C a p í t u l o 12

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ー¿Iván...? ¿Me escuchas...?

La cabeza de Iván palpitaba una y otra vez como si fuera a explotar. Por alguna razón le dolía todo su cuerpo y se sentía de una forma extraña. Lo último que recordaba era gente muerta y a alguien abalanzándose contra él. Pero todo era muy vago.

Después de un tiempo por fin abrió los ojos.

ー¡Iván!

El pecoso frotó sus ojos con sus dedos hasta acostumbrarse a la luz y ver a Allan sentado al lado de él. Se le veía bastante animado.

Pero el lugar era frío. Olía a metal y a menta. Le parecía conocido...

ー¿Esto es un hospital?

ーEs mi consultorio.

ーTu consultorio huele a mierda.

ーHermano, es un consultorio. La gente viene aquí sin un brazo.

Iván trató de incorporarse pero Allan lo detuvo.

ーAún no estás recuperado.

ー¿De qué? ¿De mi oído? ¿No dijiste que me había quedado sordo perma...?

ーSí, sí. Pero... ーsonrió de oreja a oreja sin poder controlar la emociónー. ¡Adivina! No me lo vas a creer. Es que... Hermano, soy lo mejor. ¡Desactivé el arma mientras estabas inconsciente! No sé si te diste cuenta pero también arreglé tu oído. ¡Y además...!

Allan había borrado la memoria de Iván. Aparentemente, el cuerpo del chico tenía otro cuerpo creado solo con tecnología. Esto quería decir que, aunque Iván tuviera su propio cerebro, el cual recibía y mandaba información, había una tarjeta de memoria con la misma función. Y de esa tarjeta fue de donde pudo borrar los recuerdos en donde Iván alguna vez estuvo con Cry.

Lo había hecho para parar el dolor que Iván estaba escondiendo. Supuso que sería lo mejor, dadas las circunstancias.

ー¿Además qué?

ーBueno, además te hice un favor que si supieras me darías hasta las nalgas.

ー¿Qué fue lo que hiciste?

ーDigamos que ahora serás más feliz.

ーPues gracias, supongo. La verdad que con el simple hecho de desactivar el arma ya te daba las nalgas. De verdad, no sé cómo agradecerte esto...

ーBueno, hay algo que puedes hacer por mí.

ー¿Qué es?

Allan sacó su celular y le mostró a Iván una foto de un chico castaño con ojos azules y de piel pálida.

ー¿Ves a este chico?

ーSí...

ーEs guapo, ¿no?

ーSí, es guapo pero, ¿quieres mi ayuda o quieres descubrir mi sexualidad?

ーVerás. Necesito atrapar a este chico porque él tiene algo que necesito quitarle. Quiero que cuando lo veamos yo lo distraiga y tú desde atrás lo ataques con un golpe y lo dejes inconsciente.

ー¿Quieres secuestrarlo?

ーSí, bueno, la verdad sí. ¡Pero es necesario! Créeme.

ーDe acuerdo... ¿Y Sebastián? ¿También lo desactivaste?

Allan puso una sonrisa triste.

ーNo puedo hablar sobre eso...

Porque Allan sabía que los controles los tenía el gobierno enemigo. Y aunque ya no pudieran controlar a Iván, podían controlar a Sebastián. Lo que quería decir que Sebastián ahora se había vuelto igual que Cry. Un asesino sin libertad del cual había perdido su ubicación. ¿Cómo podría desactivarlo si no sabía dónde estaba?

ー¿Estás...?

ー¿Bien? Sí, estoy bien.

***

SIETE MESES DESPUÉS

Cry

Desde que robó las armas no había vuelto a ver a Iván. Su día a día era matar a todos los paramilitares, mientras que Sebastián mataba a los militares. No importaba si alguno le hacía daño, podía reemplazarse por partes metálicas.

Al único que había visto y con el único con quien podía socializar era con Sebastián. Se habían vuelto muy cercanos, pues eran los únicos en quienes se podían refugiar. Pero algo había pasado durante esos meses que Sebastián había perdido todo brillo en sus ojos. Cry no quería preguntar, pero quería saber.

Sebastián había sido su único soporte durante esos meses.

ー¿Estás bien?

Cry y Sebastián se encontraban acostados en sus camas con las luces de las lámparas prendidas.

Sebastián se rió.

ー¿Qué?

ー¿Pasó algo allá afuera?

ーAy, Cry... Hice algo que no estaba en mis manos, ¿sabes? Sí, sí lo sabes... Has herido a Iván y él te gusta, ¿no? Me pasó lo mismo pero...

Comenzó a llorar mientras su voz se entrecortaba.

ーPero él es un doctor. ¿Sabes a quién herí? ¿Sabes quién es el militar en esta historia? Cry... ¿Cuándo va a acabar esto?

Inevitablemente el ojiazul también estaba llorando. Podía compartir los mismos sentimientos que su amigo, porque ambos eran marionetas.

ーNo lo sé...

Cry cerró sus ojos sin saber qué decir, y como un niño el llanto lo arrulló.

¡Cry!

¿Iván?

Oh, Dios. Estás bien. ¿No te hicieron nada?

¿Qué...?

Estaba muy preocupado por ti. Tus papás te llevaron pero afortunadamente pudimos rescatarte.

¿"Pudimos"?

ーTambién está Sebastián y Allan.

¿Y Germán?

Se fue. No se sabe a dónde. Pero Sebastián y Allan son una linda pareja, ¿no? Quieren casarse y tener un hijo llamado Sally...

¡¿Qué?! ¿De qué hablas?

Sé que estás confundido. Pero déjame explicarte todo.

Iván...

Tranquilo, estoy aquí. Todo va a estar bien, ¿sí? Estoy aquí. Ya no tienes que tener miedo.

Iván... Te extrañé mucho. Pensé que me odiabas...

Yo jamás te odiaría. Ni en sueños. Me haces muy feliz.

De verdad pensé que me odiabas. Me sentía tan mal...

¿Sabes cómo te vas a sentir bien?

¿Cómo?

Pues aquí estoy yo.

Tú eres todo lo que está bien.

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NOTA

○ Las leyes modernas de la guerra, incluyen la prohibición de atacar a médicos, ambulancias o barcos hospital que muestran una Cruz Roja, a Media Luna Roja u otros emblemas relacionados con la Cruz Roja Internacional.

「 Mi rival favorito 」♡ミ(ᴘɪᴘᴇᴘᴜɴᴋ x ᴄʀʏ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora