Capítulo 3

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Al abrir la puerta de casa, el grito de tres personas que conocía muy bien la sobresalto.

¡Felicidades Hikari/Hikari chan! -gritaron mientras lanzaban un poco de confeti.

Toda su familia la miraba sonriente, la casa tenía algún que otro globo y un cartel que abarcaba todo el salón que decía "Felicidades Hikari". Conociendo al par del trabajo duro sabía que su padre los había detenido de no destruir la casa con una enorme celebración.

¿Papá? ¿Tío? Pero ¿no estaban en una misión?

Terminamos antes, la misión era sencilla.

Esa misión no era nada para Gai el Poderoso. -se señaló a sí mismo Gai con orgullo.

Eres un exagerado Gai.

¿Qué dices Kakashi? -acercándose enojado a su rival.

Acordamos esto pidiendo ayuda del Hokage, le pedimos una misión sencilla para no perdernos tu graduación. -continúo hablando su padre ignorando a Gai.

¿Qué tal? ¿Te ha gustado la sorpresa? -hablo esta vez Lee.

Me encanta, gracias.

Los cuatro fueron al comedor donde en la mesa había preparado un pequeño banquete, entre los platillos había dangos, ramen, curry y carne barbecue. Todos los platillos favoritos de Hikari. La peliplateada se maravilló con los manjares, dejo la bolsa con el ramen instantáneo a un lado y como niña pequeña reclamo el asiento de en medio como el suyo, su familia rio al ver como miraba todo con tanto apetito y se contenía para no comerse todo ahí mismo, en especial los dangos.

Antes de comer sería mejor si abrieras los regalos.

¿Regalos?

Su hermano Lee, que no sabía en qué momento se había ido, regresaba con tres regalos dejándolos en la mesa. Aunque se sentía feliz también se sentía un poco apenada, la celebración era más que suficiente y de repente le daban regalos, solo esperaba que no hubieran gastado demasiado. Hikari se levantó y tomo el regalo más pequeño, una pequeña cajita de color verde.

Al abrirlo se dio cuenta que en su interior había un collar con el símbolo del clan Hatake.

Ese regalo es de mi parte Hikari chan. -hablo Lee

¡Es hermoso! ¡Me encanta! Gracias Nii san.

Ella se puso de inmediato el collar, realmente le había gustado, hace un tiempo le había mencionado que quería algo relacionado con su clan, pero no pensaba que el fuera a recordarlo.

El siguiente regalo era un poco obvio de que se trataba y de quien se lo había dado. Un spandex como el que usaban Lee y Gai estaba en la bolsa que decidió abrir, un suspiro se escapó del Hatake mayor. Ya era la sexta vez que su amigo intentaba que su hija ocupara aquel traje, ellos habían peleado muchas veces por aquello, pero Gai jamás se rendía, todos los anteriores spandex los tenía la chica guardados en su clóset, puede que no los usara, pero tampoco iba a desecharlos como Kakashi tanto anhelaba que hiciera.

Gracias, tío Gai. -sonrió la chica

Oh estaremos iguales Hikari chan. Ya quiero que entrenemos juntos.

Sí, yo también.

"Nii san lo siento, pero si mi papá se entera de que me lo puse probablemente te quedes sin sensei". -pensó la chica imaginando las mil y una formas que asesinaría su padre a su tío por darle de regalo aquel traje.

Dejo el spandex verde en la bolsa y tomo el último regalo, era algo obvio que era, pero no por eso fue menos sorpresivo. Hikari se maravilló ante los colores que la katana poseía, una combinación que no había visto antes en un arma y mucho menos en una katana, el color negro de la hoja combinaba a la perfección con los toques verdosos que recorrían serpeantes esta. El mango era de color negro y un dragón verde brillante estaba ubicado en el medio.

Era de tu madre. Es una combinación de los colores que la representan.

