Capitulo diecinueve

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— ¡Harry, están atacando el castillo y tienen el espejo! —

¿Draco los había enviado? ¿Todo había sido una mentira y lo odiaba tanto como para mandar a todo un pueblo a matarlo? Su corazón dolía, pero confiaba en que Draco no hubiera hecho nada de eso.

— Déjalos pasar. —

— ¿Qué? Pero Harry, vienen armados. — Hermione sonaba histérica.

— Lo se, les recomiendo que se escondan, pronto todo va a terminar. —

— Harry, no puedes rendirte tan facil. —

— Ya no me queda nada porque luchar, todo lo perdí. —

Hermione sintió su corazón doler y lágrimas acumularse en sus ojos.

— No los dejaremos pasar — Hizo una pausa. — Eres mi mejor amigo Harry. —

No respondió y escuchó a Hermione irse, tenía tantas ganas de llorar, de desahogarse por todo lo que había sucedido, por su corazón que dolía como jamás lo había hecho y por tantas cosas, pero no se dió el lujo de dejar caer ninguna lágrima.

Su mirada estaba en el balcón de su habitación, solamente viendo como gotas de lluvia caían cada vez con más fuerza.

Escuchó golpes en alguna parte del castillo y esperó que todos sus amigos estuvieran bien, pero no tenía la fuerza para levantarse e ir a revisar él mismo.

Minutos después escuchó la puerta abrirse lentamente, se giró y vió en su habitación a un hombre levemente corpulento, de cabello negro y con un arco en las manos.

— Harry ¿No? — Preguntó acercándose a paso lento, pero Harry no respondió.

— Soy Marvolo Gaunt, Draco seguramente debió contarte mucho sobre mi. —

— No, no lo hizo. —

El hombre soltó una carcajada.

— Sabes como es, siempre tan humilde. —

Leve ira pasaba por todo su cuerpo cuando hablaba de Draco.

— Terminemos con esto, a Draco le gustará tenerme pronto en casa, después de todo él es mi esposo. —

Harry abrió los ojos con sorpresa, Draco jamás lo mencionó, pero Draco era alguien reservado con su pasado y le rompía el corazón que nunca le hubiera contado, pero una parte de él decía que algo no estaba bien, el tipo frente a él era un idiota completo, Draco merecía más.

— No te creo. —

— No me importa, es un alivio que volviera, los niños lo extrañaron tanto, gracias por cuidar de él. —

El enojo de Harry se hizo más claro, pero no le dijo ni una sola palabra.

— ¿Últimas palabras? —

El silencio no se rompió, Marvolo sonrió triunfante, levantó el arco con una flecha y disparó.

Harry gritó de dolor y en un momento de distracción Marvolo lo lanzó por la ventana al pequeño balcón donde llovía a mares. Lo golpeó aún cuando estaba en el suelo y lo tiró del balcón, Harry resbaló hasta quedar a la orilla del techo.

Marvolo se acercó a paso seguro hasta Harry mientras sonreía, parecía hacerle mucha gracia todo lo que pasaba, de verdad se la estaba pasando bien.

— ¿Qué pasa monstruo? ¿Demasiado gentil como para pelear? —

Harry apenas pudo entender lo que decía cuando un golpe le dió directo en el estómago dejándolo sin aire por un momento.

Él dijo gentil ¿Draco le habrá dicho que era gentil? Sintió una leve punzada de esperanza recorrer su cuerpo. Marvolo tomó un trozo de piedra, largo y ancho, que había caído de una de las decoraciones del techo del castillo.

Marvolo levanto el brazo listo para golpear a Harry con el trozo de piedra.

En esa posición, un solo golpe lo haría caer del techo hasta su inevitable muerte.

— ¡No! —

Harry sintió todo su cuerpo llenarse de energía al escuchar esa voz, su mirada encontró a Draco que estaba en el balcón en la habitación de Harry, su mirada estaba llena de preocupación y lo miraba directamente a él.

La lluvia callendo sobre él lo hacía ver tan hermoso que Harry pensó que podía sonrojarse en ese momento.

— ¡Ya basta, Riddle! Si es que ese es tu verdadero nombre. —

Draco pensaba que podría chantajear o amenazar a Gaunt con su resiente descubrimiento, sobre su verdadera historia, su pasado y sus crímenes, pero para su sorpresa, Marvolo le sonrió con burla y su atención volvió a Harry.

¿Riddle? Harry miró al hombre frente a él y como una cubeta de agua, recuerdos leves llegaron a su mente, sus ojos azules le pareció inconfundibles en ese momento y una gran rabia se apodero de él.

Marvolo ignoró el segundo grito de Draco, después se encargaría de él. Levantó el brazo dispuesto a golpear a Harry, pero este rápidamente tomó su mano con fuerza.

Marvolo quedó sorprendido con la tremenda fuerza que tenía Harry, de un solo empujón logró que Marvolo terminará casi del otro lado del techo y la pelea continuo.

Tom no perdió el tiempo y golpeaba de un lado al otro intentando darle a Harry. Había un ruido de fondo, alguien corría hasta donde ellos estaban y entonces Draco apareció, Harry fue el primero en notarlo ¿Qué hacia en el techo? Podría lastimarse o Riddle podía lastimarlo.

Su preocupación por Draco lo distrajo y un fuerte golpe lo hizo resbalar, apenas pudo sostenerse para no caer del techo, la lluvia no ayudaba y hacia todo aún más resbaloso.

— Eres un — Se escuchó un fuerte golpe.

Esa era la voz de Draco ¿Riddle le había hecho daño? Harry jamás se lo perdonaría, reunió todas las fuerzas que tenía en sus piernas y brazos cansados para ponerse de pie junto a Draco.

Cuando logró recuperar su postura, vió a Draco, pero no como él pensó que lo vería, en el suelo o gritándole a Riddle. Draco estaba peleando.

Para ser alguien delgado, era fuerte, pues le estaba dando pelea a Tom, además era rápido, Harry solo reaccionó cuando vio a Riddle golpear en el estómago a Draco con el trozo de piedra que aún tenía en las manos.

Draco cayó al suelo, sofocado y adolorido, intentando recuperar aire y la ira de Harry se renovo.

Se lanzó contra el hombre de cabello negro y ambos calleron a una parte más baja del techo, Harry rápidamente se puso de pie y fue a esconderse para tomar ventaja mientras Marvolo tomaba de nuevo su fiel trozo de piedra. Harry estaba verdaderamente enojado, pero sabía que si se dejaba llevar por su enojo no iba a terminar bien, su objetivo ahora era alejar a ese hombre de Draco lo más que pudiera.

— ¿Por qué no sales y peleas? — Su voz sonaba algo cercana.

Hubo un silencio, solo se podían escuchar las leves pisadas de Tom al caminar y la lluvia chocar con el techo.

— ¿Estás enamorado de Draco, monstruo? — Los pasos se escuchaban cada vez más cerca de Harry. — ¿De verdad pensaste que podía amarte? ¿Cuando tiene a alguien como yo? —

Harry gruñó para si mismo y por un momento el enojo se apoderó de él. Se lanzó hacia Tom atacandolo, Tom fue rápido y golpeó con fuerza a Harry dejándolo por segunda vez muy cerca de la orilla del techo.

— Se acabó, Harry. —

El Prisionero De La Bestia [Harco/Drarry]Onde histórias criam vida. Descubra agora