Capitulo 7

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Era un día 13 de septiembre cuando Nisha finalmente decidió ir a Gringotts, después de un mes de insistencia de Aesira y Ekanta, sus familiares. Lo primero que hizo antes de partir, fue ponerse sus ropas más decentes. Consistían básicamente en unos jeans negros junto con una polera manga larga y encima de esta, una polera manga corta blanca y zapatillas negras.

Ya lista, decidió que era hora de ir, no sin antes pedirle a sus familiares que se escondieran entre sus ropas. Ekanta se enrolló en su brazo izquierdo y Aesira bajo su cabello. Visualizó un callejón vacío cerca de Gringotts y que era envuelta por rayos, no mucho después apareció en su destino.

No entendía muy bien cómo funcionaba si nunca había salido más allá de los terrenos de Potter Manor, pero resultó un éxito, por lo que no tenía muchas quejas.

Discretamente, salió del callejón y se intentó mezclar lo mayor posible con el gentío del lugar. No era algo extraño para las personas ver a muchos niños vagando solos por el lugar en ese tiempo, la guerra había dejado a muchos pequeños sin padres. Unos segundos después, Nisha llegó a las puertas del banco.

Antes de entrar, tomó una pose erguida y los más sangre pura que una niña de su edad podía tener, y entró al lugar. Con paso seguro caminó directamente hacia un goblin, no dijo nada hasta que esté la mirara.

"Que su oro fluya" saludó al goblin, con el saludo tradicional, en el momento que la miró. La criatura se sorprendió de que una bruja tan joven le tratara con tal respeto y sea consiente de las antiguas tradiciones.

"Y que sus enemigos perezcan ante usted" completó el goblin, aún conmocionado.

"Si no es molestia, quisiera hablar con el gerente de las cuentas Potter y realizarme una prueba de herencia" dijo firme pero educada, ya que si quería estar en el lado bueno de los duendes, debía tratarlos con el respeto debido.

"Bien. Sígame" le indicó, mientras la llevaba con el gerente de las cuentas Potter.

Cuando llegaron, a Nisha se le pidió que esperara unos momentos. Al cabo de unos minutos, el goblin que la acompañó hasta el lugar, salió de la oficina.

"Pase, la están esperando" le dijo, con una pequeña reverencia se fue. Nisha entró, y lo primero que vio fue una gran oficina con armas y un escritorio con un goblin un poco mayor detrás.

"Que su oro fluya" saludó.

"Y que sus enemigos perezcan ante usted" continuó el goblin, sorprendido de que su compañero dijo haya sido completamente cierto.

"Me llamo Ragnarok." Se presentó. La analizó de arriba a abajo con la mirada. "Bajo que motivo deseaba hablar conmigo?"

"Me llamo Nisha Potter" se introdujo. "Vine a hablar con usted, bajo el motivo de poder realizarme una prueba de herencia. Quiero saber si tengo alguna otra herencia aparte de la de Potter." Nisha le explicó sus motivos. Ragnarok se sorprendió, en general, los Potter, son gente bastante irrespetuosa y son conocidos en el banco por ello.

"Lamento mi sorpresa, pero aquí todos estamos bastante acostumbrados a un trato diferente por parte de los Potter. Ellos no son, si se podría decir, educados." Le dijo a la pelinegra.

"Debí suponerlo" mencionó molesta.

"¿Por qué usted nos trata de buena forma? Cómo es que nunca nos habíamos enterado de su existencia?" Preguntó con curiosidad el goblin, sobre dónde obtuvo su buen comportamiento.

"Los trato así, porque se lo merecen. Nadie merece ser tratado menos que otro, sin importar si son mago o criatura. En cambio por otra parte, mi existencia no es muy conocida, ya que, los Potter, me guardan algún tipo de rencor. O eso es lo que yo creo, no sé muy bien sus motivos. Sin mencionar que yo me he criado a mi misma." Ella lo mencionó tan a la ligera que el goblin se enfureció, ese no era el trato que merecía un niño mágico. "Además, sería estúpido insultar a quién maneja nuestro dinero." Agregó como ocurrencia tardía.

La Potter olvidadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora