El Hombre del Club I

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-Mereces a alguien que pueda pasar más tiempo contigo-
Fue lo que dijo Midoriya Izuku a su esposa, Midoriya Ochako, la mañana de un lunes mientras tomaban el desayuno.

-He ordenado todos los papeles, te puedes quedar en ésta casa, también he dejado a tu nombre la cabaña junto al lago que sé que amas, y el penthouse de la playa. Por supuesto que te corresponde una parte de las ganancias de la empresa, estarán en tu cuenta cada mes sin falta. Ojalá te ayude a iniciar el estudio de baile que siempre has deseado.

Ochako tardó unos minutos en asimilar lo que estaba escuchando, hacía 20 minutos que se había levantado de la cama con un suave beso de su esposo .

-¿Me estás dejando?
Izuku sonrió amablemente pero con una notable tristeza en sus ojos.
-Ochako, yo siempre te dejo, lo sé. Y eso nunca fue lo que yo quería para ti, para nosotros, pero...
-Pero siempre tienes algo más urgente... lo sé.

Ella sonrió con melancolía, pues esa parte de su esposo era lo que la había atrapado para empezar, la forma en la que el siempre tenía algo para dar a los demás, siempre preocupado por el mundo, por apoyar a las personas. Nunca imaginó que fuera esa parte tan generosa de él la que la confinaría en un mundo de soledad. Había sido un camino largo, cuando su esposo heredó las empresas de Toshinori decidió crear una fundaciónn de beneficencia, con la cual tomó varios casos de personas que no podían pagar abogados y los llevó el mismo. La gratitud de las personas llegó a tales niveles que su firma de abogados y el número de casos que solicitaban su apoyo creció enormemente. Izuku comenzó a pasar noches fuera de casa, que se convirtieron en semanas y con el tiempo en largos meses de ausencia para atender casos en ciudades lejanas.

-¿Ochako?
-¿Eh?
-Lo siento, me tengo que ir, por favor si necesitas algo, llámame. Cuando firmes los papeles mándalos a ésta dirección. Adiós.

Ella recibió un beso dudoso en la frente y se quedó sola en lo que ahora parecía una casa absurdamente grande.
Como si se tratara de una bomba, tomó cuidadosamente el sobre que contenía la sentencia de los últimos 3 años de su vida. Revisó sin ver cada uno de los papeles que iban dentro, y con cuidado, los firmó y los guardó de nuevo en silencio. Observó el sobre y caminó de regreso a la cama, donde se escondió como niña pequeña entre las sábanas.

No sabía cómo sentirse. No sabía si debía estar triste, furiosa  o histérica.

-¡TODAS!- gritó Mina Ashido.

Sus amigas habían volado desde los diferentes puntos del país donde se encontraban para llegar lo más pronto posible a su lado. Ninguna podía creer lo que estaba pasando.

-Nunca imaginé que Izuku chan terminaría descuidando tanto su matrimonio, siempre fue de los que se obsesionaban en hacer todo bien.- dijo Tsuyu

Pasaron una noche entera a lado de Ochako, esperando que tuviera una crisis emocional, pero nunca pasó. Ella no se sentía devastada, sólo confundida y como despertando de un largo sueño. Había dejado su carrera de lado, quería volverse mamá de tiempo completo para un hijo que nunca llegó, Izuku siempre le ofreció un puesto en la firma pero ella se había negado. Tal vez le asustaba descubrir que no era una abogada lo suficientemente buena.

-Ochako san... creo que lo que necesitas es una "liberación"... me gustaría llevarte a un lugar el fin de semana.....

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Ochako no estaba segura de haber tomado la mejor decisión, pero ya estaban allí.

