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Dos días atrás...

Narra Senna

Al llegar a la enorme mansión me han guiado hasta mi habitación y han cerrado la puerta con llave para que no pueda salir; una vez sola corro hasta el gran ventanal pero está cerrado también y fuera hay una reja para que no se me ocurra romper el cristal y salir de un salto; no sería mi primera vez... En definitiva, se ha asegurado de todas todas de que no pueda salir de aquí por voluntad propia.

Observo la sala en la que me encuentro detalladamente; las paredes son blancas con decoraciones en azul oscuro, el mismo tono que las cortinas aterciopeladas; el suelo es de mármol blanco, está tan limpio que incluso me veo reflejada en él; hay una cama enorme; en mi vida había tenido una tan grande; la cubren una sabanas que me dan sueño solo de verlas, parecen tan suaves y cómodas, dan la sensación de que te acogen y te hacen quedar en un sueño eterno... a los lados de la cama hay unas mesitas de noche, son de madera pintada en dorado y encima tienen una losa de mármol blanco; son lujosas y elegantes, demasiado para mi gusto ahora que estoy acostumbrada a compartir una habitación roñosa todo esto me parece un asqueroso exceso innecesario. Sigo analizando cada rincón; hay un escritorio con patas de madera y la superficie de cristal con papeles y plumas por encima perfectamente ordenados en una esquina; la silla que lo acompaña también es dorada y tiene un cojín azul de terciopelo al igual que las enromes cortinas. En una esquina hay un biombo blanco con decoraciones doradas con un taburete parecido a la silla del escritorio; también hay un espejo de cuerpo entero enganchado a la pared y justo al lado una puerta corredera; la abro y dentro me encuentro con un armario inmenso lleno de ropa, hace años que mi única ropa son un par de pantalones, una camisa y una sudadera que ya no me acuerdo de lo que es pensar en qué ponerme según la ocasión, hasta ahora se ha resumido todo en uniforme para misiones o para entrenar y ropa de calle para los días libres y sinceramente, me gustaba mucho más que tanta ropa en la que elegir... cierro la puerta y me dirijo a otra que revela un lavabo también blanco y con suelo de mármol; una bañera preciosa y un enorme espejo; lavamanos y un retrete; todo tan limpio... pensar en eso me lleva a pensar en Levi y su TOC con la limpieza; me muerdo el labio para evitar llorar; estoy segura de que me va a encontrar y me ayudará a salir de aquí así que no tengo de qué preocuparme.

Oigo que alguien llama a la puerta; salgo corriendo del baño y me quedo inmóvil en medio de la habitación 

-Adelante- intento mantenerme serena pero lo único de lo que tengo ganas ahora es de sacara mis cuchillas y mancharlo todo de sangre; pero no de la mía.

-Mara...él abre la puerta sonriente y me entran ganas de vomitar pero me contengo -Estás preciosa sea como sea; incluso con ese uniforme... pero así no pareces una dama; a demás, con esto nos podemos hacer daño- se acerca a mi y señala mis cuchillas y niega con la cabeza -Vamos a ver ¿Cómo se quita esto?

-No, mi EDM3D no, por favor- me aparto un poco protegiendo mis cinturones y él se encoge de hombros

-De acuerdo pero las espadas si, entregamelas- no puedo matarlo todavía así que las quito de una en una de sus vainas cuando las tengo las ocho alargo mis brazos para que él las coja, no me resulta fácil hacer esto, sé que este tipo de armas no sale de los arboles y desperdiciar un set entero me duele en el fondo... -Perfecto, mucho mejor- me acaricia la mejilla con suavidad como puede ya que tiene las manos algo ocupadas -No sé si te ha dado tiempo a investigar pero esto es un armario- abre la puerta corredera y me mira ilusionado en cambio yo sigo con mi cara neutra e inexpresiva -Toda la ropa te la han hecho a medida especialmente para ti

-¿Cómo sabes mis medidas?

-Yo lo sé prácticamente todo de ti querida...- vuelve hasta mi lado y me coge la mano con delicadeza pero con intención de dejar claro que él es quien manda -Casi nada se me escapa, pero ahora no es momento de hablar sobre esto; esta noche habrá una gran cena para celebrar nuestro reencuentro; nosotros dos a la luz de las velas con comida deliciosa, flores y todo lo que sea necesario, será muy romántico; así que vístete con algo de esto. Ahora haré venir a una sirvienta para que te ayude- se acerca a la puerta y me mira de arriba a bajo -Desearía poder ayudarte yo mismo pero deseo que te mantengas pura hasta después de la boda; podré esperar; será entonces cuando seas totalmente mía cielo

KairosWhere stories live. Discover now