Black & Blue (Español)✔️

20. Violet (Parte 2)

—Tenemos que llevarte al hospital.

Black sacude la cabeza.

—No. —Black se mete la mano en el bolsillo de sus vaqueros y saca el teléfono—. Llama.

—¿A Red?

—No, Red se volverá incontrolable, llama a Amber.

Black tiene más sentido que yo, apenas me doy cuenta de que no he parado de llorar. Black toma mi mano y me da el celular.

—Estoy bien, Violet, pero no puedo manejar. Llama.

Le marco a Amber y trato de calmarme, no quiero asustarla de golpe.

—Esto si es un milagro —dice Amber al contestar. Black no es de llamar seguido.

—Amber —mi voz se quiebra.

—¿Violet?

—¿Puedes... venir por nosotros a la gasolinera del kilómetro 78?

—¿Estás bien? ¿Estás herida? ¿Qué pasa?

—Estamos bien, Black... bueno, Treyvon... solo ven por nosotros, por favor.

—De acuerdo, ya vamos para allá.

—¿Vamos? No, Amber no le digas a nadie, en especial Red.

—Mierda, Violet, estás en altavoz porque—Escucho ruido y luego esa voz helada al otro lado la línea.

—Estaremos ahí en 20 minutos —afirma Red y cuelga.

Me quedo con el celular al oído y escucho a Black suspirar.

—Ah, maldita sea. —Él se esfuerza y con mi ayuda, se sienta—. ¿Red sigue siendo un maldito toro incontrolable cuando se enoja?

Black pregunta, quizás con la esperanza de que su mejor amigo haya dominado esa parte de su carácter durante su ausencia.

—Sigue igual que siempre.

Yo me quito la camisa, quedando con la franela que tengo debajo y empiezo a limpiar la sangre del rostro de Black. Veo como su ojo derecho está comenzando a hincharse. Él solo me observa y lágrimas silenciosas me ruedan por las mejillas. La expresión de Black se suaviza y me limpia las lágrimas con el pulgar.

—Deja de llorar —me pide como si fuera tan fácil.

Verlo así, ensangrentado, adolorido y herido me duele demasiado.

—¿Por qué hiciste eso? Quiero golpearte, quiero—pauso porque me falta el aire.

—Violet, era un buen trato. Treyvon es un bastardo, pero nunca falla su palabra. Saldamos la deuda y ya no volverá a venderle a tu hermana. Yo puedo aguantar unos cuantos golpes, estaré bien.

Y eso me enfurece y ya no se trata solo de esta noche, sino de muchas veces donde él ha hecho lo mismo, como si su bienestar nunca importara.

—Y ¿tú?

—¿Yo?

—¿Por qué nunca piensas en ti, Black? —reclamo—. Siempre en los demás, teniendo el bienestar de todos por encima del tuyo, todo el maldito tiempo. Tú eres tan valioso como yo, como mi hermana. No eres desechable, no eres un saco que debe recibir golpes por nadie.

—Violet.

—¿Hasta cuándo? —mi voz se rompe de nuevo—. ¿Hasta cuando vas a verte a ti mismo como alguien inferior? ¿Por qué no puedes verte como yo te veo? ¿Por qué no puedes ver lo mucho que vales? Basta, Black, tú vales mucho, tú tienes gente que te quiere, a la que le importas. Tú—Black me jala y me abraza.