-¿Ochako san? Te ves blanca, aún podemos regresar si no quieres ir - dijo Momo con sinceridad.-N-no, está bien, pensé lo que dijiste y creo que tienes razón.-Cuando te quieras ir puedes decírmelo, mira ya es éste piso.El elevador se detuvo y la castaña creia poder escuchar su corazón, Momo bajó primero, llevaba un muy escotado vestido rojo con abertura en la pierna, le sonrió y la castaña la siguió, ella llevaba un vestido negro de hombros descubiertos y con falda en corte circular corta.El local frente a ellas tenía la pared sin ventanas, la fachada pintada de negro, con una única puerta roja, Momo se acercó y tocó levemente, inmediatamente se abrió una ventanilla en ella y unos ojos curiosos las enfocaron.-¿Número de reservación?-A2765El hombre tras la puerta pareció corrobar la información y abrió la entrada para ellas, saludando cortésmente e invitándolas a pasar al siguiente cuarto, Ochako no lo pudo ver bien pues llevaba un antifaz pintado, pero pudo decir que era atractivo.Ambas se sentaron en el sofá de terciopelo que estaba en la pequeña habitación que daba un poco de claustrofobia a Ochako, pues era oscura, iluminada levemente con luces neón. De pronto la otra puerta que daba a la siguiente habitación se abrió y entró una hermosa mujer, de cabello azul claro y esbelta figura, quien iba en topless, sus pechos voluminosos y tersos estaban decorados artísticamente con pintura fluorescente, la castaña sentía que era de mala educación pero no podía apartar la vista de ellos.-¡Buenas noches y bienvenidas! Señorita Yaoyorozu siempre es un placer tenerla aquí, usted conoce las reglas pero veo que trae una amiga nueva, así que daré el discurso de introducción normal.A Ochako no le sorprendió que conocieran a su amiga por su nombre real, pues ella le aseguró que aquél club swinger era tan famoso y exclusivo gracias a su discreción. -Bienvenidas a Luz de Luna, el club swinger más exclusivo de la ciudad, nos gusta ofrecer a nuestros clientes lo mejor de lo mejor, así que contamos con diferentes áreas, la primera que está saliendo de ésta habitación es un bar con varios sillones y mesas, aquí pueden tomar algo mientras 'echan un ojo' a los demás invitados, como notarán, nuestros meseros y demás personas en servicio irán desnudos, pero con el cuerpo pintado, ellos no participan en el 'intercambio' porque si no nadie serviría los tragos jeje. El bar tiene escaleras a la terraza , donde en un rato más empezará el show principal, conectados a la terraza hay 4 cuartos más, uno de ellos es la esfera, allí las ventanas dan luz para que lo que ocurra dentro se vea en la terraza, los demás son un poco más privados pero ninguno es exclusivo, después de todo somos un lugar para compartir.La chica buscó algo en la pequeña bolsa que llevaba y Ochako trató de digerir todo.-Tenemos 3 pulseras de colores, la roja significa que sólo están aquí para ver, con ella nadie se les acercará y por supuesto nadie las tocará. La amarilla significa que no están seguras, podrán acercarse y buscar un encuentro y viceversa. La verde significa sí y súper sí, no es recomendable para la primer visita, pero es decisión de cada una. Por supuesto que pueden negarse, y nadie puede obligarlas, nuestros meseros se encargan también de ello, si algo va mal no duden en denunciar, aunque la reputación de éste lugar se debe también a la educación de nuestros participantes, nunca hemos tenido un incidente pero siempre es importante prevenir.Entonces, chicas ¿Qué pulsera les doy?-Hoy llevaré la roja, quiero estar disponible para cuando mi amiga quiera irseMomo le sonrió a Ochako y ella trató de armarse de valor.-C-creo que la amarilla está bien.La anfitriona sonrió enormemente.