-Es para que no olvides que siempre nos tendrás para apoyarte, decidas lo que decidas - dijo volviéndome a abrazar - y ahora es mejor que me vaya antes de que me ponga muy sentimental, llore y mi reputación quede por los suelos - dijo dándome un guiño y saliendo de allí.

Vi como su gran espalda se alejaba, es una tontería, le vería todas las semanas unas cuantas veces, pero era como si cerrásemos una etapa y empezáramos otra, una que no sabemos donde nos llevará. Miré otra vez las fotos. Mis ganas de que las dos locas viniesen a verme eran enormes, desde que terminamos el internado habíamos decidido estudiar diferentes cosas, eso si, todo en la misma universidad. Toria se ha convertido en una increíble chef y Beth en una de las más prestigiosas relaciones publicas del fútbol americano. Y yo ahora tenia mi propio gimnasio lleno de testosterona. Y como era difícil que todas coincidiéramos en un mismo sitio, una oportunidad así sólo se podía celebrar. Porque por mucho que digan, la vídeo llamada a tres bandas no era ni parecido a una conversación en persona. Y eso es lo que podríamos hacer dentro de un mes.

Toc toc.

El sonido de unos nudillos golpeando mi puerta me sacaron de mis pensamientos.

-Pase - dije alto.

La puerta se abrió para dar paso a Skull, unos de los boxeadores que he conocido. Es un tipo alto, con una espalda ancha y todos los músculos marcados. Calvo y con una calavera con toda precisión tatuada en la parte posterior de la cabeza. La verdad es que su cara de mala uva imponía un poco.

-Srta. Wulk...

-Llámame mejor Alex, Skull.

-Vale. Alex - dijo entrando - se ha roto otra vez el saco grande.

-¿Otra vez?

-Si, la cuarta esta semana. Hemos intentado solucionarlo nosotros, pero se está quedando sin relleno y...

-Ahora le digo a Bob que ponga uno nuevo, grac..

-No es eso - me interrumpió - Es que es el saco que suele utilizar Wade y no le va a hacer gracia que se le cambien, es muy quisquilloso con esas cosas...

No creo que en su mirada haya miedo... O eso creo. Además no creo que un saco pueda ocasionar tanto pánico a estos tíos.

-Yo me encargo, gracias, Skull.

-De verdad, que...

-Si tiene algún problema me lo mandas y punto - dije levantándome -. De aquí en adelante me encargo yo.

Salí detrás de él de mi oficina y me dirigí donde Bob.

-Hey,  Bob - le llamé la atención - necesitamos un saco grande nuevo, el que tienen está destruido. ¿Cuanto tardas en colgar uno nuevo?

-Dame diez minutos, ¿Sabes qué saco es?

-Me han dicho que es el que utiliza Wade - me encogí de hombros - y no digas nada.

-Sólo voy a decir que esto se va a poner interesante - rió.

¿Estamos todos locos o qué? Uno avisándome de problemas y otro riéndose. Después se quejan de que a las mujeres no hay quien nos entienda...

-Lo que digas, sólo era eso.

El resto de la mañana pasó sin problemas. El saco fue cambiado y acabó en la basura. Solo me interrumpió el sonido del móvil a media mañana.

-Aleeeeex - dijo una voz cantarina al otro lado de la linea.

-Beth - la dije imitándola.

-¿Que tal tu primer día rodeada de macizorros?

-Normal y ¿el tuyo, rodeada de estrellas del fútbol?

-Puff, desearía patear la cabeza de algunos... Son tan... tannnn... ¡Ugh!

-Respira -reí.

- El caso que llamo porque he hablado antes con Toria y queríamos saber si hay espacio en tu nueva casa o nos vamos a un hotel...

-Hay sitio tranquila, falta que me traigan los muebles nuevos y todo listo - Sonreí, aunque ella no me pueda ver.

-¡Perfecto! Ahora que me acuerdo... He visto al hombre de mis sueños...

-Si te has olvidado de él, no es el hombre de tus sueños...

-¡Cállate! Soñar es gratis, ¿no?

-Sí, por ahora sí - reí.

-Pues eso. Es que tu no te puedes imaginar que bombón de hom...

No la oí terminar la frase porque mi puerta se abrió estrellándose contra la pared con un golpe. Dejando entrar al espécimen de hombre mas caliente que he visto en mis 25 años de vida. Eso sí, su mirada enloquecida no era un buen augurio.

-Beth, ahora no puedo. Después te cuento - dije colgándola sin darla tiempo a contestar.

Soy Tuya ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora