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Segundo libro: El príncipe es embajador.

Capítulo 14.


El Palacio Imperial de Fan Jia se componía de varios magníficos y diversos edificios rojos. Los perímetros habían sido audazmente decorados para mostrar la grandeza del Rey.

Feng Ming había sido conducido por el general Tong y el Oficial Xia hacia la entrada principal al palacio del Rey, en cambio Lie Er fue requerido para permanecer dentro del transporte debido a su humilde condición.

Por este tiempo, la fuerte caída de la nieve se había detenido. Pero dentro de los jardines del palacio, el piso era absolutamente impecable. Era obvio que las criadas de palacio habían trabajado duro para barrer cada mota de nieve fuera de la tierra.

Gui Sen había estado esperando la llegada de Feng Ming a lo largo del pasillo principal, una vez viendo al grupo llegar él se escabulló a través para saludar al Príncipe.

—Príncipe, nos encontramos de nuevo. —La cara de Gui Sen estaba radiante con una sonrisa. Su comportamiento no mostró signos de estar descontento con haber rechazado abiertamente su compañía el día anterior.

El hombre mayor tomó las manos de Feng Ming en las suyas, y con voz grave, advirtió: —Para ser honesto con el príncipe, la salud del Rey no ha estado bien en los últimos días. Es probable que fueran convocados a iniciativa de la Tercera Princesa. El príncipe debe ser cauteloso en torno a esa mujer. Ella ya ha hecho arreglos con el Maestro Tong y Ruo Yan.

Feng Ming se quedó atónito por un breve momento.

Gui Sen ya estaba rodando alrededor de la traición, y ahora se atrevió a hacer frente como un amigo y provocar desconfianza entre la Tercera Princesa y Xi-Rei.

Qué hombre tan despreciable.

Feng Ming volvió su mirada al hombre, la esquina de sus labios se curvó en una suave sonrisa. En voz baja le respondió: —Gracias Tío Real por sus advertencias. Sin embargo, durante nuestra visita en la ciudad, nos enteramos de que la gente en las calles discute sobre el estado del Rey. Parece que sospechan que no está enfermo si no que lo que consume su salud, es más bien un caso de envenenamiento. Tío Real, debes ser cuidadoso con tus propias comidas.

Aunque Feng Ming sólo tenía la intención de jugar con su tío, era como si él hubiera servido al hombre un golpe final. Todo el color fue drenado inmediatamente de la cara de Gui Sen. La mente del hombre mayor estaba en algún lugar un momento antes de que él recuperara la compostura. Preguntó rápidamente: —Príncipe, ¿dónde te encuentras con este tipo de noticias?

—¡En las calles, es la charla actual de la ciudad! —Feng Ming fingía inocencia y fingió estar sorprendido. —¿No me digas que el Tío real no se ha enterado de este rumor?

—Este... —El hombre tartamudeó. —Este...

Era obvio que Gui Sen albergaba una conciencia culpable. Al no poder hablar con coherencia.

Gui Sen juntó las manos frente al príncipe como despidiéndose a sí mismo.

—Gui Sen tiene muchos asuntos estatales para atender, mis disculpas por no poder acompañar al Príncipe. Por favor, permanezca aquí el Rey citará su presencia pronto.

El hombre se alejó, muy probablemente para investigar la palabra difunda entre la gente de Fan Jia.

Feng Ming se rió ante la idea, pronto un mensajero llegó para anunciar el regreso del Rey.

Feng Yu Jiu Tian [ESPAÑOL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora