Había Una Vez《Reylo AU》

Capítulo 4《Mía》

El día en este lugar pasaba de manera distinta que allá afuera, algunas veces era lento y tortuoso para todos, mientras que otras veces deseabas tener más tiempo para poder hacer más cosas en el día. Hoy era uno de esos días en los que deseabas que terminara de una vez, uno de esos días en los que te acuestas en la cama y cierras los ojos esperando a que pasen las horas hasta que llegue otro día, pero después de ver el reloj te das cuenta de que solo ha pasado un minuto.

—Lamento la tardanza

—Idiota— murmura Ben cerrando el libro de golpe mientras se pone de pie.

Archie pasa por la puerta principal haciendo que Charlie, Ben, Arte y Ana se pongan de pie en un brinco, ni si quiera le dio tiempo a vocero anunciar su entrada.

—Hola linda— se acerca a la menor de los hermanos, la toma de los hombros y la besa tiernamente.

—¡Ajam!

—Ana. Aceptamos tu relación, la ocultamos de madre pero por favor, te ruego, no muestras de afecto frente a nosotros— dice Ben haciendo una cara de incomodidad.

—Lo siento majestades. Ben, tu madre quiere verte

—Dile que estoy en Highgroove

—Es para discutir la seguridad de la señorita Rachelle. Nos comentan que ha sufrido cierta persecución por la prensa, su madre optó por proporcionarle un guardia

—Dile a Jamel. Lo conozco de hace unos años, es perfecto para el puesto

—¿No crees que deberías discutirlo con tu madre?

—¿Cuándo ha hecho uno de nosotros eso?— menciona Arte bebiendo de golpe el último sorbo de su trago.

La familia Real era una como muchas, a la vista de todos perfecta, detrás de las cortinas eran una familia disfuncional, Han y Leia no veían a sus hijos más que una vez al mes, el único vínculo que tenían esos chicos eran entre hermanos y la servidumbre, quienes los habían criado. No veían que detrás de esa fachada perfecta había grietas y quemaduras irremediables. Solo cubrían los moretones con maquillaje para no lucir como lo que eran...

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Después de el fin de semana en Irlanda el siguiente domingo tenían una cita de lo más formal. Ella, además de ser maestra, era pianista y esa tarde daría su presentación en el teatro. Ben había invitado a Charlie, Ana y Arte para que lo acompañaran y conocieran a la futura miembro de la familia. Y los únicos que estaban en el teatro eran Charlie, Arte y Ana, Ben estaba muy atrasado.

—¿Dónde diablos está?— dijo Charlie en voz baja.

—No lo sé, pero ella lo está buscando

—Me llamó Vins, se descompuso el convertible, viene en moto— Arte entró al cubículo rápidamente para asomarse por el balcón —Ou— La vio asomándose por la cortina y sintió un poco de lástima, hizo una mueca y se apartó para evitar seguir sintiendo pena.

La gente se puso de pie mientras aplaudía y la iluminación bajaba. Rey se sentó frente al piano usando un bello vestido de tul azul cielo con finos bordados de color dorado. Las primeras notas fueron bajas pero en cuanto los demás instrumentos se unieron, la pieza comenzó a sonar electrizante, aún así, sin el piano esa pieza no sería nada, era bella e hipnotizante la manera en la que sus manos se movían con rapidez y como la pasión se expresaba mediante la música que ella misma producía. Y era fascinante como en su rostro se veía las expresiones de paz y adrenalina combinadas.

Charlie la observaba maravillado, la tenue luz y los sonidos hacían que los sentimientos afloraran. Cada que la veía sentía que no podría resistir la idea de verla convertirse en esposa de su hermano, sentía que Ben no la merecía tanto como el. A mitad de presentación, un miembro del elenco se presentó ante la familia real.