-¡Excelente! Les pintaré su antifaz.La chica dibujó en la cara de ambas un antifaz con pintura neón y la castaña trató de respirar profundo.Al salir al bar, Ochako pudo ver que en efecto los meseros estaban desnudos, las chicas llevaban pintados interesantes y sensuales diseños alrededor de pechos y pelvis, los hombres únicamente el torso y las nalgas, la primeriza no sabía ni donde posar la vista, pues era imposible ignorar las erecciones enormes de la mayoría de ellos.Momo le dijo que se sentaría en la barra toda la noche, para que ella pudiera sentirse más libre pero segura, así que Ochako se sentó en un pequeño taburete recargada en la pared, no podía negar que se sentía excitada pero asustada.Trató de relajarse y comenzó a observar a las personas en la habitación, había un par de parejas que estaban besándose y tocándose a dos mesas de ella, y un par de chicas de pie cerca de la barra estaban masajeando sus pechos mutuamente. Tragó saliva.-¿eres primeriza?Una chica rubia y alta tomó por sorpresa a Ochako quien no la escuchó acercarse, vestía un escotadísimo vestido verde esmeralda, era hermosa y con labios carnosos, su cabello Rubio oscuro bajaba por su espalda, parecía extranjera.-S-sí.La rubia se sentó junto a Ochako y comenzó a tocar su pierna.-¿Te molesta si hago ésto?- No lo sé, en realidad no me gustan las mujeres... -Yo siempre he salido con hombres, pero a veces estar con mujeres es liberador.Como no encontró negación de parte de Ochako, la extraña se acercó y la besó, la castaña ni se movió, nunca había besado a una mujer, ni lo había pensado, pero aquel lugar tenía un efecto extraño en ella, la pareja a su lado habían comenzado a desnudarse y lamerse y eso la excitaba de forma extraña, por lo cual decidió dejarse llevar.La rubia metió su lengua en su boca invitándola a jugar y la primeriza sintió explotar algo en su interior, la mujer frente a ella era innegablemente sensual y podía sentir sus senos aplastar los suyos. Mientras se besaban, la chica comenzó a deslizar los dedos en la entrepierna de Ochako con cuidado, esperando por si ella la detenía pero en vez de eso la castaña se aventuró a acariciar los senos de su compañera, descubriendo los pezones hinchados. La rubia se separó y sonrió, para luego sacar sus pechos del vestido.-¿Te gustaría probar?Ochako trató de encontrar algo de razón dentro de ella, pero la chica a lado suyo parecía estar recibiendo el mejor sexo oral de su vida y algo parecía arder en su propia entrepierna ¿de verdad iba a chuparle los pechos a una perfecta desconocida? De pronto recordó la cara pacífica de su ahora ex esposo al anunciarle que se divorciarían y se armó de coraje.Se acercó torpemente a los pechos hinchados frente a ella y comenzó a lamer tímidamente, la rubia gimió levemente y Ochako empezó a sentir mas confianza, succionando los pezones como algunas pocas veces ella experimentó. La rubia comenzó a gemir de forma más constante y Ochako se sintió envalentonada, aquella chica sabía a canela, de forma que la lengua le cosquilleaba un poco. Entonces la chica tomó el rostro de la castaña para volver a besarla y ella no pudo evitar pensar en qué le diría su ahora ex esposo si supiera qué estaba haciendo, seguro se enojaría, y eso la hizo sonreír. De pronto la chica dejó de besarla y se alejó para sonreírle.-Para ser tu primera vez no estás mal.Ochako enrojeció -No sé qué pasa, creo que es el lugar, me hace sentir... mareada.-Deben ser las feromonas en el aire, es normal. ¿Sabes? Vengo con un 'amigo', suele ser un poco brusco, pero creo que te gustaría. -No lo sé... aún no sé bien cómo llevar todo ésto...-Tranquila, es un buen sujeto, sí no te interesa se irá, pero le gustan los retos debes saberlo. Lo mandaré contigo, yo debo irme porque llegaron ya otras personas con las que quiero jugar.-Gr-racias.La rubia le guiñó un ojo y se fue.Ochako se quedó sentada, esperando a ver si aquél chico venía, comenzaba a sentirse más excitada y no sabía cómo lidiar con eso, su matrimonio nunca había sido muy sexual, y cuando en ocasiones se masturbaba solía sentirse culpable. Era por eso que Momo la había llevado allí, 'Tienes que aceptar la sexualidad como algo que tienes derecho a disfrutar, el conocimiento de tu propio cuerpo es tu derecho y obligación ' era lo que le había dicho su amiga.Y ahí estaba. De pronto un alto hombre Rubio con el cabello peinado hacía atrás se acercó a ella con Dos tragos.-Hey, cara redonda, me recomendaron venir aquí, ten.