Kairos

26

Narra Levi

Han pasado ya dos días des de que Senna desapareció... La pelea entre Eren y Annie terminó con la chica envuelta en una especie de cristal irrompible y una gran cantidad de destrozos en la ciudad que sinceramente me preocupan bien poco; menos uno, la muralla desprendió unas rocas y dejó a la vista lo que resulta ser un titan colosal, cosa que nos lleva a pensar que las murallas están compuestas por estos mismos y, según algo que acaba de decir Hange, las piedras que los rodean son el mismo cristal en el que se quedó Annie.

Llevo más de 48 horas sin dormir en busca de Smith; en cada calle, en cada posible almacén, incluso me he arriesgado a ir a la ciudad subterránea por si el trozo de mierda ese se la había llevado allí. Pero no la he encontrado. Lo más normal y lógico  sería ir directamente a sus fincas, estoy totalmente seguro de que aquel imbécil la tiene allí escondida... pensar todo lo que puede estar haciéndole me enciende la sangre, lo único en lo que puedo enfocarme ahora mismo a parte de buscarla, es que quiero matarle, quiero hacerle sufrir tanto como le ha hecho sufrir a ella, quiero escucharle agonizar y reclamar clemencia, que le pida perdón de rodillas a Senna y entonces terminar con su ya demasiado larga vida. 

-¡Levi!- Hange coge mi cara con sus dos manos pasando por encima del sacerdote Nick y fija sus grandes ojos en los míos -¿En qué tanto piensas pequeñín?

-Hange... sabes perfectamente en qué pienso, sinceramente considero que tu pregunta es de lo más absurda...- la aparto de mi de un manotazo y me quedo mirando el camino que tenemos por delante; en el carro están los tres niños, Mikasa Ackerman, Eren Jaeger y Armin Arlert a demás de la loca, Hange y el sacerdote... una compañía espléndida 

-Vale, es normal que le des vueltas a eso, sé que lo estás pasando mal pero estamos manteniendo una conversación importante...- no dejo de notar los ojos de Hange en mi nuca, me pone de los nervios. Ellos hablan de si Eren podría o no tapar el gran agujero que tiene el muro Rose cristalizándose tal y como hizo Annie pero en su forma de titan y la verdad, ya lo han alargado demasiado así que voy a terminar con esto

-Esto no va de si puedes hacerlo o no- ahora mismo la cara de Eren es un cuadro -Hazlo- digo en tono autoritario -Debes hacerlo, no tienes otra opción- me acerco a él un poco y le miro fijamente, Eren está tan asustado que parece que vaya a tirarse del carro ahora mismo -Estás al corriente de cómo está la situación de todos. En este punto la Legión no puede hacer nada más que lo suyo; asegúrate de que suceda- termino mi discurso y me acomodo en mi sitio de nuevo 

-¡Si, señor!- dice él muy firme -¡Taparé el hueco sin errores!- después de eso sigue hablando pero no le presto nada de atención, estoy perdido en otros pensamientos que no me dejan centrarme en el ahora

-Hemos llegado al Distrito de Hermiha, ya estamos aquí- anuncian a lo lejos

-Bien entonces, esto es lo más lejos que el sacerdote y yo podemos ir con vosotros; os lo dejo todo a vosotros, yo ahora mismo soy inútil en combate- miro mi brazo dañado y suspiro, me gustaría poder distraerme matando titanes pero no puedo hacer nada de momento y debo confiar en que el equipo que Erwin mandó a buscar a Senna lo esté haciendo bien -Sois miembros del escuadrón que ha improvisado Erwin después de todo...- miro fijamente al rubio que se pone muy tenso -Espero que entiendas tu rol Armin- él asiente y grita <<¡Si, señor!>> -Continuad con Hange con la creación de ideas, como hacíais ahora- ahora miro a Mikasa que permanece inexpresiva como prácticamente siempre, como yo... -Mikasa usa toda tu habilidad para proteger el cuerpo de Eren- los dos sabemos que eso no era necesario pedirlo pero toda precaución es poca

-¡Si señor, lo haré!- ella habla muy decidida, está claro que daría su vida por ese chico; ahora la entiendo...

-No sabes por qué estas tan ligada a Eren, pero recuerda controlarte; no metas la pata...