III

320 52 20
                                    

---Tomoe ya le ha dicho, creo, y yo tampoco he negado, que yo serví antes.

Esperé una respuesta, pero nunca llegó, así que entendí que simplemente debía hablar.

---Fui empática. Y no como cualquiera que entiende el dolor ajeno, sino que era ése mi trabajo. Así nos llamaban a quienes servíamos a la niña bendita por el mundo--- comenté--- Hubieron fallos en el modo de trabajar de mi ama, y hubo una rebelión para derrocar a tiranos que no existieron nunca.

Sentí que el aire llegaba a mis orejas, se sentía raro.

---Recuerdo que cuando llegaron a mí... bueno, éso no lo recuerdo, no sé por qué, lo olvidé--- hice una pausa--- A mi diosa la despojaron de su vida, le cortaron la cabeza--- sentí a Nanami tensarse.

Sonreí, "le estoy contando ésto a una chica de dieciseis años", pensé.

Tomé aire.

---Y no dudo que vi cuando lo hicieron, porque eso me contaron--- dije. Sonreí con molestia--- Me recalcaron todo el tiempo, esa vez, cosas como "ya viste como degollaron a tu niñita, ¿quieres que te corte los dedos?" o cosas del estilo.

Nanami dejó de peinarme, ya había terminado.

---El punto es: me tomaron de ambos brazos mientras le hacían lo que le hacían a mi diosa, y quise luchar. Luché.

Nanami se sentó junto a mí.

Me lamí los labios con pena.

---Y debo haber matado a un par de ellos--- Nanami me miró, sorprendida--- Parece ser que, de alguna forma, encontraron un punto ciego. Me golpearon, o algo, y luego cuando desperté: el cuerpo de mi ama estaba aún en el suelo.

Tragué saliva.

---El mismo que le cortó el cuello, con la misma arma, con la sangre de mi diosa tiñendo su filo, me cortó las orejas--- las señalé y las toqué--- Usted no me ha visto, diosa mía.

Mostró un rostro extrañado, mientras se permitía secarse las lágrimas.

---¿Qué no he visto?

---Mizuki es una serpiente--- nombré, ella asintió--- Tomoe es un zorro.

Nanami pensó un segundo.

---¿Y tú?

Sonreí.

---Soy un perro--- sonreí, enseñando mis caninos--- Es irónico, si lo piensa, ¿no ha visto a esos perros a los que les modifican las orejas para que se vean más imponentes?

Nanami mostró un gesto horrorizado.

---Bueno, es algo así--- expliqué. Me incliné la oreja hacia adelante, mostrando una cicatriz en el inicio de la unión de la oreja y mi cabeza--- El plan original era cortarme toda la oreja, pero le tomó demasiado tiempo y, bueno, al final sólo se llevó las puntas.

Nanami me tomó la mano.

---Tú ahora estás con nosotros. Nadie va a hacerte nada malo. Gracias por decírmelo.

Yo recuerdo, con gracia y ternura lo digo ahora, que esa misma noche miré a la luna por una ventana.

Tomé una liga para el cabello.

Decidida, me acomodé las hebras en una coleta alta.

Me senté a tomar el té después de haberlo preparado, quería volver a sentir el viento en las orejas.

Another Date With The Moon || Kamisama HajimemashitaWhere stories live. Discover now