Remember | Draco Malfoy (memoria #2) ©

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Notita:
Las tardanzas en mis actualizaciones son porque este libro ya terminó hace tiempo, y lo único que estoy haciendo es corregirlo (algo que hago para sentirme bien conmigo misma). Dejé de escribir en wattpad por problemas de salud mental con los que aún lidio (esto también hace que me cueste corregir). No sé cuánta gente lee ahora mismo, ya que sois pocas las que votáis, por eso le he prestado menos atención a la corrección (pero no la he olvidado). Prometo que este libro se terminará de escribir y lo tendréis completo, solo necesito que me tengáis un poco de paciencia.

ily <3

Lethe

Hacía casi media hora que Draco se había ido. Empecé a preocuparme ya que desde la tienda hasta el apartamento, no había tanta distancia.

Miré el plato de comida —que aún estaba intacto— y me fijé en que ya había dejado de desprender humo, lo cual significaba que la comida se había enfriado.

Aparté  los ojos del plato cuando la puerta se abrió. Me levanto de un salto, esperando ver a Draco entrar en la cocina, pero no fue así.

—¿Blaise?

Estaba muy serio, con una expresión casi indescifrable, pero yo lo conocía:

—¿Qué le pasó? —pregunté con la voz ahogada.

No era muy difícil deducir que todo aquello se trataba de Draco.

—Vamos, tenemos que ir al hospital —dijo.

Mi barriga dio ese vuelco doloroso y tan familiar, que tenía lugar cuando mi cuerpo entraba en estado de nervios. Después de que aquella daga atravesó mi estómago, mi estómago se convirtió en la parte más delicada de mi cuerpo; dolía casi todos los días.

Haciéndole caso omiso a mis aceleradas palpitaciones y falta de aire, seguí a Blaise fuera del apartamento.

🥀

—Draco Malfoy —preguntamos por él al llegar al hospital.

—Tercera planta, habitación 209 —indicó la recepcionista.

—Gracias —murmuré, agarrando la mano de Blaise y caminando en la dirección que nos proporcionó.

Caminamos por los pasillos a paso bastante ligero. El olor a hospital me revolvió las entrañas, recordándome por todas las pruebas por las que tuve que pasar después de mi violación.

Sacudí la cabeza intentando que no me vinieran imágenes de aquel momento, pero era algo que me resultaba difícil, incluso imposible.

—¿Lethe, te encuentras bien? —me preguntó Blaise.

Me di cuenta de que le había soltado la mano y que me había quedado parada en medio de la escalera.

Lo miré y asentí.

—Estoy bien.

Continuamos nuestro camino hasta la tercera planta. Al llegar a ella, comenzamos a fijarnos en el número de las puertas, hasta toparnos con la numero 209.

—Espera —detuve a Blaise antes de que abriera la puerta—. ¿Qué fue lo que le pasó?

No quería llevarme sorpresas, por lo que prefería saber en qué estado me lo encontraría.