CAPÍTULO 11 (extra)

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–Te voy a matar a ti también Cassandra

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–Te voy a matar a ti también Cassandra. –dice una voz ronca y grave.

–No vas a escapar tan fácilmente.

–Que lograras escapar de mi una vez no quiere decir que lo consigas dos.

–Cassandra...

–Cassandra...

Un cuchillo se clava en mi pecho y a partir de ahi toda la escena se llena de sangre.

.

Me despierto de golpe con gotas de sudor en la frente.

Aun es de noche, las cuatro de la mañana. Esta semana estoy despertándome todos los días con la misma pesadilla y a la misma hora. Últimamente soy la persona con el sueño más ligero del mundo. Me paso las noches en duermevela y a partir de las cuatro, la misma pesadilla me levanta y no consigo dormir más.

Me quito el pesado edredón y salgo de la cama hasta el baño público de duchas. Si voy al de la habitación podría despertar a Ludo, así que salgo por el oscuro pasillo alumbrado con antorchas y me guío también por la luz que desprende la luna. El guardia que vigila mi pasillo está sentado en una silla al lado de mi celda dormido profundamente en ella. Sigilosamente salgo en dirección a las duchas públicas para no despertarle y acabar en un problema.

El agua fría cae sobre mi cabeza y me espabila, hasta que oigo pasos acercarse y rápidamente cierro el agua de la ducha y me envuelvo en la toalla para evitar que me vean.

Abren la puerta de las duchas y entran dos personas.

–Cállate. ¿Es que quieres que nos oigan? –dice una voz femenina conforme se acerca hasta mi.

–Aquí hay alguien. –contesta una voz masculina.

Mierda me han pillado. ¿Pero, por qué hay un chico en las duchas de las chicas a las cuatro de la mañana? Creo que ya lo sé y... mierda, mierda, mierda, creo que les acabo de joder su momento romántico.

Salgo de donde estaba escondida. Es evidente que ya me habían visto, y cuando salgo consigo verles.

Matthew y una chica. ¿Quién era esa chica?

–Hola. –digo cortada. –Lo siento, os he fastidiado un poco vuestra escapadita. ¿Que hacéis aquí a estas horas? Estáis fuera del toque de queda. –digo sin mala intención.

Me percato de que estoy desnuda y solo una toalla envuelve mi cuerpo. Instantáneamente me giro sobre mi eje y les doy la espalda para que no me vean.

–¿Que haces aquí Cassandra? Te recuerdo que también estas fuera del toque de queda. –dice Matthew levantando una ceja y mirándome de arriba a abajo.

–Me daba una ducha porque no puedo dormir. –contesto.

La chica se acerca a mi. Es delgada y muy guapa. Tiene los ojos verde aceituna y su pelo rubio se recoge en dos trenzas despeinadas que la llegan a la cintura. Tiene un vestido negro corto ajustado y unos zapatos de tacón también negros. Aun no me había dado cuenta pero lleva detrás suyo una mochila azul oscuro.

En el punto de mira©️ (ongoing)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz