Capítulo 21 "Te amo"

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Ruggero Pasquarelli

¿Cómo era tan estupido?

Apenas salí de esa casa me di cuenta del error que había cometido.

Una vez golpeando el gran saco delante mío me di cuenta que debía dejar de ser un estupido y luchar por lo que quería.

También sabía que debía ayudarla, por que la vi, vi mientras comía ese maldito sándwich, vi como no quiso comer el segundo, vi como no le puso azúcar a su café negro. Vi su heladera llena de frutas, verduras y agua.

No digo que esté mal, yo también manejo una especie de dieta pero ella... carajo ella no era así.
Ella es de esas chicas que comen y no engordan y si ella comía y entrenaba ¿Por que se preocupaba tanto obsesivamente con su peso?, por que puedo ver cuánto bajo.

También me doy cuenta de lo buena persona que es, de ese gran corazón que tiene. Ella está echa pedazos... este mundo la hizo mierda y yo mismo no me dejaba de reprochar lo que le hice, dejarla sin pelear.

Amo a mi hermano y la amo a ella, Benjamín había sido una de las personas que me saco de el hoyo dónde estaba cuando mamá me alejo de todos. El era mi vida entera y no podía dejarlo.

Así que si mi mamá ahora se había convertido en una bruja que no dejaría que vea a mi hermano a costa de que deje al amor de mi vida, esta vez no iba a permitirlo, no iba a dejar que me separara de ella otra vez. Voy a pelear.

Me dolía en el alma, desde que mi padre se fue ella es la única que me quedaba, la amo pero se supone que las madres cuidan y protegen y claramente esto no es lo que ella está haciendo. Su sobreprotección la cegó. El miedo de perderme la cegó.

Le pediría a Karol que venga a Londres conmigo por un tiempo y luego comenzaría acciones legales contra mi madre. Mientras tanto trataría de ayudar a Karol con su depresión por que sabía muy bien que tenía eso, la conozco tanto y conozco tanto esa enfermedad.

Mi cabeza daba mil vueltas, tenía tantos problemas, sumando todo lo dicho recién tenía la maldita pelea más importante de mi vida y siento que nisiquiera estoy emocionado. Quiero estar con mi hermano y Karol sana a mi lado, pero faltaría tanto para que eso suceda.

—Ruggero, concéntrate— Dijo John a mi lado. El era mi entrenador personal, estaba muy agradecido con él por haberme formado profesionalmente pero también extrañaba a Luis, él me formó como boxeador pero no podía cambiar a ninguno por el otro así que iba a ver si ambos podían estar en mi equipo.—Bien, toma un descanso— Dijo ya rendido a mi lado John.— Escúchame antes— Me tomó de los hombros poniéndome frente a frente con el—, no se que está pasando por tu cabecita ahora pero necesitas concentrarte, la pelea más importante de tu vida se acerca ¿Okey? — Asentí y él me soltó y palmeó mi hombro para que vaya a descansar.

Me senté en un rincón del gimnasio y tomé un poco de agua de mi botella.
Necesitaba un descanso de todo realmente.

Tome mi celular y le mande un mensaje a Karol para saber si podía venir y contesto diciéndome que si, fue rápido y me impresionó.

Al cabo de media hora cuando ya estaba terminando mis horas de entrenamiento la vi entrar, llevándose miradas de todos los hombres presentes y ella solo llevaba puesto un jean negro que se ajustaba a sus largas piernas y una blusa negra manga larga. Nisiquiera se daba cuenta de lo que ocacionaba en todos.

Pero más en mi.

—¿Es tu chica?— Me preguntó John a mi lado al ver que ella tomó lugar en una pequeña mesa con unas sillas a un costado del gimnasio dónde servían bebidas.

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