Las ultimas dadivas de luz rojiza destellaban en sus ojos verdes que se habían vuelto oscuros como el jade. Igual que la primera vez que estuvimos juntos.

Pensé ¿Qué puede pasar?

Y lo besé.

**

El gritito agudo de Melina me hizo taparme los oídos. — ¡No mames! ¡Le dijiste que sí! ¡Ah! ¡Que pinche emoción! — Me dijo mientras pegaba brinquitos alrededor de mi cama.

— ¡Cálmate! Te va a dar algo y prometo que no te daré primeros auxilios. —

— Es que no mames pendeja... has pasado a ser territorio exclusivo. ¡Que pinche emoción! —

— Territorio exclusivo, pues que soy ¿Sitio de taxis? No me chingues. — Dije molesta. ¿Qué era eso de territorio exclusivo?

— Tienes novio y un pinche novio bien sabroso y con dinero. — La emoción de Melina era insana.

— Eso solo lo sabemos tú y yo. — Contesté con calma.

— Kendy, según Bruno, hay un chingo de viejas en la facultad que le han tirado los calzones a Ángel y básicamente él siempre ha ignorado a todas, así tipo: aléjate zorra. Y si a eso, le sumamos que tú tienes estatus de bitch inalcanzable. ¡Dios! Son la pareja perfecta.

¿En serio me acabas de llamar perra inalcanzable? —

— Kendy, conmigo no tienes que fingir. — Dijo con cinismo y es que sí. Melina me conocía todos mis andares.

— Como sea, ni siquiera sé cómo voy a hacer esto. Nunca en mi puta vida he tenido un novio. Ever!

— No es tan complicado. Solo tienes que compartir tiempo con él. Algún pasatiempo, tienen dos clases juntos así que pueden sentarse juntos y desayunar juntos y caminar por los pasillos juntos. —

—Básicamente, convertirnos en dos pequeños simios que se acicalan el uno al otro como tú y Bruno. — Respondí mordazmente.

— ¡Eso me ofendió! —

— Lo siento... pero no me imagino dependiendo de Ángel para hacer esas cosas, estoy acostumbrada a estar sola la mayor parte del tiempo. —

— No tiene que ser dependencia, pongan sus límites de hasta dónde quieren hacer ciertas cosas juntos y ambos respeten sus espacios. Lo que si te digo, es que me va encantar ver la cara de pendejas que pondrán toda la bola de viejas arrastradas cuando vean que perdieron cualquier oportunidad con él. —

— ¿Por qué se habrían de enterar? —

— Porque yo, tu mejor amiga, se los voy a decir y tú tienes que aceptar todo lo que te diga. Haré de su historia de amor un rumor épico que sea la envidia de todas esas mugrosas. —

— ¡Estás loca! —

— Tú solo no niegues nada de lo que yo diga. A ti nadie te va a preguntar directamente porque tienes como repelente de humanos, pero a mi si y haré que todas las viejas y weyes de la facultad, los envidien. —

— ¡Ya! ¡Haz lo que quieras! Mejor dime ¿Has visto a Sam? —

— ¡Nop! — Respondió sin demasiado interés.

— ¿Anda rara no? —

— Y de un humor de mierda, ya no sale de su cuarto cada que su amiga de la facultad la viene a ver. ¿Se la estará tirando? —

— Quizá. Pero a nosotras eso no nos debe importar. — Dije tajante.

— ¡Pinche hipócrita! Si te mueres de ganas por saber quién es la chava con la que anda. —

TE DESEO A TI (CENSURADA)Onde histórias criam vida. Descubra agora