- dijo extendiendo su trago¿cara redonda? Nadie la había llamado así antes, frunció el ceño dudando que ese chico fuera a agradarle, sin embargo aceptó el trago, pues era muy atractivo con sus jeans negros y su camisa desabotonada se veían sus perfectos abdominales.Comenzaron a tomar su trago sin decir nada, escuchando los gemidos de las parejas a sus lados.El hombre tenía un perfil atractivo y unos ojos carmesíes afilados, mientras Ochako bebía su trago se preguntaba cómo se sentirían sus manos en sus muslos.-Hey, sí de verdad es tu primera vez Aquí, tal vez quieras ver.Ochako asintió, preocupada de pronto, no quería parecer una novata... pero lo era, su experiencia sexual se basaba en la vida con su ex marido, y había sido lo que ella consideraba 'normal', sexo suave y dulce las veces que él podía llegar a casa. El chico Rubio le indicó que habían llegado, era una especie de escenario, se sentaron en una mesa disponible un poco alejada, había varias parejas pero sobre todo eran mujeres.La castaña se sentó un poco temblorosa, las parejas a su lado se besaban y tocaban y ella no podía evitar pensar que quería que el Rubio hiciera lo mismo con ella, por lo que había visto se estaba tomando su tiempo y se preguntó por qué. De pronto el show inició, un alto y apuesto hombre salió a la tarima, llevaba un antifaz y pantalón negro, su torso iba desnudo y dejaba ver si preciosos pectorales y abdominales perfectos. La música empezó y la gente aplaudió. -Bienvenidos al show estrella, gracias por acompañarnos. Como cada noche elegiré una afortunada del público. Todas las mujeres se agitaron en sus asientos, ansiosas por ser elegidas, pero manteniendo silencio, como niñas buenas que buscan ser recompensadas.La castaña no tenia idea cuál era el 'show', pero estaba ansiosa por ver.El hombre comenzó a rodear el público y cuál película dramática posó sus ojos en Ochako, quien tragó saliva. Sin embargo cuando el hombre iba a extender su mano hacía ella bajo la mirada de todos, el Rubio se paró y extendió el brazo para cubrirla.-Ella es mía hoy. - dijo con un tono cortante y un poco salvaje -Vaya, es una pena en verdad.El hombre dio la vuelta y eligió otra chica, de vestido verde y cabello largo rosa.La expresión de aquel Rubio refiriéndose a ella como 'suya' La hizo molestar un poco, y al mismo tiempo hizo encender algo en ella. Él se volvió a sentar en silencio sin voltear a verla siquiera.La música empezó, la mujer de cabello rosa tomó asiento en un loveseat de terciopelo morado y el hombre comenzó un baile sensual.Ochako se sentía avergonzada de estar viendo eso junto a otro hombre desconocido, pero conforme bebía el trago que él le había llevado se relajaba un poco.Las cosas en el escenario se fueron calentando, el hombre se puso atrás de la mujer, estiró sus brazos a sus muslos y separó sus piernas, alzando el corto vestido que ella llevaba, dejando a la vista de todos que no traía ropa interior. Entonces comenzó a mastirbar de forma experta la entrepierna de la mujer mientras ella gemía suavemente. Las parejas del público también habían comenzado a tocarse y besarse, y Ochako notó que el hombre en el escenario la veía fijamente mientras tocaba a la mujer de pelo rosa. Se sonrojó. Un gruñido a su lado.El rubio no parecía muy feliz, a pesar que había sido idea de él ir a ver. Por fin volteó a verla.-Larguémonos de aquí antes que me suba a patearlo. Ochako asintió, dando una última mirada a la mujer que parecía tener la mejor experiencia de su vida y el hombre que la masturbaba le regaló un guiño cínico y coqueto a la castaña mientras iba tras el rubio.Ella lo seguía hasta que de pronto el la jaló para atraerla contra una pared, donde la acorraló y se acercó a sus labios para susurrar violentamente.