Capítulo 2

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Los sueños de Lena la acercaban más a la realidad, que sus horas de "vigilia."

Cuando se fue a la cama con su esposa Diana, la voz que le decía que esto no era real, hablaba más fuerte.

Si, ella tenía una esposa y una hija, pero no la mujer en la cama junto a ella o la pequeña pelinegra nombrada en honor a una general amazona que murió hace un siglo.

Simplemente, no recordaba quienes eran su familia realmente.

Sus días los paso en su laboratorio. Una vez pensó que curaría el cáncer, cambiaría el mundo. Diana y Antíope eran su mundo ahora y se había conformado con pequeños objetivos.

Antíope tenía sus juguetes en una esquina en la habitación y ella sonreía a la pequeña. Su primer día en la escuela fue pronto.

Demasiado pronto para su gusto, ella crecía rápido. Talvez sugeriría que la educaran en casa de nuevo. Diana quería que su hija hiciera amigos, que Antíope no fuera la única niña en la isla, por así decirlo; ya que había estado creciendo en Themyscira.

Lena quería protegerla. Todo lo que ella buscaba era proteger a las personas que amaba, y que de alguna manera la amaban también.

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En el mundo real, la chica de acero estaba fuera del radar, con Kara pasando sus días en la bahía medica del DEO y sus noches con Lorelai. En veces J'onn adoptaba su forma como superheroína, así Supergirl haría apariciones de vez en cuando, recordándole a Nacional City y al mundo que ella estaba ahí. Pero, Kara, ella no podía pensar en nada más que en su familia, la mujer pálida en la cama que la había dado un hogar mejor del que ella había conocido desde Krypton. Alex siempre seria su humanidad, pero, Lena, ella era su corazón y Lena todavía seguía durmiendo, después de todo este tiempo.

Los doctores habían decidido que Lena necesitaba un refuerzo para su sistema inmunitario, pero ¿Qué sistema inmunitario era más fuerte que el kriptoniano? O un humano con habilidades Kriptonianas, al menos. Los estimulantes que funcionaban en humanos no tenían ningún valor y los paneles solares repartidos por la habitación no habían hecho ninguna diferencia.

Ella tenía una idea, era loca, pero valía la pena intentarlo... sin embargo, hacer lo que había planeado podría llevarlas a las dos a la muerte y privar a Lori de sus madres.

Un suspiro escapo de sus labios... ella había tenido mucho amor que ofrecer cuando Lena había necesitado afecto desesperadamente, pero, el amor no iba a salvar a su esposa.

Kara miro hacia el cielo, su visión de rayos x, atravesando las paredes del DEO y clavo sus ojos en la fuente de sus poderes y el sol de Lena. El sol de la Tierra no era Rao, era la manifestación física de un dios, pero, la hacía más poderosa de lo que alguna vez fue en su propio planeta.

Quizá, era la clave para salvar a Lena.

Era mejor que hacer nada, pero todavía no... no, a menos que no hubiera otra opción.

Lori todavía necesitaba su Supergirl.

La chica de acero se inclinó y coloco un beso en la frente de Lena, antes de volar a su hogar y pasar tiempo con su pequeña, ambas compartiendo historias de Lena, hasta que Lori se durmiera. 

Otra vida, otra esposa, pero, Kara Danvers siempre será mi héroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora