Capitulo 30

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Hace mas de cuatro horas había salido de la casa sin decir nada, eran apenas las 11:00 del medio día  y sabia que los chicos ya deberían estar en la escuela.

Por cosas del destino Nao ya se encontraba despierto y cuando pase por su casa por mi moto no fue necesario despertarlo para tomarla.

Ahora me encontraba aquí, enfrente de un cafetería a la cual había tenido que pedir indicaciones a Nao para poder llegar y ahora me encontraba aquí esperando, fumando un cigarrillo con toda la calma del mundo y mis gafas de sol, rescostada sobre mi moto.

Mire la hora de mi teléfono, llevaba mas de media hora esperando y aun no habían rastros de ningún hombre fornido con una cazadora negra.

—¿Emily Wolf?—una voz ronca y cortante se escucho detrás de mi espalda, haciéndome voltear para encontrarme con la persona que llevaba esperando.

—¿Shaun?—pregunte elevando una ceja y no dejándome intimidar por su mirada seria y fría.

El pareció sorprendido de que fuera yo con la persona que tenia que hablar, pero su rostro cambio y volvió a ser serio como desde un principio.

Con un movimiento de cabeza señalo el interior de la cafetería, yo asentí captando su mensaje. Apague el cigarrillo, tirándolo al suelo y pisándolo con mis botas de combate.

Una vez dentro, tomamos asiento lo mas lejos posibles de los demás para que no pudieran escuchar nuestra conversación.

Una mesera se acerco a pedir nuestros pedidos pero al ver que la ignorábamos y ni siquiera le prestábamos atención, se alejo bufando y murmurando algo entre dientes.

Shaun no apartaba sus ojos oscuros de mi y yo no los apartaba de el. Debía ser sincera, esperaba un tipo con barba y unos cuantos años pero el no era tan viejo como pensaba. Pero eso no quitaba que tuviera unos cuantos años demás que yo.

—¿No eres demasiado joven como para estar metida en este tipo de cosas? ¿No deberías estar por ahí metiendo mano con algún chico o en un mall gastando el salario de tu padre?—pregunto elevando una ceja.

Lo miro a través de mis gafas de sol.

—¿Venimos a negociar o a charlar como unas señoritas? —pregunte yo, contra atacando su pregunta.

El apretó los labios para luego terminar asintiendo.

—Dentón dijo que requerías de mis servicios a cambio de una buena negociación.

Dentón era un viejo "amigo" el cual me debia muchos favores y ahora se los estaba cobrando con satisfacción.

Asentí dándole a entender que estaba informado correctamente.

—¿Que es lo que quieres?—pregunto cruzando sus brazos, haciendo que sus músculos se marcaran con esa camisa tan apretada que llevaba.

—Necesito que me consigas personas que puedan vigilar una casa y un par de personas que necesitó mantener a salvo—comenze a explicar mientras el escuchaba atentamente y asentía —Y un arma, y que este muy bien cargada para cuando la necesite.

El pareció sorprenderse de mi último pedido. Miro a todos lados para saber si alguien me había escuchando pero las demás personas seguían inmiscuidas en sus propios asuntos.

—Esas cosas no son juquetes—dijo en un susurro mirándome fijamente —¿A quien pretendes asesinar?

Me quite mis gafas de sol y le regale una mirada seria.

—A cualquier idiota que se meta en mis asuntos y quiera dañar a los mios—sentencie—¿Vas a darme lo que pido o tendré que buscar a otra persona?

Ella es "ELLA"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora