mí que esto te lo construiste por guarro, para traer aquí a tu secretaría. Abogado lechoso—se sentó en la orilla de la cama.

—Hay vamos de nuevo. Tienes envidia de que tenga mucha virilidad para traer a muchas personas aquí—dijo orgulloso de si mismo.

—¡Que va! ¡Si tu duras lo mismo que que yo tardo en tomarme un buen zumo!—giro los ojos para mirar la pared.

—¿Apuestas?—camino hasta el italiano. Puso una mano en el pecho de este, haciendo presión para que se recostara en la cama— ¿Por los viejos tiempos?—paso su dedo pulgar por los labios del rubio.

Eres mío Poni Where stories live. Discover now