Señor y señora Black

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Nota de la autora: Este capitulo tiene contenido sexual explicito, para que nadie se sienta pasado a llevar se da aviso cuando inicia y termina la escena, pueden saltarla si así gustan.


Todo estaba perfectamente ordenado, la noche anterior los hombres tuvieron su despedida de solteros, y las mujeres habían optado por una pijamada, fue lindo y entretenido, pero ahora ambas futuras señoras se relajaban.

Ambas durmieron soñando en su futura vida, una vida hermosa junto a los amores de su vida, junto a sus pelinegros, ambas morena y rubia durmieron para dejar de ser Alejandra Zabbini y Narcisa Malfoy, para mañana en la mañana convertirse en las nuevas señoras "Potter" y "Black" respectivamente.

La rubia daba vueltas y vueltas en su cuarto, mientras la morena, no podía pegar el ojo, salía de vez en cuando corriendo al baño a vomitar, no sabía si era por el embarazo o por los nervios del día de mañana. Ambas madres, Hermione y Pansy, se habían preocupado mucho por la futura boda doble, de las herederas más grandes del mundo mágico. Hermione estaba próxima a tener su bebé, pero aun así compartía con sus hijos, por que para ella Orión es su hijo.

Al día siguiente, muchos elfos (pagados), servidumbre, y muchas personas, ayudaban a organizar los últimos detalles del evento del año. A la mansión Malfoy llegaban los Zabbini, para arreglar a sus hijas, y en la mansión Potter se arreglaban los novios.

Las muchachas se veían ansiosas, y querían que todo terminara pronto, a Alejandra le tomaron su cabello negro en un hermoso peinado, y a Cissy en una hermosa y larga trenza. Las maquillaron lo más natural posible, los ojos verdes llegaban a hipnotizar, la de ojos grises por primera vez se le veía ese brillo especial, ese que solo Orión y su madre habían visto alguna vez.

Les pusieron sus vestidos de novia, para la pelinegra un largo de color blanco, medianamente vaporoso; para la rubia un vestido blanco medianamente ajustado y corto. Sus respectivos zapatos. Una con una diadema de color azul, pendientes de plata antiguo, y prestado llevaba la liga que fue de su madre. La rubia llevaba un collar azul, una pulsera de plata antigua, y prestada llevaba la liga que fue de su madre recientemente. Ambas se miraron y esbozaron una sonrisa, quien diría que la actual princesa de Slytherin se llevaría tan bien con la que una vez lo fue. Vueltas que da el destino, el blanco y el negro viviendo en paz, casándose juntas, y sonriéndose como si fueran las mejores amigas de todo el mundo. Que más se podía esperar, si Ale había escogido a Cissy como madrina de su bebé. Y la rubia se había dado cuenta que la oji-verde era la mujer para su amigo azabache, ¿cómo odiarla? si no le había hecho nada, si simplemente se cruzó en su camino, en el momento que ella se sentía frustrada.

En la mansión Potter, se encontraban ambos pelinegros, uno de ojos verdes y uno de ojos negros. Ambos mirándose con burla, el uno del otro, simple, ambos observándose que tan nervioso estaba el otro, que tan preocupado se encontraba el del lado. Ambos ex- enemigos, si, por que ahora eran de los mejores, simplemente se dieron cuenta que sus "altercados" simplemente eran menores, que el "amor" que sintieron por la misma mujer, jamás existió.

James, a pesar de todo siempre estuvo enamorado de la pelinegra, de esa mujer que se entregó a él en cuerpo y alma, esa misma que le consoló cuando él creía estar enamorado de la rubia, esa misma que le enseñó a hacer el amor, que ese acto es tan especial, que solo ella le transmite amor, cariño, pasión y comprensión, estabilidad y seguridad, porque con ella él se siente completo, la misma mujer que le daría un hijo, la misma que ese mismo día se convertiría en su esposa.

A su lado Orión estaba tan feliz, feliz porque finalmente la rubia, esa misma que le había defendido, cuando ella era tan a penas una niña, esa misma que le robaba el sueño, la misma que amaba, la misma por la que dio su vida en algún momento, y lo volvería a hacer mil veces, porque lo que él sentía no había como describirlo, era... ¿necesidad? ¿Cariño? ¿Comprensión? ¿Amor?, no, era mucho más que amor, más que pasión, mucho más que necesidad, esa mujer era la razón por la que él vivía. Ella quien de una u otra manera se convirtió en una persona importante. Ella quien está más que conectada a él, si simplemente él amaba a esa mujer que hoy se convertiría en su esposa, la misma que desde ahora en adelante seria la Señora Black.

✔✔ La Princesa del Príncipe|| Tercera Generación||Where stories live. Discover now