" De... mamá"

La chica se contuvo, pero sus deseos de llorar estaban presentes. Había escuchado muchas historias de su madre y de diferentes ninjas cuando era más pequeña, quienes eran, porque luchaban, que deseaban y también... como habían fallecido. Las historias de su madre eran sus favoritas junto con las del compañero de equipo de su padre, Obito Uchiha. A ella le encantaba oír sobre como su madre con gracia y temple le hacía frente al peligro y a todas las dificultades, como es que ella jamás se postraba ante el enemigo por muy difícil que fuera la batalla y en especial le gustaba oír cómo es que su madre y su padre se complementaban en batalla. Ellos eran unos grandes shinobis y Kakashi siempre le recalcaba que su madre era la mejor. Sonrió para sí misma, ella se volviera mejor que ella.

Gracias, papá.

Él se limitó a sonreír.

Hikari chan es hora de comer.

¡Si! ¡Los dangos son míos Nii san!

El resto de la fiesta fue muy alegre, Lee involucro a Hikari en una competencia de comida en la que ambos casi terminan vomitando por lo que acordaron un empate. Kakashi también fue víctima de la competencia por culpa de su rival, pero lo venció con facilidad.

Al terminar la fiesta Gai y Lee se despidieron y fueron a sus respectivos hogares, los Hatake estaban agotados por lo que dejaron la limpieza y el orden para el día siguiente. Kakashi se despidió de su hija y fue a dormir a su habitación, ella tomo el spandex y la katana y los llevo al cuarto dejándolos al pie de la cama, se cambió a pijama y se quedó dormida.

A mitad de la noche, la peliplateada sintió como la movían levemente.

Mm....-entreabrió los ojos y miro la ventana abierta y a su hermano mirándola sonriente. - ¿Nii san? -susurro adormilada.

Lee le hizo una seña para que hiciera silencio.

El paseo que te debo lo tendremos ahora. -susurro Lee.

Ella asintió, Lee espero a que ella tomara un abrigo de su closet e intentando no hacer ruido ella se subió a la espalda de su hermano, este cerro la ventana lo más silencioso posible y empezaron con el paseo.

Era una noche algo fría, pero soportable, Lee caminaba con lentitud por las calles vacías de Konoha, el silencio y la oscuridad los rodeaban, sólo la luz de luna y las estrellas junto con algunas luces de las calles iluminaban su camino.

Hikari chan.

¿Si Nii san?

¿Hay algún lugar en específico adonde quieras ir?

Las cabezas de los Hokage. -susurro ella

Lee asintió y se dirigió allá con rapidez, sabía que su hermana estaba agotada pero lamentablemente no había otro momento para realizar el anhelado paseo que no fuera ese. Hikari mientras tanto, se esforzaba en mantener los ojos abiertos y no dejarse llevar por la comodidad que la espalda de su hermano le proporcionaba.

Las cabezas de los Hokage, ese lugar siempre le había gustado, desde ahí se veía toda la aldea, todo su hogar, a ella le encantaba pensar que los Hokage ya fallecidos velaban por la seguridad de la aldea a través de aquel monumento característico de Konoha.

Ya estamos aquí Hikari chan.

La chica elevo la mirada y, efectivamente, estaban ya en el lugar. Le gustaba ver la aldea tan callada y silenciosa desde ahí, le proporcionaba un aire diferente, difícil de poner en palabras para ella debido a su somnolencia.

Es hermoso.

Tienes toda la razón.

No me quiero quejar, pero ¿Por qué querías hacer el paseo ahora? Bien podría haber sido mañana.

Mañana Gai sensei y yo nos iremos con el resto de mi equipo de misión, durará un par de días.

Ya veo, más te vale que no dure mucho. Por cada día que tardes te cobrare tres dangos más.

Lee rio, sabía que Hikari estaba actuando aún más infantil por culpa del sueño.

No te rías, es tema serio. -reclamo ella.

Lo entiendo. Te recompensare apenas llegue ¿sí?

Ok. -accedió ella. - Oye. -lo llamo, acomodándose en su espalda. -Te quiero mucho Nii san.

Yo igual a ti Hikari chan.

Ella no tardó mucho en quedarse dormida.

Cristal, Lava e InsectosOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz