🥂Golden party II🥂

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Todo estaba listo. El día había llegado. Eran cercar de las 4:00 pm, el salón estaba acomodado y decorado. Carlo debía de ir por el pastel. Anya acomodaba la mesa de botana. Toni y Volkov acomodaban las botellas de alcohol en la barra. Todos estaba cambiados y arreglados, solo faltaba Jose. Al cual le habían dicho que se  arreglará y se pusiera guapo, para después mandarle ubicación de la casa.

—Quedo muy bonito chicos—dijo el asiático, mirando el interior desde la puerta de entrada.

—La verdad que sí, quedo todo muy bien para ser de un día a otro—exclamo Anya.

—Perros, ayúdenme a cargar esto, que pesa un cojon de dinosaurio—dijo Carlo entrando con el pastel.

—Es muy grandie señior Carlio—dijo Igor mirando las proporciones del pastel.

—No más grande que mi verga Igor. Mejor ayudame—dijo el italiano incitando al ruso a qué lo ayudara. Caminaron a la mesa de dulces y pusieron el pastel en medio de todo. Quedaba precioso desde cualquier ángulo. Las mesas en círculo estaban repartidas por los alrededores, para que no estorbaran en la pista de baile.

—¿A qué hora empiezan a llegar los invitados?—pregunto Carlo recuperando el aliento.

—Ahola—dijo el asiático mirando como varias personas comenzaba a entrar a la mansión. Todas ellas saludaron y se fueron sentando en las mesas. Entre ellas se encontraba Jose, el cual miro sorprendido el interior del salón.

—Bueno, pero...—hizo una pausa para seguir apreciando la decoración del lugar—¿Que festejamos?—pregunto preocupado al ver a todos muy bien vestidos.

—Tu cumpleaños bobo—dijo Toni acercándose al moreno para darle un abrazo.

—¿Mi que...?—exclamo mientras se separaba de los brazos del italiano. Un click hizo en su cabeza, había olvidado por completo que era su cumpleaños, pues tenía años sin celebrarlo—Chicos...—su voz comenzó a romperse, de sus ojos comenzaron a caer algunas lágrimas. De inmediato todos los amigos fueron a abrazarlo—Muchas gracias, chicos—dijo limpiándose los residuos de las lágrimas.

—No llores Jose. Somos una familia—exclamo la peli-blanca volviendo abrazar al moreno.

—A llorar a la lloreria Jose. Este es tu día, disfrútalo puto—exclamo Toni mientras palmeaba el hombro del pelinegro.

—Joie perria nio puedie estiar tristie en un día tian especial comio hoy—dijo Igor mirando al Heredia.

—Gracias, de verdad chicos. Voy a disfrutar esto demasiado—dijo dándole un abrazo de agradecimiento a cada uno.

—Espeliamos a los demás invitados y empezamos está mielda, Gambinos—exclamo el asiático.

A las horas el salón estaba casi lleno, estaba cerca de las 7:00 pm, cuando la fiesta comenzó. Algunos de los encargados de atender a las personas que se encontraban en el salón, comenzaron a tirar globos por todos lados. El confetti no se hizo esperar, tapizando el piso de este papel de colores. Varios éxitos comenzaron a sonar, llamando e incitando a las personas a ir a la pista de baila. Varías damas y caballeros ya se encontraban bailando. El ambiente estaba muy prendido. Las personas agarraban bebida tras bebida, estando así, la mayoría ya alcoholizados antes de las 10:00 de la noche. Después de un rato la play list había cambiado por completo. Los ayudantes habían repartido ya el pastel entre los invitados. Hai buscaba entre la multitud a Toni, el cual ya estaba algo tomado.

—Toni, ¿quieles bailal?—pregunto educado el asiático.

—¿Porqué eres tan formal? Si conoces mi cuerpo de memoria—dijo el Italiano, para acercarse más al mayor.

Eres mío Poni Where stories live. Discover now