•Mi Omega• KimCop~LuIC💫

14

Kimmon estacionó su camioneta y miró al omega que estuvo en silencio todo el trayecto de regreso, Copter estaba triste y no sabía la razón, ¿a caso el omega no quería tener cachorros nunca?, el alfa lo pensó por unos segundos, la verdad es que el jamás se vio a sí mismo con cachorros y omega pero cada que veía al castaño su lobo gritaba desesperadamente por criar junto al omega a sus cachorros, quería vivir el proceso con el, pero si Copter no lo deseaba de esa forma lo aceptaría, claro, estaría decepcionado pero el alfa podía ver su vida sin cachorros pero no su vida sin el omega.

—vamos— Copter asintió y bajo de la camioneta, Kimmon lo tomó de la mano y se adentraron por el hotel para ir a su departamento.

—Cariño, mamá está aquí— ambos se detuvieron al escuchar esas palabras, Kimmon miró raro a la alfa que estaba detrás de ellos pero por el agarre que tenía sobre la mano de su omega pudo sentir como este se tensaba.

—Ma..mamá?— el Castaño aferró más su mano a la del alfa en busca de protección.

—Cielo, has crecido mucho desde la ultima vez que te vi— la alfa le sonrió y lo miró directo a los ojos—no me dirás nada? Ya son tres años desde que te fuiste de casa— Copter guardo silencio al escuchar lo que dijo, ¿tres años de que el se fuera? En realidad fueron tres años de haberlo desterrado de la familia por su condición.

—señora— el alfa saludó por respeto pero siendo sincero algo en la actitud de la alfa le inquietaba.

—Jill, Jill Panuwat, es un gusto conocer el alfa de mi querido hijo— la pelinegra miró a Copter— cariño, deja de solo verme y di algo, anda, no te alegras de verme?— el omega solo asintió sumiso.

—¿Por que mejor no pasamos a mi departamento?

— claro querido— la alfa sonrió y siguió a la pareja hasta el elevador hasta llegar al piso donde se encontraba el departamento del alfa.
En cuanto ingresaron Kimmon llamó a su servicio para que trajeran aperitivos y un poco de vino, regreso a su sala de estar y se sentó al lado de un muy alterado omega.

—¿Como supo dónde estaría Copter?— el alfa interrogó amablemente.

—Cielo, una madre siempre se preocupará por sus hijos, jamás deje de estar al pendiente de mi bebé aunque el quisiera su libertad.

—Ya veo, debe de quererlo mucho.

—es mi tesoro, sufrí mucho cuando el decidió independizarse.—Copter mantenía sus manos en puños tratando de no gritar de la frustración, su madre había llegado solo para decir mentiras, quería saber su verdadera intención, ella jamás se preocupó genuinamente por el.

—Puedo imaginarlo sin embargo ya no es necesario que se preocupe por el, ahora está seguro conmigo, nos casaremos y todo mi dinero será también la de el, no le faltará nada—Kimmon pudo ver el momento exacto en que los ojos de la alfa brillaron ante la mención del dinero.

—es bueno saberlo, así estaré más tranquila—las personas de servicio llegaron y dejaron todos los aperitivos en la mesa de centro.

—¿vino?— la alfa asintió y Kimmon le sirvió una copa.

—estoy feliz por ti hijo, por fin encontraste a un buen alfa.—el castaño siguió sin decir nada y la alfa lo miró de mala gana.

—ahora que ya nos pusimos cómodos y compartimos un par de palabras dígame, ¿de cuánto estamos hablando?— la pelinegra lo miró sin entender.

—¿disculpa?

—lo siento, no me di a explicar correctamente, después de tantas palabrerías e hipocresías ¿cuánto dinero fue lo que la trajo aquí?