Capítulo 5

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—¿Estuviste casada con la Mujer Maravilla? —era lo más cercano a un grito por parte de Kara, que Lena había escuchado.

Ella, por supuesto, le había contado todo sobre su sueño a su esposa ¿Cómo no hacerlo?

Lorelai estaba dormida en sus brazos, se llevó un dedo a los labios silenciando a su esposa.

—Sí, estaba casada con una diosa, pero ¿sabes que me hizo darme cuenta? Que nunca he amado a alguien más de lo que te amo a ti, Kara Zor-el, y que nadie puede reemplazarte a ti o a Lorelai. Eres mi mundo entero. Cuando nos casamos, te dije en el altar que tú eres mi mayor fortaleza, es una certeza hoy como lo fue ese día. —levanto la muñeca y le mostro el simple brazalete con la cresta de la Casa de El.

Seguía usando el traje original de Kara, el de la falda, y el símbolo era claramente visible, aun, con Lori presionada contra su pecho.

También usaban anillos de boda, pero, Lena había buscado algo para acercar a Kara a las tradiciones de su mundo y el brazalete había sido una pequeña concesión, una que estaba feliz de hacer.

Kara se arrodillo enfrente de ella, extendió la mano con cautela para tocar el símbolo de su familia.

—Te amo, Lena Luthor-Danvers, te amo desde el momento en que te vi.

—Eso espero. —respondió Lena con ironía. —Eres una loca, Supergirl. ¡Volando hasta el sol, solo para salvarme!

—Lo hice ¿no? —Kara hizo un puchero, usando su súperpoder más devastador, sus ojitos de cachorro.

Lena no pudo evitar reírse y levanto a su esposa para besarla.

—Lo hiciste y estoy agradecida. Tan feliz como parecía esa vida, no es nada comparada con la realidad, que, de alguna manera, compartimos. Esta vida donde una Súper y una Luthor pueden estar juntas.

Tomando la mano de su esposa, acostó a su hija en la cama y se quitó el súper traje, trepando a la cama con la mujer que había amado desde el primer momento que la había visto.

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Los meses pasaron y las cosas se calmaron, al menos en la medida de lo posible en la casa Luthor-Danvers hasta un sábado por la mañana, cuando Kara y Lena fueron llamadas al DEO. La chica de acero beso a su esposa e hija antes de que saltaran al aire y volaran a las instalaciones secretas, bajando al balcón estaba una mujer con armadura, una espada y un escudo atados a la espalda y un lazo en la cintura, se volvieron a mirarla desde la mesa de operaciones con una sonrisa.

Lena aterrizo a su lado, sosteniendo la mano de su hija, ya que la pequeña aun no era lo suficientemente mayor como para volar sola, y un jadeo audible escapó de sus labios cuando la diosa miro a la pequeña familia.

—Es tan bueno conocerte al fin, Kara, —dijo Diana mientras se adelantaba y abrazaba a la kriptoniana. —Tu primo me hablo mucho de ti.

La guerrera se volvió a Lena, abrazándola también y terminando con un beso en la mejilla cuando dijo: —y tú también, Lena. Te pareces a una amazona que conocía.

Lorelai, parada detrás de Lena, aferrándose a ella con fuerza, emergió lentamente mientras Diana la miraba: —¿No eres preciosa? ¡podría devorarte! —incluso después de un siglo, Diana nunca había perdido su amor por los niños, aliviándose de verlos e incluso después de un siglo, Diana nunca había perdido su amor por los niños, aliviándose al verlos y Lorelai Luthor-Danvers era un niño muy especial.

—Ho... hola. —dijo Lori mientras daba un paso, con los ojos muy abiertos al ver a la diosa parada frente a ella y de repente, había un nuevo héroe en la vida de la pequeña.

Otra vida, otra esposa, pero, Kara Danvers siempre será mi héroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora