Los nuevos, ¿vengadores?

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Disclaimer: Los Vengadores son de Disney y de Marvel, solamente la historia y los personajes que no reconozcan son míos.

NOTA: Negritas es ruso.

¡Especial del día de las madres!

—No debimos haber aceptado hacer esto—Natasha se quejaba durante todo el camino en la aeronave.

—Strange nos lo ha pedido como un favor personal, cariño—respondió Steve poniéndole la mano en el hombro a su novia.

La pareja disfrutaba de la buena vida que se daban como Vengadores. Habían obtenido la aprobación del gobierno recientemente; y aunque la fama no le sentaba nada bien a Natasha Romanoff, ella no veía ningún problema en ayudar a los demás mientras estaba protegida. Además, su relación con Steve Rogers solamente se afianzaba; cada vez estaba más segura de que lo amaba, llegando a decírselo en alguna ocasión, en su idioma nata pues no se atrevía a expresar las palabras en ningún idioma que el soldado pudiese entender.

—Deberíamos habernos quedado en cama—dijo la espía pelirroja, sentándose en las piernas de Steve, acercándose a su oído para mordisquearlo lentamente mientras susurraba—estaríamos haciendo cosas más divertidas.

El Capitán América apretó los puños, pensando en cosas tales como Hulk bailando ballet o Tony haciendo yoga con un kimono para no excitarse ante las acciones de su novia.

—Nena, estamos trabajando.

—Y perturbando la paz de todos sus amados compañeros—murmuró Clint, a lo que Sam asintió vigorosamente con la cabeza, sonrojado.

—¿Por qué no pudieron venir solo estos idiotas?—bufó la rusa, entrelazando sus manos con las de Steve.

Realmente solo en la privacidad de los Vengadores, las personas a las que Natasha consideraba su familia, podía expresar su afecto de una manera tan abierta. Estaba cansada, era domingo y quería descansar; pero ahora Tony los tenía volando en un Quinjet a máxima felicidad, hasta un lugar extraño.

—Estos idiotas podrían estar celebrando el día de las madres y en lugar de eso han venido a trabajar—rebatió Clint—así que podrías callarte y ser un poco más agradecida, araña.

En respuesta, la espía solamente levantó el dedo medio a su mejor amigo. Realmente era una fecha que solo celebraban los cuatro hombres que estaban en aquel lugar, así que la pelirroja se dio cuenta que lo mejor sería guardar silencio. Para ella no existía el día de las madres; recordaba muy poco de la suya y nunca tendría la posibilidad de tener hijos, así que era solo un domingo más.

—¿Puedes decirnos exactamente a dónde vamos, Stark?—preguntó la rusa, un poco fastidiada—Porque te juro que si es una de tus fiestas extrañas, Pepper solo recibirá tu herencia y lo que quedé del reactor.

—Vamos a unas ruinas que están en Sanliurfa—indicó las coordenadas—están al sudeste de Turquía, en ellas encontraremos una máquina que debe revisar Strange, probablemente usaron la gema del tiempo para crearla.

—¡Insisto que debía venir él!—dijo la Viuda Negra.

—Imposible—Tony Stark rodó los ojos, pensando que su amiga a veces parecía más una adolescente caprichosa que la letal Viuda Negra—Tenía que quedarse a cuidar el Santuario, dijo algo de unas perturbaciones en la atmósfera o algo así...

—¡Despiértenme cuando lleguemos!—exclamó, acomodándose en el regazo de Steve.

Contrario a lo que la gente esperaría, Natasha Romanoff era una persona bastante perezosa cuando no tenía que estar trabajando. Solía decir que era debido a que pasaba mucho tiempo en estado de alerta, adrenalina pura o que simplemente Steve la agotaba con sus actividades nocturnas. Cualquier excusa era buena para tomar una siesta, sobre todo si era en los brazos de su amado Capitán América.

ASSEMBLE || AvengersWhere stories live. Discover now