-Mientras estés conmigo, no puede haber alguien más, o mataré a ese alguien más. Ochako no pudo aguantar más toda la tensión sexual en el aire y se acercó para por fin saber cómo era la boca de aquel tipo de mal carácter. Él no se negó y le devolvió un beso violento que hizo temblar las rodillas de ella, sus lenguas jugaban sin temor mientras el intercalaba pequeñas mordidas en sus labios.Sus manos apretaban su cintura y se aventuraban a sus nalgas.De pronto él se separó. -Camie dijo que eres nueva aquí, aunque no lo pareces, las reglas son simples, sí algo no te gusta no debes hacerlo. Te invité un trago para que te relajes, pero no debes beber más, ni conmigo ni con nadie ¿entiendes? - Ochako se sentía regañada como niña pequeña pero asintió -¿Vienes con alguien más?-S-Sí, una amiga que dijo que esperaría por mi. Está en el bar, con pulsera roja.-Bien, no debes venir sola. Te ves demasiado suave, como una presa que pide ser comida. Debes cuidarte."Si tú me comes está bien" pensó sin decirlo, y asintió. El rubio tomó su mano y la guió a una habitación con menos personas, pero con una puerta de cristal que daba a la 'esfera' donde se llevaba a cabo un multi encuentro, había 3 hombres y 2 mujeres dentro. Y en la habitación una mujer se maturbaba mientras veía y otra pareja estaba ya en pleno acto.El rubio recargó a Ochako en la pared y comenzó a besarla intensamente, bajó por su cuello y sus hombros desnudos.-T-tú nombre... m-me gustaría saberlo.Tal vez era muy novato de su parte preguntarlo, pero quería ponerle un nombre al sujeto que hacía temblar sus piernas sólo con besarla. Aunque fuera un nombre falso. -Katsuki - dijo el rubio sonriendo salvajemente para luego dejar al descubierto los pechos de ella.La castaña asintió y mientras él besaba si cuello apretaba sus pezones, para después deslizarse lentamente hasta alcanzarlos con su boca y empezar a chuparlos. Su lengua hacía círculos y después mordía suavemente, se sentía bien para ella quien comenzó a gemir por lo bajo, acostumbrada a contenerse. Un poco frustrado por ello comenzó a bajar por el abdomen de ella cubierto por el vestido, hasta llegar a sus muslos y comenzó a lamerlos lentamente, saboreando la piel de durazno. Ella no podía detener el temblor en sus piernas pero ya no estaba apenada por ello, pero sentía ansías, su ropa interior estaba bastante mojada y mientras sentía la lengua de él mojar sus muslos se preguntó por qué no iba mas allá. Entonces él acercó el dedo índice de su mano izquierda y apretó suavemente sobre laa bragas de ella, sólo para comprobar complacido la humedad en ellas.Ochako no podía más y gimió, y armándose de valor movió sus manos para bajar su ropa interior, quedando expuesta al rubio, quien la ayudó a sacar su pequeño bikini y lo guardó en el bolsillo de su pantalón. Luego regresó a mordisquear el interior de los muslos de ella.La castaña no entendía, básicamente se le estaba ofreciendo dejando expuesto su sexo, pero él sólo seguía lamiendo sensualmente sus muslos, pero cuando bajó la mirada y se encontró con los afilados rubíes del chico, lo entendió de alguna forma. Quería que lo pudiera.-K-katsuki-¿Mhm?-Quiero... sentir tu boca.-La estás sintiendo.No se lo iba a dejar fácil.Ochako estaba demasiado ansiosa como para ponerse delicada, por lo que llevó su mano derecha a su vagina y con sus dedos abrió sus labios.-La quiero aquí...Con una sonrisa complacida el rubio se acercó por fin al sexo de ella, dejando que sintiera su cálido aliento primero. Cada fibra de ella vibraba de ansiedad, y cuando por fin el lamió dentro de ella creía que moriría de placer. La tensión sexual acumulada parecía por fin explotar en la castaña, quien comenzó a gemir descaradamente, logrando que la pareja al fondo por fin les prestara atención.Katsuki se dedicó a explorar cada pliegue dentro de ella, rebuscando también en el interior con su lengua, quien de forma experta acariciaba el clítoris expuesto e hinchado de la mujer.Ochako entonces supo que todo en su vida había sido una mentira, en realidad lo que ella consideraba 'sexo' parecía una tontería ahora. Ahora sabía que nunca había sentido tal placer, que nunca se había sentido tan libre y complacida, y eso a manos de un extraño.El vientre de ella comenzó a entibiarse, iba a terminar y no podía creerlo. Consciente de ello, el rubio comenzó un movimiento rítmico mas salvaje con su lengua, ella tomó el cabello bien peinado del hombre mientras se retorcía de placer. Su entrepierna vibraba