—¿Quién se encarga de pedir las bebidas?

—Yo mismo —se ofrece Darren.

Lía y yo le indicamos que queremos un Frappucino de caramelo. Lía espera a que Darren entre en la cafetería para hablar.

—¿Qué tal están las cosas con Darren?

—No ha pasado nada más entre nosotros, si es lo que me estás preguntando...

—No. Solo te preguntaba porque mi hermano está bastante ilusionado contigo.

—¿En serio? —le pregunto, preocupada. No me gustaría hacerle daño a Darren, pero ahora que las cosas van bien con James solo puedo verle como un amigo.

—No, solo estaba bromeando.

Suspiro aliviada y percibo rápidamente en Lía un gesto de molestia.

—¿Tan malo sería?

Abro la boca para justificarme, pero justo en ese momento aparece Darren. Deja nuestros cafés sobre la mesa y se sienta al lado de su hermana.

—¿Interrumpo algo?

—Nada —dice Lia, sin apartar la mirada de su café. Sé que le ha molestado, pero esta noche conocerán a James y por fin lo entenderá todo.

Me dejo caer en el sofá, con el disfraz de animadora ya puesto, y miro mi teléfono esperando que haya algún mensaje de James, pero no lo hay

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Me dejo caer en el sofá, con el disfraz de animadora ya puesto, y miro mi teléfono esperando que haya algún mensaje de James, pero no lo hay. Los nervios comienzan a apoderarse de mí y no puedo evitar pensar lo peor.

¿Y si se ha arrepentido de venir?

—Tranquila, tu príncipe azul llegará pronto —Escucho la voz de Kalie enfrente de mí, estaba tan distraída con el teléfono que no la he escuchado llegar.

Se sienta a mi lado y apoya su cabeza en mi hombro.

—Deja de darle vueltas a las cosas, tal vez su vuelo se ha retrasado.

Kalie tiene razón, debo dejar de comerme la cabeza por todo. Seguro que estará al llegar.

—¿De qué vas vestida? —Le pregunto dándole un repaso de arriba abajo.

Lleva una corona de flores en el pelo, un collar de flores blancas en el cuello, un top rojo y una falda de flecos verde.

—Soy Lilo.

—¿Quién? —le pregunto confundida.

—¿No has visto Lilo & Stitch?, o vamos, no me digas que no la conoces.

—He visto muchas películas, pero creo que esa no.

—Recuérdame que tenemos que verla juntas.

El timbre suena alarmándonos a las dos. Dirigimos nuestra mirada a la puerta y rápidamente salgo disparada hacia ella. Respiro hondo y la abro, encontrándome cara a cara con esos ojos grises que me hacen suspirar.

Harper & JamesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora