No lo mires a él. (Levi x Lectora x Eren)

Capítulo 22: "Orgullo"

—Levi... —dijo Erwin mirándome con suma confianza.

Suspiré y nuevamente chasqueé la lengua. Rasqué mi nuca en señal de incomodidad, claramente no tenía de otra si quería salir de esta problemática sin repercusiones laborales.

—Había una chica, a la cual ese maldito idiota la estaba manoseando sin su consentimiento, pero claramente ella estaba paralizada y llorando así que no podía defenderse por sí sola, y simplemente le di lo que se merece esa maldita escoria.

Todos se miraron entre sí.

—¿La conoces? —me preguntó Erwin.

No dije nada.

—En el hipotético caso de que la conozcas, si te llegasen a inculpar de algo, ella podría dar un buen testimonio para que todo salga bien y no te echen del trabajo.

Mierda, ella no me ayudaría ni en lo más mínimo después de haberla calificado tan mal, obligarla a limpiar mi apartamento y haberla tratado como si de un muñeco de trapo se tratase. Estaba jodido. Era más fácil decir que no y pensar en alguna solución oportuna que no requiera algún testimonio.

—No —dije al fin.

—Bueno, la iluminación de ese bar es tipo discoteca, por lo que difícil reconocer las facciones del rostro de otras personas, también te beneficia el hecho de que hubo mucha gente, solo aquellos que estaban alrededor lograron presenciar bien la situación y ocultamos tu identidad al salir —dijo Erwin analizador como siempre—. Hange, tú conoces bien a los estudiantes de la facultad de artes, ¿cierto?

—Podría decirse que sí.

—¿Alguno de los que estaban alrededor podrían ser estudiantes?

—Los que alcancé a ver no.

—Muy bien, por ese lado creo que estamos bien, lo mejor es que no volvamos al bar para evitar problemas.

—¿Es en serio? —preguntó Nanaba.

Aquel bar siempre fue nuestro refugio durante varios años, íbamos todos los fines de semana para desestresarnos de la horrible semana llena de jornada laboral. Hange y yo somos los únicos que trabajamos en la universidad, Erwin tiene toda la mentalidad de un comandante y emprendedor, por tanto mi tío Kenny le encomendó la gigantesca tarea de encargarse de todos los asuntos de la empresa hasta que yo, según él, recapacitara. Siempre quiso que la empresa la maneje la familia Ackerman, y Mikasa apenas está estudiando, por lo que no puede.

—Desafortunadamente sí, no veo otra opción, tendremos que esperar al día siguiente y que la noticia no pase directamente a la universidad y que solo se quede como un rumor, lo que es lo más probable que pase —Erwin me miró de pies a cabezas—. También quema esa ropa y no la vuelvas a usar.

Me miré detalladamente, tenía los nudillos magullados de tantos golpes que le di a ese completo imbécil bastardo, además de que mis botas y jeans se encontraban ensangrentados de tantas patadas, un completo asco. La rabia y adrenalina del momento no me hicieron caer en cuenta de que estoy lleno de la asquerosa sangre de un posible violador en potencia, o si es que ya no lo era.

—Me quiero ir ya —salí corriendo sin despedirme, estaba dispuesto a quemar esa maldita ropa.

[...]