Capítulo 26 "Volver"

Comenzar desde el principio
                                    

—Está bien, lo entiendo y lo acepto — susurre y volví a abrazarlo.

—Lamento lo del aborto, lamento que no hayas podido confiar en mí para decírmelo, debió haber sido horrible pasarlo sola—Beso mi frente y volvió a mirarme a los ojos y vi los suyos llenos de lágrimas.

—Papá estaba conmigo.— murmuré y forcé una pequeña sonrisa.

—Si, él me ayudó a volver — entonces sonreí — es un buen hombre.

—Es el mejor padre.

—Lo se. ¿Quieres hablar sobre eso o no?

—Creo que estaré bien, solo dire que lamento que hayamos perdido a ese bebé— entonces él volvió a abrazarme fuertemente y yo me aferré a él tanto que arrugué con mis manos su remera. Iba a volver a llorar y ya no quería hacerlo, ya me sentía cansada, cansada de tanto llorar.

—Esta bien... sabes que me siento igual que tú, cuándo quieras estaré aquí — susurro en mi oído.

—Entonces— me separé de él recuperando mi postura y lo observé seriamente— te irás a Londres unos meses, si te necesito te llamo y si me necesitas me llamas.

—Si.

—¿Y está prohibido ver a otras personas verdad?— con todo mi corazón rogaba que diga que si porque por más que este en otro continente imaginarlo con otra chica rompía mi corazón.

—Nena— soltó una pequeña risa y me tomó de la cintura—, ya no hay más chicas para mi más que tú— mi corazón latía a mil por horas.

—Está bien, tampoco hay más chicos para mi— sonreí.

—Se feliz sin mi por un tiempo, volveré, lo prometo pero mientras tanto recupérate y vuelve a ti, vuelve a casa. — Volvió a tomar mi rostro en manos cosa que amaba y volvió a hablar y creo que será algo que recordaré por siempre— Vuelve a ser aquella chica feliz, aquella que alegraba mis mañanas cada día, vuelve a ser la chica que lloraba cuando veía una película triste o una mala noticia, vuelve a ser mi feminista favorita en toda la historia —sonreímos—, vuelve a ser esa chica segura de sí misma, consciente de sus decisiones. Al fin y al cabo, cuando estamos solos nos tenemos a nosotros mismo y aunque cueste hay que querernos y amarnos, vuelve a casa, vuelve a ser tu misma. Lo más importante, hazlo por ti.— Junto nuestras frentes y dos lagrimas cayeron de mis ojos.

—Dios, te amo tanto que te voy a extrañar todos los días— El sonrió enormemente.

—Y yo a ti, pero ahora, ambos lo necesitamos .

Entonces esa misma noche se fue.
Al día siguiente comencé a ver a mi terapeuta, entendí muchas cosas y recordé mucho de lo que había perdido.

Comencé a comer como correspondía y en meses volví a mi peso normal, me sentía mucho mejor. Me había alejado de los medios y eso fue muchísimo mejor ya que apenas sucedió todo lo de la madre de Ruggero y la pelea, la gente habló muchísimo sobre eso y había subido muchos seguidores de los que pensé que podría llegar a tener. Ruggero era muchísimo más famoso que yo.

Viaje una sola vez a Londres y fue para el cumpleaños del pequeño Benjamin. Cuando me encontré con Ruggero cuatro meses después de su partida fue genial, se lo veía feliz y yo también lo estaba, estaba recuperándome...

Ahora, hace dos meses no lo veía. Estábamos en octubre y me sentía completa, había sido un camino largo, muy largo. Iba a llamarlo, lo haría, pero por alguna cosa lo posponía, tenía miedo de su respuesta como la última vez que partió. Aunque él me aseguró que siempre estaría del otro lado de la línea tenía miedo.

Nuestro Tacto |Adaptación|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora