Capítulo 31 "Sueños"

230 18 3
                                    

Karol Sevilla

-¿Entonces tú le propusiste matrimonio? No puedo creerlo- Exclamó Angie riendo y yo también lo hice porque sinceramente jamás me imagine pidiéndole matrimonio a nadie.

-Pues si- sonreí.

-Jamás me imagine eso, nisiquiera imagine que te casarías algún día - habló Phoebe que tenía a Nash sentado frente a ella, a él le gustaba que su tía le haga unas trenzas cocidas desde la frente hasta la nuca. No entendía porque mi amiga no le cortaba el cabello pero creo que era porque mi sobrino no se dejaba.

-¿Habrá una fiesta?-Preguntó Nash dirigiendo sus grandes ojos a mi. Ya estaba acostumbrada a que haya un niño entre nosotras cada vez que nos poníamos al día.

-Si, una muy grande- le guiñe un ojo a mi bonito y él sonrió enormemente para seguir jugando con su tableta.

-Bien pequeño, tus trenzas están echas- Phoebe le sonrío soltando el cabello largo del pequeño y éste soltó tu tableta y dirigió sus manos a la cabeza sintiendo sus trenzas

-Gracias tía, iré abajo, con los hombres- Dijo Nash bajándose de la cama y corriendo fuera de la habitación mientras todas reíamos

-Y yo me iré a dormir porque estoy cansada- murmuro Phoebe también levantándose de la cama

-Y yo iré en busca de ese pequeño a que se bañe y se acueste a dormir, ya es bastante tarde- dijo Angie mirando su teléfono, probablemente la hora.

-Está bien, mañana llegarán nuestras familia temprano, les aviso- Hablé mientras me recostaba en la cama una vez que mis amigas se levantaron

-Claro, adiós- se despidieron

Me levante para irme a cambiar por ropa más cómoda para luego meterme debajo de las sábanas mientras esperaba a Ruggero quién había salido con Dylan a correr afuera.

-Nena...- la voz de Ruggero interrumpió mi sueño haciendo que me despierte

-Hola, me estaba durmiendo- reí levemente mientras me sentaba en mi lugar. Mi sonrisa desapareció cuando vi a Ruggero con sus ojos rojos de tanto llorar.-¿Que sucedió? ¿están todos bien?- dije un poco alterada ¿Cuánto me dormí?

-Si, si, están todos bien - Dijo el tranquilo sentándose a mi lado. Mis manos fueron a su rostro acariciandolo

-¿Entonces que sucedió? ¿Por qué estabas llorando?- pregunté

-Es que debo contarte algo...

-Bueno, yo también... no me lo vas a creer- Dije emocionada. Pronto el sueño se me había ido

-Esto es más importante, creo.- Cuando se puso serio entendí que era realimente serio lo que planeaba decir y me asustó.

-Pues dime.

-¿Recuerdas cuándo salimos a correr? Hace unos tres días - asentí recordando- bueno, ese mismo día por la noche me llegaron los resultados de unos estudios que me había echo.

-¿Estudios? ¿Qué clase de estudios y por qué no me dijiste nada?- pregunté levantándome de la cama cruzándome de brazos.

-Yo... no quise preocuparte- Caminó hasta estar delante mío y mi corazón palpitaba fuerte como si supiera lo que se vendría - Eran estudios de rutina- observe cómo se calló y me puse nerviosa.

-¿Y? ¿Qué es lo que salió mal?

-Tengo leucemia, cancer en la sangre.

Pronto sentí como si mi mundo se derrumbara alrededor. Sentía como toda esa felicidad que tenía en mi cuerpo se iba de inmediato para dejarle paso al dolor nuevamente.

Nuestro Tacto |Adaptación|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora