Capitulo III: Raell Al Rescate

Mulai dari awal
                                    

—No sé, déjame decirle y te aviso.

Conociendo a Tito, sé que se esta conteniendo para no rodar los ojos con fastidio.

Nos quedamos un poco más conversando y dimos un paseo por los alrededores, hasta lo acompañé a comprarse la pinta² de esta noche y cuando dio el mediodía, no tuvimos de otra que comer por fuera de nuevo. Hicimos este día de shopping y para cuando regresé al apartamento me sorprendió no ver Aaron, ni que me escribiera siquiera.

Decidí hacerlo yo.

Amor donde estas? Hoy no me has saludado.

—Me iré a duchar, tengo un calor de muerte lenta —Tito se quitó los zapatos en pleno recibidor.

Se quedaría aquí el resto de la tarde, hasta que Tomás lo buscará para irse al club en la noche.

—¡No dejes el baño mojado! —le advertí antes que se metiera.

—¿Y como me voy a bañar, en el aire? —refunfuñó.

—Me refiero fuera de la ducha, secas bien el piso.

—Que latosa eres Liz —cerró la puerta y me preparé para decirle sus cuantas sino secaba el baño.

Yo odiaba el desorden, era algo así como una limpiadora compulsiva. Sé que no era normal, pero mis nervios me jugaban en contra en ese aspecto.

Escuché mi celular recibiendo una llamada entrante y era Aaron. Contesté de inmediato.

Hola amor.

Hola hermosa ¿que tal tu día?

—De compras con Tito ¿por qué me tuviste tan abandonada hoy?

Hubo silencio en la línea.

—Es que viajé a Valencia con mi papá y el de Andrea, cuestiones de negocio después te cuento.

De inmediato dudé y pensé que estaba mintiendo para estar con Andrea.

—¿Y Andrea fue?

No pude contenerme.

solo hablemos hombres, es cosa de negocio.

Me obligué a creerle, no debía dudar, el nunca mentía sobre eso. Hasta ahora cuando le tocaba estar con Andrea en algún lugar para aparentar, me lo contaba así me doliera.

Okey, ¿y cuando regresas?

Mañana mismo y en cuanto llegue voy a verte, te extraño mucho.

Se me escapó una sonrisa boba. Me encanta que me diga eso.

—Y yo te extraño más, por eso te escribí para saber de ti.

—Mañana te dedicaré todo el día.

—Esta bien...

Escuché que lo llamaron al otro lado de la línea.

Disculpa hermosa, te llamo más tarde ¿vale?

Esta bien, te quiero.

Terminé la llamada y más tranquila porque supe de él, me fui a cambiar con ropa cómoda. Tito salió del baño a lo poco con una toalla rosada envuelta y me dio risa ver a mi galán de otoño, dueño de suspiros de muchas chicas con esa toalla estaba muy chistoso.

—Pareces una tia—me burle.

—No me hagas demostrarte lo contrario Liz Torre —advirtió y me carcajee. Sé que bromea—. Por cierto, ¿sabes a qué princesa de Disney tienes un parecido?

Arriésgate Liz. Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang