Otra vida, otra esposa, pero, Kara Danvers siempre será mi héroe

Capítulo 1

Kara sostenía la mano de Lena con fuerza, mientras que la mujer que amaba yacía en una cama de hospital en la bahía medica del DEO. Una lagrima rodo por su mejilla mientras se inclinaba para besar gentilmente la frente de su esposa.

Esto era su culpa.

Cuando salvo la vida de Lena, al darle a la menor de los Luthor su sangren, mediante transfusión; venía con sus poderes y sus debilidades. El virus que se extendía por el cuerpo de Lena estaba diseñado para matar alienígenas, y aunque los kriptonianos eran inmunes al peor efecto del arma biológica, su esposa todavía estaba en coma y el DEO no pudo darle respuestas sobre cuándo podría despertarse.

Lena era ajena al toque y besos de su esposa. Su sueño era demasiado profundo para que, incluso, la doncella del poder pudiera alcanzarla, pero, su aguda mente, estaba tan activa como siempre había sido y soñaba con una vida diferente, un mundo diferente, ambos mejores y peores que en el que ella vivía ahora:

—Hola, mi amor. —dijo la adormilada Luthor con una sonrisa, mientras despertaba en su sueño en un apartamento suyo y, sin embargo, era sutilmente diferente. En la cama, a su lado; no estaba la chica de acero sino alguien más, una mujer con la piel bronceado y cabello oscuro.

—Buenos días, Lena. —dijo con un acento que sonaba con música. —Espero que hayas dormido bien.

—Siempre lo hago cuando estoy contigo, Diana Prince. —Lena sonrió y se inclinó sobre la cama, plantando un beso en los labios de la diosa, mientras sus manos dibujaban círculos sobre la piel desnuda. —Supongo que debemos levantarnos... mi madre estará aquí pronto.

—Supongo que deberíamos. —replico Diana. Aun así, se quedaron cómodamente por un tiempo, besándose hasta que sonó el timbre y Diana uso su súper velocidad para vestirse y atender, dándole a Lena tiempo para vestirse también.

—Madre. —Lena sonrió y abrazo al toque de la mujer cuando se vieron, pero, la mujer que la abrazaba no era Lillian Luthor. Era su madre biológica, aún viva y cuidando a su hija después de todos estos años.

—Es bueno verte de nuevo, Lena. —le dijo Miranda Thorul cuando el abrazo termino. —Y a ti también, Diana, pero ¿Dónde está mi nieta?

—¡Estoy aquí, nana! —Antíope Prince, corrió por la habitación y se lanzó hacía Miranda, abrazándola fuertemente.

Diana se rio entre dientes: —parece que uno ya ha aprendido la ferocidad de las amazonas.

Lena se permitió una sonrisa, apenas capaz de creer que esta era su vida y, todavía, de alguna manera, lo era.

La voz susurrando en el fondo de su mente, que esto no era correcto, que no era real, fue rechazada y se sentó con su pequeña familia a desayunar.

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En el mundo real, Kara sentada junto a la cama de su esposa, se fue solo para acostar a su hija. Cuando Lorelai Alexandra (un nombre dado tanto para honrar al hermano de Lena como a la hermana de Kara) Luthor-Danvers fue acostada, Kara juró que todo iba a estar bien.

—Le prometí a tu mami que siempre la mantendría a salvo, Lori, y tu mamá siempre cumple sus promesas.

—Lo sé, mamá. —bostezó Lori, frunciendo ligeramente los ojos para mantenerlos abiertos. —Extraño a mami, pero, ¡tú eres Supergirl y mami dice que Supergirl puede hacer cualquier cosa!

Cuando la pequeña niña cerró sus ojos, Kara suspiró y susurró:

—Espero que pueda, pequeña, realmente espero que pueda.