Unexpected.

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Jueves.

—Ni siquiera puede caminar —se burló Jimin junto a Yoongi mientras ambos sostenían a un muy ebrio Seokjin sobre sus hombros.

—Claro que puedo caminar, mocoso —se quejó el mayor entre risas— sólo me tropecé.

El peliengro negó y logró suprimir una risa mientras aumentaba la velocidad de sus pasos, pues pequeñas gotas de agua habían comenzado a caer.

—¿Puedes sacar las llaves de mi bolsillo? —pidió Yoongi una vez estuvieron en la entrada, protegidos de la lluvia— están en el derecho.

Seokjin no dudó y de inmediato introdujo una mano al bolsillo trasero del pantalón de Yoongi y comenzó a juguetear con sus dedos, supuestamente tratando de atrapar las llaves.

—¡Agh! Ahí no —se quejó disgustado y se apartó de inmediato— en el bolsillo del abrigo, Jimin —hizo énfasis en el nombre del rubio.

Éste rió ante la travesura de Jin y apartó su brazo un momento para tomar las llaves. Una vez dentro de la casa, el pelinegro guió al mayor hasta la sala mientras Jimin corría por un vaso de agua para él.

—Bebe un poco, hyung —el rubio le tendió el vaso— con esto te sentirás mejor.

—Lo dudo —habló Seokjin quien después de un par de sorbos se dejó caer sobre el sofá, accidentalmente golpeando la cabeza de Yoongi por su abrupto movimiento.

El pelinegro se limitó a fulminarlo con la mirada y una estruendosa risa se le escapó a Jimin como era costumbre.

—Nunca más dejaré que Seokjin beba a mi ritmo —se quejó.

—Siéntate, no te muevas —habló Jimin entre risas caminando hacia la cocina nuevamente— yo me encargo.

Apresurándose a abrir la nevera, tomó la pequeña compresa y corrió de vuelta con Yoongi.

—Toma, póntela antes de que el moretón se haga más grande —dijo, y depositó un beso en su cien antes de entregársela— ojalá que no duela mucho.

Yoongi sonrió tímido ante la acción. Si bien lo experimentaba a menudo, le parecía encantador lo atento que era Jimin siempre.

—Yo también quiero un beso —habló Seokjin tomando a ambos por sorpresa y haciéndolos reír.

—Pensé que estabas dormido —dijo Jimin caminando hasta él.

—Aún no, necesito llegar a mi cama porque el sofá es incómodo —se quejó— ¿Podrías llevarme, Jimin-ah?

El rubio asintió tiernamente y de inmediato lo ayudó a reincorporase. A pesar de no estar en sus cinco sentidos por completo, estaba más lúcido que el mayor.

—No me dejes caer Jimin-ah —habló Seokjin entre dientes a lo que el menor sólo negó.

—No lo haré hyung, baja la voz —pidió tímido.

—¿Por qué me pides que baje la voz? —preguntó indignado mientras subía torpemente los escalones.

—Porque ya es tarde y los demás deben estar dormidos, no queremos despertarlos —explicó dulcemente mientras terminaban de subir—. ¿Quieres que te lleve hasta tu habitación o puedes llegar solo?

𝐅𝐚𝐤𝐞 𝐛𝐨𝐲𝐟𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝.Where stories live. Discover now