Capitulo trece

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Después de eso las cosas mejoraron notablemente. Draco dejó de temerle a Harry, pues cada segundo que pasaba a su lado, podía ver lo tímido y dulce que podía llegar a ser, le daba ternura ver a un hombre tan fuerte comportarse torpe cuando estaba cerca.

Harry empezó a ponerse más nervioso cada vez que estaba con Draco, pero no por eso se sentía mal, le emocionaba de una manera inexplicable estar junto a Draco y sus ojos lo hacían sentir una tranquilidad que jamás había sentido.

Las comidas empezaron a ser más entretenidas, pues aunque al principio Harry parecía reservado, Draco descubrió que una vez que empezabas la conversación y que Harry tomara confianza, era casi imposible callarlo. Harry le contaba historias que Draco jamás había escuchado, Draco lo escuchaba con atención imaginando todo lo que Harry le decía.

Las comidas quedaron de lado cuando Harry invitó a Draco a un paseo, Harry pensó que lo rechazaría pues estaba llendo demasiado rápido, pero Draco no lo rechazó, ansioso de escuchar todo lo que Harry le decía, Draco había aceptado sin dudar.

Las horas fueron pasando y Draco se sentía cómodo al lado de Harry, todo lo que le contaba lo hacía perderse en su imaginación por horas y Harry siempre tenía algo que decir, incluso cuando se quedaba callado, que eran pocas veces, Draco se acercaba más a Harry, insitandolo a seguir hablando.

El día pasó rápido para ambos, después esas horas se convirtieron en días y cuando menos lo esperaron, los dos se hablaban sin ninguna timidez, como si se conocieran de toda la vida.

Ahora los dos estaban en el jardín, alimentando a los pájaros que se acercaban con miedo hasta las manos de Harry.

— No te muevas. —

Harry obedeció y un pequeño pájaro se puso de pie entre sus manos. Harry sonrió como pocas veces lo hacía y se giró hacia Draco para mostrarle de forma orgullosa el pájaro que ahora comía en sus manos.

Draco sonrió sin intentar esconderlo y Harry sintió una calidez en su corazón.

— No eres nada lo que aparentas. —

— ¿Eso crees? — ¿Eso era bueno o malo?

— Pareces salvaje y feros, casi como una bestia. —

Harry agachó la mirada, avergonzado por todo lo que había hecho con Draco el primer día que estuvo en el castillo.

— Pero no lo eres. —

Levantó la cabeza, mirando a los ojos pálidos de Draco intentando saber a qué se refería, pero lo que no se esperó fue que Draco acariciara con ternura su cabello negro y enredado.

El corazón de Harry parecía querer salirse de su pecho, la emoción y alegría lo invadió en segundos.

— Te juzgue mal, eres tierno. —

Ahora Harry creía que podría morir en paz. Tan metido estaba en sus pensamientos llenos de alegría e ilusión que no se dió cuenta que una bola de nieve venía hacia él hasta que fue demasiado tarde y se vio en el suelo por la sorpresa de ser golpeado.

Más adelante vio a Draco reír, una motivación y alegría casi inexplicable, al menos para Harry, lo invadió y con sus dos manos hizo una bola de nieve lo más grande que pudo para levantarla dispuesto a lanzarla contra Draco, pero una bola en su cara lo hizo tambalear y la gigantesca bola de nieve terminó callendo en su cabeza. Pudo escuchar la carcajada poco elegante de Draco, pero eso solo lo hizo sonreír más.

Pronto los dos empezaron a juntarse frente a la chimenea para leer un libro juntos, Draco solía leerle a Harry casi todas las noches después de la cena y Harry solía escucharlo con una sonrisa que no era vista por nadie, gracias a la máscara que siempre llevaba.

Hoy era un día peculiar, Harry y Draco leían en la biblioteca, en silencio, al menos hasta que alguno de los dos interrumpía el silencio para comentar algo sobre el libro que cada uno leía. Hasta que Harry decidió dejar al libro de lado, aunque tampoco es como si le pudiera prestar mucha atención con Draco frente a el, luciendo tan hermoso como siempre.

Draco se percató de su mirada y lo miró con una expresión interrogante.

— Lo lamento. —

Se apresuró a decir Harry de forma avergonzada, pero Draco soltó una risa contagiosa mientras miraba la ventana frente a el.

— ¿Alguna vez te has sentido así por alguien? —

Harry no sabía si la pregunta era para él o para Draco mismo, sin embargo si sabía la respuesta.

— No lo creo. —

Un silencio cómodo se formó entre ambos, hasta que Harry decidió romperlo.

— A ti — Hizo una pausa sintiendo los nervios crecer en su interior, tenía miedo de saber la respuesta a su pregunta. — ¿Te gusta estar aquí? ¿Conmigo? —

Draco volvió a mirar a Harry.

— Claro que me gusta, me gusta estar contigo. —

Harry sintió su corazón volverse loco, pero no quería hacerse ilusiones, Draco era hermoso, inteligente, valiente y muchas cosas más y Harry eran un príncipe mimado de aspecto horrible.

Sin embargo, si Draco decía verlo como alguien adorable sabía que lo estaba haciendo bien, si Draco no lo veía como un monstruo no le importaba lo demás.

— Entiendo si no quieres responder, pero desde que llegué siempre me pregunté ¿Cómo es que.. paso todo? Lo del hechizo. —

Harry se sintió algo incómodo, pero supuso que lo mejor era decirle a Draco la verdad.

— Fue mi culpa. —

— No lo creo. —

Eso hizo que las esperanzas de Harry crecieran, pero tenía que decirle todo.

— No, en verdad fue mi culpa, cuando mis padres murieron — Harry procedió a contarle todo a Draco.

Le contó de la muerte de sus padres, la guerra, como el conquistador había desaparecido y como se volvió un completo idiota, hasta que terminó por decirle lo del mago, sin embargo, Draco jamás había dejado de verlo o había hecho una expresión de desagrado.

Al terminar de contar la historia, que resumió lo mejor que pudo, sintió la mano de Draco sobre la suya, entrelazando sus dedos.

Harry se había enamorado, pero no sabía si era bueno o malo.

El Prisionero De La Bestia [Harco/Drarry]Where stories live. Discover now