y ella saboreaba el orgasmo más intenso de su vida, sus piernas no pudieron más y por fin cedieron, mientras ella se dejaba caer recargada en la pared. Su respiración era agitada y se sentía mareada, trató de calmarse y al abrir Los ojos se encontró de frente con Katsuki, quien lamió cínicamente su boca.Ochako trató de recuperarse, sabía que ahora era su turno, y apesar de haber terminado aun se sentía deseosa. El rubio se puso de pie pero al extender su mano para ayudar a la castaña a levantarse ella se aferró a su cadera, buscando abrir el pantalón de él pero sin éxito, pues sus dedos temblaban demasiado, por lo que él tuvo que ayudarle, acomodando su ropa para dejar expuesta una erección que sorprendió a Ochako. Sin embargo ya estaba decidida, así que tomó el miembro frente a ella y lo metió en si boca sin pensarlo, comenzó a chupar y succionar mientras Katsuki sujetaba con fuerza su cabello.Pero entonces la duda y el pánico la embargó, sintió que estaba siendo torpe y comenzó a cuestionarse si lo que estaba dando estaba a la altura de lo que había recibido. Definitivamente no era una experta en sexo oral, lo había hecho poquísimas veces y era obvio que aquél hombre tenía suficiente experiencia para notar la ausencia de la suya.Trató de masturbarlo con su mano y lengua como había visto en la única porno de su vida, pero se sentía torpe y él no tenía cara de morir de placer.La realidad golpeó de pronto a Ochako quien se sintió con ganas de llorar.-Hey...-Lo siento, de verdad soy novata...-Tch, no seas tonta, lo haces bien.De pronto, la mujer de la pareja del fondo se había acercado a ellos, iba desnuda y se pegó al rubio, con la vista clavada en su erección.-¿Qué pasa aquí querida? ¿Quieres que te enseñe a dar una buena mamada? Tienes excelente material aquí... - dijo extendiendo su mano con la intención de tomar el miembro del rubio, pero él sujetó su muñeca bruscamente.-¿Quién mierda te invitó? -Uhm, lo siento no puedo evitarlo al ver a una linda chica en apuros.-Nadie está en apuros, así que largo. La mujer y el rubio se dedicaron miradas de odio y ella se fue.-Ugh, perdí el apetito- dijo Katsuki mientras se subía su ropa.-Vamos cara redonda.Le extendió la mano a la castaña quien se puso de pie y acomodó su vestido.El rubio sujetó bruscamente su mano y la guió entre los grupos y parejas que disfrutaban al máximo sus encuentros.-¿a dónde vamos? - preguntó ella.-Dijiste que tu amiga estaba en el bar esperándote.Ochako no pudo evitar desilusionarse al entender que la mejor experiencia sexual de su vida había terminado. Se sentía en deuda de alguna forma.Al llegar al bar de la entrada sólo había unas pocas personas besándose, casi no había rastro de la fiesta sexual de las otras habitaciones.Buscó en la barra con la mirada a su amiga y allí estaba, charlando con una chica de cabello verde y largo. Cuando volteó a ver al hombre con el que había estado notó que escribía algo en lo que parecía una tarjeta.-Ahm... ahí está mi amiga, yo... la pasé bien...-Sí, como sea joderLe extendió lo que parecía la tarjeta y en cuanto Ochako la tomó se dio la vuelta y se perdió de vuelta a la multitud.La castaña quiso decirle algo más pero no supo qué, por lo que se quedó viendo la tarjeta.BAKUGOU KATSUKIABOGADO09-XX-XX-00Trató de procesar el hecho de que 'Katsuki' era su nombre real y se sintió avergonzada por pensar mal de él. Pero lo que más la sorprendió fue que al reverso venía escrito con una perfecta letra cursiva que no correspondía para nada al aspecto del hombre 'si Quieres recuperar tus bragas, llama'Ochako recordó entonces que iba sin ropa interior, pues al quitársela él la había guardado en su pantalón.Enrojeció.¿Era una invitación sexual?Sin embargo la voz de su amiga que la llamaba desde la barra la devolvió a la realidad. Se acercó a ella y saludó a la chica de cabello verde.-¿Nos vamos Ochako? ¿Todo está en orden? ¿Cómo te sientes? - preguntó Momo cautelosamente pero emocinada, pues por lo desarreglada quebiba su ropa y cabello supo que sí había tenido algún encuentro.-Pues yo...

Caramel BombsWhere stories live. Discover now